El movimiento feminista y la influencia de Las Tesis llevaron a un empoderamiento femenino que se vio reflejado en las masivas funas en redes sociales. No obstante, las consecuencias legales para quienes denuncian a sus agresores se hacen presentes en un sistema judicial patriarcal y que desfavorece a las mujeres.

Las deficiencias en las legislaciones que abarcan la violencia y desigualdad de género han traído consigo este mecanismo de justicia social conocido como funas, en donde víctimas de agresiones físicas, abusos y hasta violaciones, han denunciado a sus agresores a través de redes sociales.

Las funas responden a esa falta de justicia que transgrede constantemente los derechos de las mujeres y en donde las víctimas no tan solo encuentran el apoyo que el sistema judicial no les entregó, sino que también crean una red de protección para evitar futuros casos. Todo, con el objetivo de dejar de normalizar e ignorar las situaciones de violencia que constantemente afectan al género femenino.

Sin embargo, han existido casos en donde los agresores han denunciado legalmente a quien hace la denuncia, como fue lo ocurrido con Francisca Díaz en 2018: La estudiante de Derecho de la Universidad Austral de Valdivia denunció por agresión sexual a Willy Fahrenkrog, ex fiscal subrogante de Hualaihué, en la Región de los Lagos.

Si bien Francisca quedó libre de cargos tras presentar un recurso de nulidad, en su momento su acción fue considerada como calumniosa y se le condenó a 3 años y un día de pena remetida tras un juicio marcado por irregularidades.

En ese sentido, es necesario saber que existen consecuencias para quienes deciden contar su historia en redes sociales. ¿Cuáles son y cómo enfrentarlas?

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Las consecuencias de un sistema patriarcal

Como señalan desde la Asociación de Abogadas Feministas de Chile (Abofem) a El Desconcierto, cuando se realiza una funa existen derechos fundamentales que se ven transgredidos y podrían significar el inicio de un procedimiento de acción penal privada contra la mujer. El propósito de esta acción es el de parar la difusión o bien recibir una indemnización económica por los “daños” causados a quien fue acusado en redes.

Por otro lado, quien es acusado públicamente por una agresión también podría interponer un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones, al verse vulnerado en sus derechos fundamentales como la honra, honor, privacidad o la presunción de inocencia, apelando principalmente a un daño moral, psicológico y hasta patrimonial.

Las consecuencias son un mero reflejo de un sistema poco empático con las necesidades de las mujeres. La organización feminista advierte que esto podría implicar el tener que eliminar la publicación y, si es que es acogido el recurso de protección, pedir disculpas públicas, ignorando de algún modo todo el proceso psicológico por el que pasa la víctima. En consecuencia, fomenta la invisibilización y normalización de la violencia patriarcal.

En ese sentido, Carolina Lafuentes Leal, psicóloga clínica y psicoterapeuta feminista, señala: “Es una situación de doble victimización y de vulneración de parte de la institucionalidad, junto con la complicidad de la masculinidad. Esto, porque nombrar, contar y profundizar sobre una experiencia de violencia, es muy complejo, sobre todo en una cultura que históricamente ha dudado de las mujeres”.

No existe la posibilidad de algún tipo de protección a quien vaya denunciar a su agresor en redes sociales. Sin embargo, Abofem se encarga de abordar estos procesos, ya sea mediante una orientación básica a fin de resolver las dudas y buscar una alternativa para poder cooperar con la necesidad de la víctima, como también con asesorías jurídicas, en donde se entrega el caso, se analiza y se le da una respuesta desde el punto de vista de una abogada.

La organización feminista informa que, en el caso de enfrentarse a una demanda, es importante que quién realiza la funa concurra a un abogado para ver en qué situación se encuentra o asistir a la audiencia en el caso que sea a través de un ministerio público.

En ese sentido, Abofem hace un hincapié en la importancia de llevar a cabo estas denuncias con un procedimiento formal: “Creemos en el derecho como una herramienta de justicia social, el derecho es la vía a través de la denuncia en los tribunales de justicia. Pero también entendemos que las mujeres, principalmente quienes realizan esta funa, se excusan muchas veces en razón de que el sistema al mismo tiempo no acoge a las víctimas como ellas quisieran sentirse acogidas y buscan estos distintos mecanismos, que son a través de redes sociales para expresar este dolor”.

Por otro lado, Paula Peña Muñoz, abogada de la misma agrupación, señala que es posible establecer que es necesaria una reforma integral al sistema que permita un ambiente seguro para las víctimas y que les devuelva el acceso a la justicia como una herramienta de reparación y prevención.

Finalmente, señala también que es un desafío la mejora de protocolos de acceso de las víctimas para abogados y quienes trabajan en el sistema. Es necesario que las mujeres se puedan sentir acompañas y encontrar la justica en el sistema para que, en un futuro, no exista la necesidad de recurrir a redes sociales para sentirse apoyadas.