Iván Monalisa Ojeda: Los dos espíritus de un artista transgénero

Iván Monalisa Ojeda: Los dos espíritus de un artista transgénero

Por: Elisa Montesinos | 20.09.2019
Es a través de Monalisa que Iván comienza a experimentar el deseo. Y a través de la prostitución, a mediados de los años 90 en Manhattan, descubre el universo lleno de aventuras que lo inspira a escribir las historias de sus libros "La Misma Nota Forever" (Sangría Editora) y "Las Biuty Queens" (Alfaguara). Con fecha de estreno en octubre próximo en el Festival Internacional de Cine de Valdivia, el documental "El Viaje de Monalisa" de la realizadora chilena Nicole Costa da cuenta de la vida cotidiana de este artista trans.

El pasado viernes 13 de septiembre se celebró en el Instituto Cervantes de Nueva York una charla sobre el imaginario queer en el marco de la Feria Internacional del Libro de NY. Esta actividad, que se presentaba como el evento de clausura de la iniciativa organizada por la Universidad de CUNY, llenaba el auditorio de ávidos lectores, escritores  e intelectuales. 

Aquí llegó a presentarse Iván Monalisa Ojeda (1966), quien tras lanzar su segundo libro, Las Biuty Queens, con Editorial Alfaguara, generaba un evidente interés por parte de los asistentes. El escritor/a nacido en la provincia de Llanquihue y residente en la ciudad de Nueva York por más de veinte años, apareció luciendo una larga cabellera anaranjada, vestido estampado y un glamouroso turbante. Bastó con que comenzara a leer uno de los cuentos de su libro para que el público lo celebrara con sonoros aplausos. Monalisa, también protagonista de sus propias historias, habla con soltura derrochando femineidad. Pero no siempre es así. En sus turnos como vendedor de una concurrida tienda de H&M en downtown Manhattan, Ojeda prefiere “dejar a la Monalisa en casa” y acudir a su “versión masculina”: pantalones, polera y jockey. Y es que Iván Monalisa a sus casi 53 años define su identidad como “two spirit transgender”, y lo mismo le da si se le trata de “él” o “ella”. 

Lo primero que hizo cuando decidió comenzar sus trámites de legalización en EEUU fue cambiarse el nombre. Eligió pasar de llamarse “Fernando Iván” a “Iván Monalisa”, como una forma de conservar su masculino y oficializar su femenino. “La pluma es seducción –afirma– y por lo tanto es universal. Y lo interesante de estos tiempos es que gracias a la teoría de género nos vamos dando cuenta de que no hay nada absolutamente femenino ni nada absolutamente masculino”. Iván Monalisa asegura que este imaginario queer se venía gestando desde que era un joven estudiante de Teatro de la Universidad de Chile, y que incluso escribió y dirigió dos obras con personajes no binarios a principio de los años 90. Pero no siempre vivió con tanta claridad esta postura. “Yo en Chile me consideraba gay porque era lo único que conocía y porque el contexto político y social de aquellos tiempos no nos daba muchas más opciones. Fue acá en Nueva York donde vine “a encontrarme” con la Monalisa. Acá recién la trenza se me soltó y se me fue de aquí al Bronx pa´ atrás por donde vengo”. 

[caption id="attachment_312405" align="alignnone" width="2560"] Fotograma de El Viaje de Monalisa[/caption]

Efectivamente es a través de Monalisa que Iván comienza a experimentar el deseo. Y a través de la prostitución, a mediados de los años 90 en Manhattan, descubre el universo lleno de aventuras que lo inspira a escribir las historias de sus libros La Misma Nota Forever (Sangría Editora) y Las Biuty Queens (Alfaguara). “Yo hablo de lo que vivo, y lo que escribo es lo que soy. No puedo separarme de mis historias porque en realidad no estoy creando nada. Soy un mero artesano que construye algo con un material que ya existe, que siempre estuvo ahí”.

Arte y vida fue lo que encontró la actriz y realizadora chilena Nicole Costa, ex compañera de universidad de Iván, cuando volvió a encontrarse con él en Nueva York el 2012, después de diecisiete años de haberle perdido la pista. “Nuestro reencuentro hizo que ambos recuperáramos inmediatamente nuestra amistad y todas las actividades creativas que solíamos practicar cuando estábamos en la Chile –recuerda–, así que el proceso de comenzar a grabarlo en realidad se dio de una forma muy natural, y él nunca tuvo ninguna objeción al respecto”. Nicole confiesa que se sintió fascinada con la forma en que su amigo había construido a Monalisa y entonces empezó a registrarlo. “Sentí que había centrado todo su genio creativo en una obra que definitivamente era mucho más importante que cualquier otra: su propia identidad”.

Siete años de grabación acabaron dando forma a un largometraje documental que finalizó este año, financiado con fondos del Estado chileno. La película El Viaje de Monalisa de Mimbre Producciones, se estrenará en el Festival Internacional de Cine de Valdivia entre el 7 al 13 de octubre.

[caption id="attachment_312404" align="alignnone" width="2560"] Fotograma de El Viaje de Monalisa[/caption]