A través de la Dirección de Justicia Social e Inclusión, que es parte de las políticas de Vinculación con el Medio de la UAHC, los compañeros del joven que perdió la vista por el impacto de perdigones en sus ojos se familiarizan con las tecnologías inclusivas para la reintegración del joven estudiante de psicología de 21 años.

El día 8 de noviembre, el estudiante de psicología Gustavo Gatica recibió el impacto de una serie de perdigones en ambos ojos por parte de carabineros. A fines de ese mes la Clínica Santa María informó oficialmente que Gatica no volvería a ver y la agitación en las calles aumentó mucho más. También en ese entonces, el rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Álvaro Ramis, informaba que dentro de su comunidad universitaria los compañeros de carrera del estudiante ya se estaban preparando aprendiendo el sistema de escritura braille para apoyar el regreso de Gatica a clases, lo cual ya era considerado un hecho.

“Gustavo tiene toda la voluntad de ser psicólogo, sus compañeros están preparándose para recibirlo y con ganas de aprender braille y de capacitarse para trabajar en grupo con él. Es, sin duda, el aspecto positivo de esta posibilidad que tenemos de acompañarlo y estar con él”, dijo la autoridad académica.

Precisamente, poco antes de que estallara la crisis social, el mismo plantel tenía programada la inauguración de su Centro de Tecnologías Inclusivas orientado, a través de diversas innovaciones, a formar a estudiantes y comunidad en general, en la compleja ruta de recibir a alumnos y alumnas con diversos grados de discapacidad visual, auditiva o de movilidad.

“Si bien íbamos a presentar el Centro de Tecnologías Inclusivas a mediados de octubre, la contingencia postergó la actividad y en ese mes ocurrió el lamentable atentado contra nuestro estudiante Gustavo Gatica. Esto, de alguna manera hizo evidente la necesidad de contar con una comunidad preparada para la inclusión. En ese contexto, los mismos compañeros de Gustavo manifestaron su intención de capacitarse en estas buenas prácticas por lo que la inauguración del Centro de tecnologías Inclusivas ocurre en un óptimo momento”, explica Isca Leyton, responsable de la Dirección de Justicia Social, Igualdad e Inclusión (DIJUS) de la universidad que planeaba este proyecto desde el año 2014.

El espacio cuenta con una impresora 3D para realizar diseños y piezas volumétricas a partir de herramientas que los estudiantes ciegos requieran, escaners capaces de convertir textos en audio o textos en imágenes que pueden ser “leídos” por otros softwares para personas con discapacidad visual, sets de útiles para trabajo practico con puntos braille y otro equipamiento electrónico adaptado. También hay una cineteca de cine con audio descriptivo, disponible.

En la oportunidad, también se socializaron diversos manuales de apoyo dedicados a la comunidad de estudiantes, profesores y funcionarios en el que se detallan prácticas inclusivas en la sala como evitar el rayar libros que impidan ser escaneados por la tecnología de reconocimiento óptico, la manera correcta de hablar con una comunidad con diferentes tipos de discapacidad o simulaciones del uso de bastón en el caso de alumnos ciegos. Incluso, dentro de poco se concretarían, incluso, talleres de test de Rorschach en braille.

“Estas innovaciones servirán de soporte para todo lo que Gustavo necesite, también sus compañeros que deseen aprender a usar estas tecnologías para su propio uso, su trabajo práctico o el desarrollo profesional que contemplen más adelante”, señala Leyton.