Jorge Sharp explica la fórmula que permitió reducir en más de 5 mil millones el déficit municipal en Valparaíso el último año
"La mejor manera de poder responder a esta ofensiva que han tenido algunos actores de la derecha en Valparaíso hacia la alcaldía ciudadana es con la gestión, es con nuestro trabajo y con los resultados que se han obtenido en estos dos años". Así enfrenta el alcalde Jorge Sharp la reciente acusación de parlamentarios de Renovación Nacional por notable abandono de deberes.
Durante el pasado martes, el senador Francisco Chahuán, el diputado Andrés Celis y el consejero regional Jaime Perry presentaron una denuncia ante Contraloría contra Sharp, apuntando a la municipalidad por no haber respondido cerca de 300 oficios enviados por Carabineros sobre situaciones de riesgo en la ciudad. Presencia de roedores, sitios eriazos, riesgo de incendios y árboles en mal estado habrían sido algunos de los temas advertidos por la policía.
En entrevista con El Desconcierto, el alcalde porteño asegura que en dos años de gestión se han hecho cargo de uno de los temas más graves que enfrentaba el municipio: las serias deficiencias financieras heredadas de las administraciones anteriores: "En 2016 el déficit alcanzaba aproximadamente los 22 mil millones de pesos, hoy es cercano a los 14 mil. Hemos logrado reducirlo a partir de un conjunto de acciones: mayor captación de recursos, reducir gastos innecesarios, poner fin a contratos que sólo eran lesivos para el patrimonio municipal y esto se traduce en una municipalidad más transparente, más legitimada ante el gobierno nacional, regional y ante los actores de la ciudad".
En este escenario, Sharp recalca que el municipio de Valparaíso cuenta con una mayor capacidad "para hacerse cargo del desarrollo de la ciudad, con más plazas, parques, sedes, canchas, derechos sociales y acciones que vayan poniendo en el centro el interés y bienestar de las porteñas y porteños".
A la vez, advierte que no hay ningún reclamo de Contraloría "que pueda poner en entre dicho nuestro nuestra gestión en ese sentido". Un escenario distinto al que enfrenta su par Virginia Reginato en Viña del Mar, tras el informe del ente fiscalizador que arrojó diversas irregularidades en la administración municipal.
"La derecha en la región de Valparaíso tiene cuentas pendientes con la transparencia y con la democracia. Eso ha quedado demostrado en lo que ha tenido lugar en los últimos días en distintas ciudades y lugares de Valparaíso. Es además una expresión de la crisis que vive la derecha, que cuenta con partidos como la UDI, cuyos personeros han estado permanentemente desfilando por tribunales de justicia o en investigaciones impulsadas por la Fiscalía", argumenta.
El jefe comunal recalca que, a pesar de no contar con los recursos de otras ciudades, Valparaíso está avanzando "en una gestión transparente, pensada en el bienestar de los vecinos, una gestión profundamente democrática, que dialoga y que es sensible a los intereses de la comunidades organizadas. Así que efectivamente, a propósito de la acusación de notable abandono que hicieron estos personeros, nosotros declaramos que hemos abandonado la corrupción, las malas prácticas, la pasividad, los proyectos ilegales, hemos abandonado el silencio ante el centralismo asfixiante de Santiago y la política de trincheras, la política chica, de lo inútil, intentando articular acuerdos amplios que no excluyan a nadie y que pongan en el centro el interés de la ciudad la idea del buen vivir".
La fórmula de ahorro del municipio porteño
A pocos días de la acusación de RN, Sharp realizó la segunda cuenta pública de su gestión, que tuvo como gran noticia la reducción de más de 5 mil millones del déficit arrastrado hace años. En diciembre de 2016, cuando asumió el mando, un informe de Contraloría ordenó las arcas municipales y cifró la deuda real en $21.256 millones de pesos.
Además, anunció aumentaron los ingresos de la municipalidad en un 13% y que el año 2018 no registró déficit para la administración. De esta manera, en dos años, la alcaldía logró reducir su déficit total en $6.824 millones.
El alcalde asegura que la actual política financiera de la municipalidad cuenta con tres ejes: una agresiva captación de recursos, cambios en el modelo de gestión y reducción de los gastos. Para ello tuvieron que dar término a diversos contratos que mantenían con algunos proveedores. Por ejemplo, en 2017 terminaron con la situación de 145 trabajadores subcontratados que prestaban servicios a la comunidad en condiciones de precariedad y que pasaron a ser socios de una cooperativa patrimonial. También han finalizado contratos de arriendo de maquinarias, que ahora en su mayoría son de propiedad del municipio y "hace que sea mucho más barato que arrendar a un tercero", explica.
El líder autonomista también asegura que "cerramos un contrato sumamente cuestionado con la empresa Penta, la misma cuyos jerarcas han estado juzgados por los tribunales de justicia, y que establecía un sobreprecio. Eso ha permitido que al menos en términos de ahorro, solo por cerrar o repactar contratos, estemos hablando de 4 mil millones de pesos, que equivalen a la construcción de un Cesfam en Valparaíso".
La reducción del pago de horas extras y de gastos vinculados a viajes es otra de las fórmulas adoptadas por la alcaldía ciudadana. "A diferencia de lo que se hacía en la administración anterior, procuramos que cada uno de los viajes que realiza el alcalde impliquen ningún costo o el menor costo al municipio y estén completamente justificados. Hay un conjunto de acciones que tienden a explicar esta reducción del déficit y esto expresa que es posible tener en las municipalidades un modelo de administración distinto, eficiente, transparente y que tenga la voluntad política de poner siempre en el centro a las comunidades organizadas y al bienestar común", insiste.
"Hoy la municipalidad no es un enemigo"
Más allá de las cifras, el alcalde de Valparaíso enfatiza que en estos dos años de gestión han intentando que el municipio "no sea un instrumento para administrar lo posible, para administrar pobreza, para administrar frustración, silencios, sino que más bien convertir a la municipalidad en un verdadero gobierno local, que con un proyecto de desarrollo que pronto vamos a presentar a través de Pladeco (Plan de Desarrollo Comunal), constituya un instrumento de las comunidades organizadas y de la ciudadanía para poder cambiar la ciudad".
Para Sharp, "sacar a Valparaíso al siglo XXI" es uno de los desafíos de la alcaldía ciudadana. "Hoy día la municipalidad no es un enemigo, un adversario, un obstáculo de las comunidades, sino que lo que intentamos hacer es poner a la municipalidad con la gente, no delante, sino que al lado y que en definitiva los ciudadanos vean la vean como un aliado en la lucha que han dado por muchos años para lograr un Valparaíso mejor, del buen vivir, de derechos, que en definitiva no deje a nadie atrás", añade.
El líder comunal reconoce que hay cosas pendientes y otras que no se han hecho bien y recalca que "la autocrítica es un elemento fundamental de este proyecto". Sin embargo, asegura que enfrentan la segunda parte de su administración "más maduros, más reflexivos, entendiendo las complejidades que supone impulsar una administración distinta, innovadora, que aporte a la transformación social, con todos los obstáculos que tienen las municipalidades".
Por último, el alcalde aludió al rol pionero que han jugado los municipios en comunas como Valparaíso y Recoleta, con iniciativas que han desafiado los límites de la administración municipal: "Lo que hemos hecho en la red de farmacias populares, la red de ópticas, la red de salud complementaria, lo hemos impulsado con fuerza sin que se mueva ninguna ley, sin que cambie ninguna coma en el estatuto jurídico que regula las municipalidades en Chile, lo que habla que con la voluntad política de los equipos que las encabezan, las municipalidades pueden transformarse en agentes de cambio", cierra.