Justin Timberlake vuelve a la música y acompañado por la cantante SZA (Solana Rowe). El artista publicó este miércoles 'The other side', canción que forma parte del soundtrack de la película Trolls World Tour, secuela del film de 2016. El sencillo fue producido por Ludwig Göransson, compositor sueco ganador del Oscar por la banda sonora de Black Panther.

Pero no es todo, también se informó que el soundtrack creado para el filme también incluirá a: Kelly Clarkson, Anderson .Paak, Mary J. Blige, Anna Kendrick, George Clinton, Dierks Bentley, Anthony Ramos, entre otros artistas. Gran parte de este soundtrack fue creado por el tándem Göransson-Timberlake, este último señalando que “ha sido un proceso muy divertido escribir y producir para este proyecto. Poder reunir a diferentes creativos de diversas disciplinas y géneros ha sido la parte más gratificante. Crear algo que sirva a la película sin dejar de existir, ha sido un desafío divertido que se hizo aún más emocionante al trabajar con otros artistas increíbles que nos ayudaron a armar esto ”.

Al respeto, la invitada en este primer adelanto, SZA, indicó estar emocionada al ser invitada a participar en este proyecto. “El proceso creativo de trabajar con Justin y el equipo se llenó de mucha emoción. Es una energía que puedes sentir tanto en la canción como en el video”.

La contagiosa canción se sometió a la lupa de los críticos de Babel, quienes dan su #PrimeraImpresión a continuación:

César Tudela: Casi como si su obra se tratara de un recorrido histórico, Justin Timberlake deja de lado el R&B y soul orgánico para hacer de lleno una versión actualizada de la onda disco con la talentosa SZA al frente. Desde los primeros segundos, 'The other side' apuesta por un irresistible beat funk sintético y elástico que hubiese enorgullecido al mismo Giorgio Moroder, y que es el colchón perfecto para la voz acaramelada de SZA (que trae al presente a Donna Summer y Janet Jackson) que se multiplica en gozo y fiesta. Pero que lo artificial no quite lo estimulante de la canción, que además tiene un clip que sobrevuela la estética del rap y el pop noventero, con harto traje plateado, cámara ojo de pez y habitaciones vacías donde Justin no se resiste al baile. Una canción retro, con varias apropiaciones de elementos del pasado (desde Michael Jackson a Daft Punk) pero reconvertidos con imaginación y nuevas herramientas tan propias de estos tiempos como clásico en su raíz, de manos de otro de los nuevos genios tras las bambalinas del pop que exportó Suecia a EE.UU.: Ludwig Göransson, productor responsable del aplaudido 'This is America' de Childish Gambino.

Cristofer Rodríguez: SZA es una artista poco conocida en el cono sur, pero en EE.UU. ya toma vuelo como la nueva promesa del soul, mientras Justin Timberlake es un consagrado showman que nada con comodidad en las aguas de la tradición afro del pop. La recientemente estrenada canción del dueto parece instalar con más convicción la idea de una retromanía disco para el año 2020, fortalecida tras los últimos lanzamientos de Dua Lipa. Siendo justos, tampoco es un fenómeno nuevo, considerando que hace un par de años la emergencia de The Weeknd y la reconversión funky de Bruno Mars ya lo anunciaban. Pero en esta canción hay una lectura sutil que bebe de otras fuentes del disco, menos ácidas que las de Mars, menos sensuales que las de Weeknd y menos pop que las de Dua Lipa, al cruzar la voz de impronta clásica de SZA y el feeling blue-eyed soul de Timberlake, que se deja influir tanto por Michael Jackson como por Mick Hucknall de Simply Red.

Bastián Fernández: De solo leer los nombres que participaron en la creación de la canción, ya se puede advertir que estamos ante una gran tema. La voz de Justin Timberlake junto a la de SZA y el trabajo de joyería que siempre realizan Max Martin y Ludwig Göransson, es sencillamente sublime, un ejemplo de cómo hacer buen pop. Para mí, ya se perfila como candidata para la próxima edición de los Oscar.