Expertos y activistas vaticinan fracaso de estrategia antidrogas del gobierno de Sebastián Piñera
Las cifras entregadas por el 12° Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), que revelaron un aumento en el consumo de sustancias por parte de los jóvenes chilenos, generaron preocupación en el gobierno que comenzó con una fuerte ofensiva antidrogas con medidas como el narcotest que comienza a implementarse hoy.
A esto se suma el plan "Elige vivir sin drogas" que fue anunciado el pasado 2 de abril a través de un discurso en cadena nacional donde el presidente Sebastián Piñera afirmó que este proyecto contará con un presupuesto anual de $512 millones de pesos. Este plan está basado en el modelo islandés “Planet Youth” que logró bajar las cifras de consumo de sustancias en el país europeo.
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A pesar del entusiasmo con el que el Ejecutivo planteó esta iniciativa, expertos y organizaciones ponen en cuestión la eficacia del plan y plantean que las estrategias que se basan en la abstinencia han fracasado en todos los países donde se han aplicado.
Según el director ejecutivo de la Fundación Chile 21 y ex jefe nacional de Seguridad Pública del Ministerio del Interior, Eduardo Vergara, el plan "Elige vivir sin drogas" fue diseñado para una realidad muy distinta a la que vive Chile.
"Vivimos en un país donde la realidad de la familia es dramáticamente diferente a la realidad de la familia en países como Islandia. Mientras que en países como Islandia hay horas acotadas de trabajo y la familia le puede dedicar más tiempo a los niños, en Chile vivimos en un país donde hay comunas como Pudahuel que tienen que levantarse a oscuras en la mañana, subirse a una micro cruzar Santiago y volver de nuevo a oscuras sin poder ver a su hijo ni en la mañana ni en la noche", señala el abogado en referencia a uno de los pilares del programa que se basa en que los padres pasen más tiempo con sus hijos.
En la misma línea, Vergara argumenta que basar el plan en la abstinencia a las drogas es ver la realidad de una manera utópica.
"Lo primero es que tenemos que preparar a nuestros niños no para decir que 'no' sino que para que aprendan a vivir en un mundo donde las drogas están presentes. Eso significa que tenemos que entregarles información basada en la evidencia y la verdad que sustente el empoderamiento de estos a poder tomar decisiones. No es algo que tiene que ver con una opción sino que con la cantidad de herramientas e información con la que tu cuentas, lo segundo es que nuestros programas preventivos y educativos tienen que estar también centrados en la reducción de daños porque hay niños que cuando sean adultos van a optar por usar droga", agrega.
El problema más grave es el alcohol
Una de las principales preocupaciones del plan “Planet Youth” además de bajar el consumo de drogas ilegales, era reducir el consumo de alcohol y tabaco. En eso el plan demostró ser exitoso puesto que en 1998 un 40% de los jóvenes islandeses señaló que había bebido durante los últimos 30 días mientras que en el año 2018 menos del 10% había consumido alcohol en el mismo periodo de tiempo.
A pesar de que en Chile el 64% de los jóvenes afirma que se embriagó en el último mes, la retórica del gobierno se ha centrado más en el combate contra las drogas ilegales.
Esto a juicio de la directora ejecutiva de Fundación Daya, Ana María Gazmuri, contraviene las bases del modelo islandés puesto que éste "no habla de drogas, ni estigmatiza las sustancias" y se enfoca en otro tipo de actividades que generen las condiciones apropiadas para que los jóvenes resuelvan "sus impulsos de exploración y búsquedas de sentido"
"Esto se hace desde parar la guerra a las drogas y parar la discusión ya no de la sustancia sino a estos otros ámbitos. Entonces qué vemos acá que se quiere imitar el modelo islandés pero la forma de implementarlo hace lo contrario a lo que propone ese modelo", señala.
Según Gazmuri, la estrategia del gobierno es similar a la adoptada por el presidente estadounidense Ronald Reagan quien le declaró la "guerra a las drogas" y que según han estudiado los expertos se transformó en un paradigma del error en la forma en la que se enfrenta una política pública de este tipo.
Al igual que Vergara, la activista afirma que es una "fantasía" pensar en un mundo donde no existan las drogas. "Un mundo libre y un mundo libre sin drogas son incompatibles. Un mundo libre es un mundo con drogas. No se trata de hacer una apología a las drogas sino que hay una mirada de respeto al ámbito de la soberanía personal y la decisiones que los individuos toman en su privacidad", argumenta.
Además de esto, a la activista le llama la atención que se haga una campaña tan agresiva contra la marihuana debido a que desde el 2015, según las mismas cifras del Senda, se ha registrado una baja en el consumo. Según su visión esto coincide con la irrupción del movimiento por el uso medicinal del cannabis.
"Cuando empieza a haber más información, más discusión, más instalación en la agenda pública, eso coincide con el quiebre a la tendencia al alza en el consumo juvenil en Chile", plantea.
La discusión de las drogas también ha llegado al Congreso
El pasado 4 de abril, el diputado del Frente Amplio, Diego Ibáñez fue tema de debate puesto que confesó que consumió marihuana y que eso no afectó la "calidad de su trabajo".
Sus declaraciones fueron criticadas por parte de partidos del oficialismo. De hecho, la diputada RN Camila Flores, planteó que todos los congresistas se hicieran un test de drogas.
Ante esta situación, Ibáñez se mostró sorprendido y afirmó a La Tercera que estas reacciones reflejan "lo lejano que está la política de la sociedad y lo necesario que es superar el populismo penal".
Dentro de su mismo conglomerado, el diputado Vlado Mirosevic ha impulsado con fuerza la despenalización de la marihuana como forma de combatir el narcotráfico.
"Yo me atrevería a apostar que terminado este gobierno, en tres años más, lo más probable es que el consumo de drogas en adolescentes y jóvenes haya aumentado también en adultos y también haya aumentado la violencia, los delitos asociados al consumo y al tráfico y la corrupción, por los menos esos tres indicadores yo estoy seguro que van a aumentar", asegura.
"No tiene que ver con este gobierno porque con el anterior fue exactamente igual. Tiene que ver con una tendencia que es esta política de prohibición que fracasó en el mundo entero", agrega.
Además de esto, Mirosevic criticó el presupuesto que tiene el programa "Elige vivir sin drogas", el cual considera insuficiente. "Con eso no se hace nada, no va a haber ninguna capacidad de bajar el consumo si no es a través de combatir al narcotráfico directamente", argumenta.
Por su parte, Eduardo Vergara también planteó sus críticas a los recursos destinados al plan. "Si 'Elige vivir sin drogas' sigue con presupuesto de 500 millones de pesos lo que equivale si lo dividimos por los niños vulnerables en los municipios donde se va a implementar este plan a una inversión de 250 pesos por niño, el plan inevitablemente va a ser un fracaso", sostuvo.