Quien no puede, si no estar de acuerdo con lo señalado hasta la majadería por Piñera y la Ministra en su gira veraniega: “Los niños primero”. Sin embargo, la afirmación en boca del gobernante resulta ser una “noticia falsa”.

La mejor demostración de ello es el envío del Proyecto de Ley llamado de equidad en Educación Parvularia que aumenta los recursos para la atención de niños entre 2 y 4 años, nivela los aportes base económicos para los Jardines Municipales o de Servicios Locales de Educación, SLE, respecto de Jardines Junji y Fundación Integra. Además, crea una “Subvención” de Apoyo a las Necesidades Educativas Especiales y una destinada a la vulnerabilidad social.

Piñera y su Ministra señalan que el proyecto “…elimina la discriminación en materia de aporte fiscal entre instituciones públicas e instituciones privadas, un principio de justicia con nuestros niños”. Si Los Jardines Municipales y SLE, como los Junji son Estatales y la Fundación Integra depende de la Presidencia, ¿de qué instituciones privadas, de qué principio de justicia con nuestros niños, habla el Presidente? Si hasta hoy las tres modalidades públicas responsables de la Educación Parvularia se financian vía presupuesto, ¿de qué subvención habla el proyecto?

Tras la buena noticia de aportar mismos recursos a los jardines Municipales o de SLE, y elevar aportes a la inclusión y vulnerabilidad, trae  como en un caballo de Troya, malísimas noticias, modifica el sistema de financiamiento público vía presupuesto para transformarlo en un sistema subvencionado (voucher) y de este modo entregar recursos educacionales públicos a privados. Visto así se crea un nuevo ámbito para la “industria Educacional” de la que habla el Presidente.

Se abre un nuevo mercado con recursos públicos allí donde solo el Estado aseguraba el derecho a la Educación. Los “privados” pueden impetrar subvención educacional.

Sabemos que el financiamiento educativo fue tarea pendiente de la Reforma Educacional. La subvención como mecanismo de financiamiento fue pilar fundamental de la creación de la “Industria Educacional” y de la educación como “bien de consumo”. Empobreció la educación pública, sus condiciones de enseñanza, y consiguió pasar de cerca de 4% de matricula particular con financiamiento público a más de un 65% actualmente, la privatización no trajo buena educación, solo mercado. Así niños y niñas, como jóvenes fueron un buen negocio hasta la Ley de Inclusión, y lo seguirán siendo en la gradualidad de tiempo que estableció la Ley. Es preciso abrir este debate, la educación pública debe financiarse vía presupuesto. La apuesta por lo cuasi mercados en educación  como los llama la OCDE no ha dado como resultado buena educación.

Para fundamentar este estímulo a la apertura de Jardines Infantiles Privados con financiamiento público se recurre al consabidamente falso argumento del aumento de cobertura.

Y falazmente contumaz en 2019. Cuando se quiere promover la privatización en Educación Parvularia.

Argumento falaz puesto que en democracia se llego a cubrir el 85 % de matrícula en Educación Básica y cerca de 78% en educación Media, no se requería de privatización de los años 80 para cubrir cobertura, bastaba con continuar fortaleciendo el Sistema Nacional Público de Educación.

Hoy el Sistema de Educación Parvularia mixto, (existen Jardines Privados sin financiamiento público) cubre el 51% de la Cobertura, con un 10% más llegaremos al promedio de los países de la OCDE. El sector no requiere de privados financiados por el Estado. Basta con fortalecer Ajunji, Integra y Municipales, como SLE para incluso superar dicho promedio.

El año 2018 debió terminarse la construcción de 193 Jardines Meta, con infraestructura de primera generación, que se iniciaron durante el Gobierno de Nueva Mayoría. En el mismo año, de un total de 1128 proyectos había 833 funcionando, lo que corresponde al 74% de lo planificado y presupuestado en el anterior gobierno. Con dichas medidas se debiese haber cubierto 70 mil cupos nuevos. La Ministra no ha informado de la concreción de estos objetivos, y que  medidas tomó para construir el 23% restante. Ojalá me equivoque pero hasta hoy la Ministra no rinde cuenta de las metas comprometidas y financiadas por Ley de Presupuesto, y al parecer este gobierno no ha construido ni un jardín infantil de propia iniciativa. Bien haría la ministra en rendir cuenta de ello.

En dicho escenario es un completo despropósito crear subvenciones para la educación inicial y estimular con ellas la creación del sector privado. El camino es fortalecer el sistema público de educación parvularia, de reconocida y creciente buena educación, homologar condiciones de trabajo docente en los tres sub sectores públicos, incrementar el financiamiento que continúe mejorando condiciones para buena enseñanza, que en educación inicial son condiciones para el desarrollo pleno de niños y niñas.