Nico Rojo: "Las luchas sociales como el feminismo, el ambientalismo y las diversidades sexuales tienen un adversario en común: la élite de este país"
En las afueras del Teatro de la Universidad de Chile, el que se encuentra frente al monumento del General Baquedano –punto central de la zona cero desde el estallido social–, está el músico emergente nacional Nicolás Rojo. Mira a su alrededor y reflexiona: “no hay mejor lugar para conversar sobre Nicolasa que este”. En 2019, ideó un personaje no binario con el que intentó retratar la sociedad chilena pre- estallido social, desde perspectivas feministas y de la lucha de clases. “Me parecía que era lo más sensato, dado que quería hacer letras que presentaran historias que no sentía propias porque las había escuchado en mi familia, en mi mamá y amigues. Con el personaje pude llegar más allá de lo que podía hacer con Nico Rojo, porque me permitía contar esos relatos desde otra perspectiva”, nos comenta mientras bebe un café de uno de los pocos locales que aún permanecen abiertos en Plaza Dignidad, nuestro punto de reunión.
El músico señala que todos esos relatos llegaron a él gracias a dos cosas fundamentales: “la vieja práctica de cultivar la conversa y andar con la oreja bien parada", comentando además que "me tocó estar en varios lugares de Latinoamérica, como en Perú y Colombia, entonces durante los viajes me fui nutriendo de esas experiencias y conociendo nuevos mundos. Si bien uno puede llegar a ser un universo, es bastante limitada la realidad que llegamos a conocer, por lo que abrirse es necesario para conocer diversas realidades", señalo el artista.
Si bien su obra, fue compuesta antes del estallido social, en sus composiciones se puede sentir y testear el ambiente de lo que ocurrió el pasado 18 octubre. Las letras que escribió Nicolás Rojas retratan de sobre manera ese Chile que tanto tiempo estuvo oculto para las autoridades, quienes cuando sucedió la llamada Primavera Chilena señalaron no vieron venir este descontento generalizado en la población. Temas como ‘Jungla Sanhattan’ permiten comprender, en parte, ese rechazo de la sociedad al sistema imperante.
El estallido de Nicolasa
Nicolás Rojo comenta que algo olfateaba y sentía que podía pasar en la sociedad, que era cosa de tiempo para que las personas salieran masivamente a las calles a exigir sus derechos. Por lo mismo, para él lo ocurrido el pasado 18 de octubre no fue una sorpresa, pero sí lo asombro que esto haya sucedido durante la promoción de su álbum Nicolasa.
– ¿Cómo contrapones tú trabajo con lo que ocurrió en país, con este despertar del pueblo chileno?
– A mí siempre me ha movilizado lo que pasa en las calles, me provoca mucho. He estado atento a lo que está pasando a nivel político y trato también de enterarme lo que está pasando en los países vecinos, los que en ocasiones tienen realidades parecidas. Cuando estaba haciendo el álbum, percibí que se estaban acumulando fuerzas en la ciudadanía, las que a veces no eran tan evidente porque no todo el tiempo la gente se estaba manifestando, pero si revisas en las dos últimas décadas, han existido una serie de manifestaciones. Nicolasa y mi disco anterior, Movimiento Americano (2018), responden justamente a esa percepción que he tenido sobre que están ocurriendo cosas en la ciudadanía. Para mí es una confirmación de lo que estaba viendo en la cotidianidad.
– De las canciones del álbum, ¿cuáles sientes que representan el estallido social?
– Todas están vinculadas, pero el último sencillo que publicamos, ‘Jungla Sanhattan’, habla sobre la resistencia a las arbitrariedades del poder y el agotamiento que existe sobre los abusos, También hay muchas referencias al pueblo mapuche, de hecho, está inspirada en esa lucha. La canción coincide con lo que ocurrió en el estallido social, que es la articulación de todas las luchas sociales como el feminismo, el ambientalismo y las diversidades sexuales... todas ellas tienen un adversario en común: la élite de este país.
– Para ti, ¿cuál es el rol del arte dentro del estallido social?
– Mira, soy reacio a pre-definir un rol para el arte. Es súper válido que la gente le esté cantando al desamor, pero inevitablemente los músicos también somos ciudadanos, por lo que en algún momento nos hacemos parte de. Ahora, a mí me brota un discurso politizado porque siempre me estoy informando y tratando de entender lo que está pasando en las calles. Pero si a alguien no le brota, también está bien. No podemos esperar que todas las canciones de aquí en adelante sean politizadas, pero sí que los artistas tengan una opinión. El rol del arte es reflejar, transmitir, al menos para mí.