Bolsonaro y Guaidó se declaran “hermanos” y aseguran haber restablecido las relaciones entre Brasil y Venezuela
Tras toda una mañana y tarde de reuniones, en la cual pasó por casi todas las sedes gubernamentales brasileñas, el autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, ofreció algunas declaraciones a la prensa al lado del presidente Jair Bolsonaro, en el salón de prensa del Palacio del Planalto.
En la conferencia, Bolsonaro y Guaidó no ahorraron los gestos de amistad, y el mandatario ultraderechista llegó a decir en español que son “hermanos”, lo que fue seguido por palabras de confirmación por parte del líder opositor venezolano.
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela agradeció el apoyo y el recibimiento del gobierno brasileño a su delegación, y el hecho de que Brasil lo reconoce como jefe del poder ejecutivo de su país. De hecho, ambos políticos afirmaron que el encuentro marca el restablecimiento de las relaciones entre los dos países, aunque las relaciones de Brasil con la Venezuela real, gobernada por Nicolás Maduro, siguen cortadas desde que el mandatario que está en el Palacio Miraflores expulsó a los diplomáticos brasileños de Caracas, en enero pasado. “Este es un nuevo comienzo de relaciones para Venezuela, Brasil y toda la región”, declaró el asambleísta.
Sobre las tensiones sociales que el país vive, Guaidó afirmó que “no es cierto que haya un dilema entre la guerra y la paz en Venezuela, pero sí hay uno entre la dictadura y la democracia, entre la muerte y la miseria de nuestro pueblo”. Luego, agregó comentarios sobre la crisis económica, diciendo que “es producto de la corrupción, del ataque a los derechos humanos y a la industria privada”.
Por su parte, Bolsonaro prefirió acusar a los ex-mandatarios brasileños Lula da Silva y Dilma Rousseff por la situación que vive Venezuela hoy. “Ellos alentaron al chavismo durante años, y fueron partícipes de lo que vemos en aquel país, junto con esa izquierda latinoamericana que le gusta tanto a los pobres que terminó multiplicándolos”, aseveró el mandatario.
Al final, el presidente brasileño dijo un par de frases contradictorias, diciendo que la democracia y la libertad deben ser tratadas “con cariño”, pero que tiene que estar “siempre vigiladas”, lo que contó con la anuencia de su visitante, al que despidió diciéndole: “cuenta con nosotros, porque Dios es brasileño pero también es venezolano”.
Tras su paso por Brasilia, Guaidó inició viaje a Asunción, donde lo recibirá otro mandatario ultraderechista de la región, el colorado Abdo Benítez - hijo de Mario Benítez, famoso en su país por ser el secretario personal del dictador Alfredo Stroessner (1954-1989).
El autoproclamado asegura que regresará a Caracas el lunes 4 de marzo, aunque tiene una invitación para dejar su país nuevamente, de parte del mandatario chileno Sebastián Piñera, quien lo quiere en Santiago para la cumbre de presidentes de Prosur, a mediados de marzo.