El "juego": La denuncia por abuso sexual de un conscripto en el regimiento de Infantería de San Bernardo
Al salir de cuarto medio, Nicolás Riquelme (18) optó por hacer el servicio militar. Podría haber entrado a estudiar Derecho, pero decidió tomar otro camino. Veía con buenos ojos lo que podría lograr dentro de la institución castrense, eso que muchos llaman “hacer carrera militar”.
El 9 de abril comenzó a hacer el servicio en la Escuela de Infantería de San Bernardo. Tenía compañeros que entraron obligados a hacerlo, sin embargo, Nicolás sentía que era “todo lo que quería”. Esa motivación se desmoronó semanas más tarde debido a que afirma que fue víctima de abuso sexual por parte de un superior.
A finales de junio, después de almorzar fue al baño a lavarse los dientes. En lugar se encontró con un cabo que estaba orinando. Éste le preguntó si tenía las manos secas. Nicolás le contestó que sí, y tras ello, el hombre le tomó sus manos y se las llevó a su zona genital sobre su pantalón.
La situación no era excepcional pues el mismo cabo le hizo lo mismo a otros compañeros. Nicolás pensó en un comienzo que quizás lo estaba “leseando”. No obstante, la situación se repitió otras dos veces. A la tercera colapsó y decidió contarle la situación a su madre.
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También conversó con sus compañeros. Muchos de ellos no le dieron importancia a la situación y la calificaron como “insignificante”. Sin embargo, uno de ellos, que se negó a hacerle caso al cabo, también demostró estar incómodo.
Luego de esto, ambos expusieron la situación ante sus superiores en la Escuela de Infantería. Esto los llevó a sufrir amenazas por parte de otros conscriptos, quienes le dijeron que le había “cagado” la carrera al cabo.
El lunes 29 de julio, la abogada de Nicolás puso una denuncia por abuso sexual ante la Fiscalía Militar. Luego de esto, comenzó una investigación sumaria en contra del cabo, que de inmediato fue trasladado de unidad.
“Cuando denuncié eso un superior me dijo que qué buscaba con esto. Si acaso buscaba plata. Yo me sentí mal porque en es esa situación una persona normal lo que menos busca es plata; busca su protección”, cuenta Nicolás a El Desconcierto.
En la investigación sumaria ordenaron que Nicolás fuera al psicólogo y, éste recomendó que fuera dado de baja. Cuando terminaron las indagaciones el hecho fue calificado como un “juego” y el militar fue sancionado con un día de arresto.
“A él lo protegieron y a mi no porque era alguien pasajero en la institución, alguien que iba a estar un año. A él lo protegieron porque es de planta, porque va a seguir su carrera ahí”, afirma Nicolás.
El pasado 21 de octubre, en medio del Estado de Emergencia que se decretó en el país, a raíz del estallido social, el joven y su compañero fueron dados de baja en el Ejército. En el caso de Nicolás esta decisión se justificó por “salud incompatible con las exigencias del Servicio Militar Obligatorio”.
El caso aún sigue en la Primera Fiscalía Militar y Nicolás fue citado al Servicio Médico Legal en abril para continuar con la investigación. Desde El Desconcierto nos comunicamos con el Ejército para obtener su versión de los hechos, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvimos respuesta.