Los incendios en la Amazonía de Brasil dejan a Sao Paulo en la oscuridad
*Esta información es republicada en el marco de una alianza con el medio internacional de noticias Mongabay Latam.
Los incendios forestales han aumentado dramáticamente en la Amazonía brasileña este año como consecuencia del aumento de las tasas de deforestación, lo que genera preocupación entre los ambientalistas sobre el destino del bosque tropical más grande del planeta.
Existen 74 155 incendios activos entre el 1 de enero y el 20 de agosto. Se trata de un aumento del 85 % en comparación con el mismo período en 2018, según datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de Brasil. Aproximadamente la mitad de los fuegos ocurridos en este año se registraron en los últimos 20 días.
En una nota técnica publicada en la tarde del 20 de agosto, la ONG brasileña IPAM (Instituto de Investigación Ambiental en la Amazonía) dijo que no encontró ninguna evidencia para argumentar que los incendios fueran consecuencia de la falta de lluvia.
«El incendio que vemos hoy es un incendio que está directamente relacionado con la deforestación», dijo Ane Alencar, directora científica de IPAM.
Alencar, quien fue coautora de la nota técnica, enfatizó en que estos no son incendios forestales, sino provocados por el hombre y que ocurren cada año en áreas específicas. Según ella, este tipo de incendios son una última etapa común del proceso de deforestación en la región amazónica.
«Cortaron los árboles, dejaron secar la madera y luego le prendieron fuego, para que las cenizas puedan fertilizar el suelo», explicó, y agregó que cuando llegan las lluvias, el pasto florece a corto plazo a partir de los nutrientes que dejan las cenizas.
El presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, reaccionó el 21 de agosto, sugiriendo que miembros de ONG podrían estar detrás de los incendios, según informó el periódico Folha de São Paulo.
«Podría haber, no estoy diciendo, una acción criminal por parte de estos miembros de las ONG para llamar la atención contra mí, contra el gobierno de Brasil», dijo en la entrevista, que después fue publicada por el gobierno en las redes sociales.
Según le dijo al diario brasileño, la medida podría ser una represalia contra el gobierno por haber causado la suspensión de un pago de 33.2 millones de dólares de Noruega al Fondo Amazon (Amazon Fund).
Cielo negro en Sao Paulo
Los incendios en Brasil empezaron a captar la atención internacional desde la tarde del 19 de agosto, cuando los cielos de São Paulo se pusieron negros repentinamente, provocando que la temática «Amazon Fires» (Incendios en la Amazonía) se extendiera ampliamente en Twitter bajo el hashtag #PrayforAmazonas y estimulando la discusión sobre el vínculo entre los incendios y el fenómeno de deforestación.
Los medios de comunicación pronto informaron que la causa de un evento tan inusual fue la combinación de dos fenómenos estrechamente relacionados. El primero fue la llegada de una masa de aire frío, que aumentó la cantidad de nubes bajas y niebla sobre la ciudad. El segundo es que cuando el frente frío se expandió, se dio un cambio en los patrones de viento y esto trajo a la ciudad el humo proveniente de los incendios forestales en la región amazónica y otras partes de Sudamérica, a pesar que se encuentran a miles de kilómetros de distancia.
La formación de este «corredor de humo», como se le llama, depende de varios factores, dicen los expertos. “Siempre hay incendios en esta época del año. Pero el corredor de humo no se forma todos los años pues depende de factores como la cantidad de incendios y su intensidad, el tipo de combustible que genera las conflagraciones, la humedad del suelo y los problemas meteorológicos», explicó Santiago Gassó, investigador de la NASA, a UOL Noticias.
La situación es especialmente grave en la región amazónica. El estado de Acre y algunas zonas del estado de Amazonas han declarado el ‘estado de emergencia’ para combatir los incendios.
Lo que preocupa a los científicos es que este no ha sido un año atípico en términos de eventos climáticos. No ha habido sequías extremas o eventos meteorológicos como El Niño, que generalmente se asocian con un fuerte aumento de incendios como los experimentados en la región en 1998, 2005 y 2015.
En cambio, los incendios de este año parecen estar estrechamente relacionados con la deforestación: los datos del IPAM muestran que los 10 municipios con las tasas de deforestación más altas también tienen el mayor número de incendios este año.
Según Ane Alencar, este año los incendios comenzaron antes. Los terratenientes usualmente talan y queman sus tierras aproximadamente un mes antes del inicio de las lluvias. Pero las lluvias no comenzarán antes de finales de septiembre, incluso más tarde en la zona norte de la Amazonía. «Esto podría significar que habrá mucho más fuego por delante».
Imagen principal: Imagen de referencia, incendio en la Amazonía. Foto: Jorge Contreras.