“¿Qué es la OAB? ¿Qué intenciones tiene? Si un día el presidente de OAB pretende saber cómo su padre desapareció durante el gobierno militar yo le puedo contar. Él no querrá saber la verdad, pero yo se lo cuento”.

Estas palabras del presidente brasileño Jair Bolsonaro fueron pronunciadas en la mañana de este lunes (29/7) en conferencia de prensa y se refieren a Felipe Santa Cruz, presidente de la OAB (Orden de los Abogados de Brasil, entidad similar al Colegio de Abogados en Chile) y a su padre, el líder estudiantil Fernando Santa Cruz desaparecido en febrero de 1974 tras ser secuestrado por agentes del DOI-CODI (Departamento de Operación de Informaciones - Centro de Operaciones de Defensa Interna, órgano represor brasileño similar a la DINA en Chile), durante el régimen militar de aquel país.

Fernando Santa Cruz era estudiante de derecho, funcionario del Departamento de Aguas y Energía Eléctrica de São Paulo e integrante del grupo Acción Popular Marxista-Leninista. Cuando fue secuestrado, su hijo Felipe tenía solamente 2 años.
En el informe de la Comisión de la Verdad, realizado durante el gobierno de Dilma Rousseff (2011-2016), se registra que Fernando no era parte de las acciones armadas organizadas por Acción Popular, sino que era solo un militante de un grupo de izquierda que estaba en la ilegalidad por decisión política de la dictadura brasileña (1964-1985). El documento también afirma que Santa Cruz “tenía empleo y dirección conocida, no se trataba de alguien que estaba clandestino o que se encontraba huyendo de los órganos de seguridad de la época”.

Al ser cuestionado por su declaración, Bolsonaro aclaro que “no es mi versión, es mi sensación por haber vivido y llegar a la conclusión sobre esa cuestión. Su padre integró la Acción Popular, el grupo más sanguinario y violento de la guerrilla de Pernambuco (estado brasileño cuya capital es Recife) y vino a desaparecer en el Río de Janeiro”, comentó el presidente.

Sobre el autor del cuchillazo

Otro tema curioso es que la declaración de Jair Bolsonaro surgió tras su reclamo por la actuación de OAB referente al caso de Adélio Bispo, el autor del cuchillazo recibido por el entonces candidato presidencial durante la campaña, en septiembre del año pasado.

En junio pasado, Bispo fue sobreseído por la Justicia, que lo consideró mentalmente incapaz de comprender lo que había hecho, aunque lo mantuvo en la cárcel de máxima seguridad a la espera de que un reporte médico confirme su liberación y posible traslado a un centro siquiátrico.

Bolsonaro alega que OAB actuó en favor de Bispo y sobre todo de esconder una supuesta relación de este con el exdiputado Jean Wyllys y su partido, el PSOL (Partido Socialismo y Libertad), quienes el mandatario asegura que están por detrás del atentado en su contra, debido a que Bispo está registrado como militante de ese partido en el año 2013 – aunque no se registra ninguna participación suya en eventos o congresos realizados por PSOL en su estado, Minas Gerais (cuya capital es Belo Horizonte).
Lo insólito es que, a pesar de esas críticas la defensa de Bolsonaro no presentó ningún recurso en contra de la decisión de la Justicia de sobreseer a Adélio Bispo, aunque tenía derecho a realizarlo. Razón por la cual el caso está definitivamente cerrado, y las palabras del presidente no significan ningún cambio en ese sentido, sirviendo solo para la polémica.