¿Amenazará la destructiva expansión de la industria salmonera los cien años de relaciones chileno-noruega?

¿Amenazará la destructiva expansión de la industria salmonera los cien años de relaciones chileno-noruega?

Por: Juan Carlos Cárdenas | 27.03.2019
Dicen que si la industria salmonera tuviese un cielo este se ubicaría en Noruega, y si tuviese un infierno se encontraría en Chile, ya que nuestro país evidencia los peores estándares laborales de esta industria a nivel global -31 trabajadores/as muertos entre julio de 2013 y enero de 2019- y un pésimo comportamiento sanitario y ambiental: abusivo empleo de antibióticos y antiparasitarios, mega crisis del virus ISA, sucesivos bloom de algas nocivas y tóxicas, masivos vertimientos de mortalidades al mar y de pinturas anti-fouling tóxicas a ríos y lagos, y hundimientos de well-boats salmoneros, entre otros.

El rey Harald V y la reina Sonja de Noruega realizan una visita de Estado a Chile, respondiendo a una invitación del Presidente de la República Sebastián Piñera con motivo de conmemorarse 100 años de relaciones diplomáticas entre ambos países.

Los monarcas vienen con una delegación de 60 empresarios los que junto a la Ministra de Relaciones Exteriores, Ine Eriksen Søreide, y el Ministro de Pesca, Harald T. Nesvik, se reunirán con diversos sectores estatales, empresariales y del mundo de la cultura. Además, visitarán Punta Arenas y Puerto Williams, Región de Magallanes y Antártica chilena, donde firmarán acuerdos de cooperación antártica y oceánica, áreas claves para los intereses geopolíticos noruegos en el hemisferio sur.

Chile es el segundo mercado para las inversiones noruegas en Sudamérica. Las 60 empresas existentes en nuestro país, transforman a Noruega en el mayor inversionista extranjero en la pesca y la salmonicultura industrial chilena.

A su vez, ambos países controlan el 70% de la oferta mundial de salmones de cultivo, jugando las empresas y el sistema financiero noruego un papel clave en el actual ciclo de expansión territorial, el que permitirá alcanzar una producción de 1,2 millones de toneladas anuales de salmónidos para el 2032, las que se concentrarán en los biodiversos y prístinos ecosistemas de la Patagonia chilena.

La cumbre empresarial Chile - Noruega 2019

La estadía de la delegación noruega contempla la realización de una cumbre empresarial chileno-noruega, donde participarán Alf-Helge Aarskog, director ejecutivo de la cuestionada empresa transnacional Marine Harvest (recientemente denominada Mowi), y José Ramón Gutiérrez, director ejecutivo de Multiexport Foods, perteneciente en un 25% a la transnacional japonesa Mitsui. También estarán presente los directores de la patronal Salmón de Chile y los ejecutivos de su brazo técnico, el Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal).

El asalto del paraíso patagónico austral

La visita del rey Harald V y la reina Sonja a la Patagonia chilena, más allá de los aspectos protocolares, científicos y de lobby pro-salmonero, posee un alto valor simbólico y estratégico para los intereses y la política polar de Noruega.

En la actualidad, la mega industria salmonera se encuentra en un activo proceso de expansión territorial en la Región de Magallanes, con un exponencial crecimiento productivo que va desde las 68.000 toneladas el 2016 a 85.000 ton. el 2018, proyectándose alcanzar las 140.000 ton. el 2024, y contribuir sustancialmente con la meta de lograr 1,2 millones de ton. a nivel nacional para el 2032.

De manera sincronizada, el Estado noruego también busca extender y consolidar su presencia en las aguas de la Patagonia argentina. Así lo demuestra la visita realizada en marzo del 2018 por el rey Harald V a la Casa Rosada, donde el Ministerio de Agro-industria transandino firmó un convenio de cooperación con Innovation Norway para estudiar durante los años 2018 y 2019 la factibilidad de establecer monocultivos industriales de salmón en el canal de Beagle y el litoral de Santa Cruz, Tierra del Fuego.

La salmo-industrialización de la Patagonia busca que las inversiones noruegas puedan acceder a nuevas áreas de pristinidad sanitaria y ambiental, que les permitan asegurar un crecimiento continuo de este billonario negocio exportador, que en el caso chileno supera los 5 billardos (5 mil millones) de dólares anuales.

Como es sabido, dichas condiciones sanitarias están desapareciendo rápidamente en las contiguas regiones de Los Lagos y Aysén, donde por 40 años las operaciones salmoneras intensivas, que hoy alcanzan las 800.000 toneladas anuales de salmones, que en un 98% son exportadas, vienen provocando seriales crisis sanitarias, ambientales y sociales.

Como era de esperar, los cupulares acuerdos de expansión salmonera con Noruega están generando un amplio rechazo de sectores políticos, sociales, de organizaciones ciudadanas y ambientalistas, comunidades Kawésqar y Yaganes, junto a chefs y científicos, tanto en Argentina como en Chile, quienes alertan sobre los potenciales impactos sanitarios y ambientales que generaría la introducción masiva de estas especies de peces carnívoros provenientes del hemisferio norte en las prístinas aguas de la Patagonia sudamericana, tomando en consideración las cuatro décadas de desastrosas experiencias sanitarias y ambientales en el archipiélago de Chiloé.

Los dobles estándares de las empresas salmoneras noruegas en Chile

En el proceso de expansión de la inversión noruega en la industria salmonera, llama la atención la aplicación de dobles estándares ambientales, sanitarios, laborales y sociales en Chile. Esto se puede ejemplificar con el caso de la empresa Mowi/Marine Harvest, el mayor productor y exportador de salmón a nivel mundial, la cual se comporta como si existiera un “far west” en el sur de Chile.

En julio del 2018 se escaparon 670.000 salmones de su centro de cultivo ubicado en Punta Redonda, comuna de Calbuco. El Ministerio de Economía chileno señala que Mowi/Marine Harvest es la empresa con mayor número de escapes de salmones en aguas chilenas, habiéndose registrado 50 eventos durante los últimos ocho años, los que involucran un total de 2 millones de salmones escapados a los vulnerable ecosistemas marino-costeros y ríos de la Región de Los Lagos.

En el escape del 2018, Mowi/Marine Harvest violó el artículo 118 de la Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA), al no recapturar el 10% de los salmones escapados. En forma complementaria, llamó a los pescadores artesanales de Puerto Montt a capturar ilegalmente los salmones escapados que estaban en el mar, lo que viola la LGPA. Además, intentó engañar al Estado chileno entregando documentación falsa proveniente del pago irregular de 32 millones de pesos a dirigentes y pescadores artesanales, los cuales mintieron ante un notario, asegurando el haber realizado una supuesta “recuperación” de peces, la que habría alcanzado los 32.000 ejemplares de salmón Atlántico escapados desde los alrededores del centro de cultivo de Mowi/Marine Harvest.

Luego de denuncias del Sernapesca y la Armada de Chile, se realizó una investigación con lo cual la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) formuló cargos contra esta compañía noruega por infracciones clasificadas como gravísimas, al constituir daño ambiental no susceptible de reparación.

A su vez, Nova Austral, uno de los principales operadores de salmones en la Región de Magallanes, propiedad de Bain Capital y Altor, fondos de origen noruego, sueco y finlandés, se encuentra en un proceso de fusiones y adquisiciones para duplicar sus actuales producciones y alcanzar las 40.000 ton. para el 2021.

Es llamativo señalar que dos auditorías realizada por la Contraloría General de la República el 2016 a la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), dejó en evidencia que entre el 2013 y 2015, el 53% de los centros de cultivo de salmónidos en Magallanes reportaban falta de oxígeno disuelto en el agua (anaerobiosis) en los perímetros de las balsas-jaulas, especialmente las pertenecientes a la compañía Nova Austral. Este problema deriva del exceso de nitrógeno y fósforo proveniente de la alta contaminación orgánica generada por las fecas de salmón y el alimento no consumido que se deposita en el fondo marino.

Dicen que si la industria salmonera tuviese un cielo este se ubicaría en Noruega, y si tuviese un infierno se encontraría en Chile, ya que nuestro país evidencia los peores estándares laborales de esta industria a nivel global -31 trabajadores/as muertos entre julio de 2013 y enero de 2019- y un pésimo comportamiento sanitario y ambiental: abusivo empleo de antibióticos y antiparasitarios, mega crisis del virus ISA, sucesivos bloom de algas nocivas y tóxicas, masivos vertimientos de mortalidades al mar y de pinturas anti-fouling tóxicas a ríos y lagos, y hundimientos de well-boats salmoneros, entre otros.

Boicot ciudadano al consumo de salmón químico de criadero industrial

Las organizaciones ciudadanas, comunidades costeras y de pueblos originarios han lanzado una campaña de boicot internacional al consumo de salmón químico proveniente de los criaderos industriales del sur de Chile. Su objetivo es la defensa de la vida en nuestro mar, ríos, fiordos y lagos, y la protección de la salud pública frente a la creciente amenaza de la resistencia bacteriana provocada por las prácticas sub-estándar de la industria salmonera. (www.salmonquimicofuera.cl)

Salmoneras: Impedir este Déjà Vu Patagónico del siglo XXI

Valoramos la oportunidad que brinda la visita del rey Harald V y la reina Sonja a nuestro país, en el contexto de la lucha ciudadana contra las malas prácticas y dobles estándares de las compañías salmoneras noruegas en Chile.

Esto permite alertar a la opinión pública internacional sobre la urgente necesidad de monitorear y poner bajo la presión de los consumidores y movimientos sociales lo poco ético del comportamiento de la industria salmonera para detener la destrucción de la biodiversidad acuática de la Patagonia, una de las últimas regiones prístinas del planeta, y hogar de los últimos canoeros Kawésqar y Yaganes, sobrevivientes del genocidio efectuado por los Estados nacionales de Chile y Argentina en el siglo XIX y comienzos de XX.

Los reyes, ciudadanos y movimientos sociales de los países nórdicos no pueden permanecer indiferentes frente a este nuevo proceso de destrucción ambiental, genocidio y asimilación cultural que impulsan las grandes compañías salmoneras de capitales chilenos, noruegos, japoneses, canadienses, alemanes y chinos en la Patagonia.