Tomó su Chevrolet y salió a trabajar. Le salió un viaje al aereopuerto.

Dejó al pasajero y le salió otro viaje, ahí mismo en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez de Pudahuel. Lo encontró, guardó las maletas y se dispuso a partir, salida 5 del piso 1. Entonces, todo se vino abajo.

El control policial se haría viral esa misma mañana. 

El cabo Villarroel le preguntó si era conductor de Uber y él y el pasajero dijeron que no. Insistió e insistió hasta que le dicen que sí, era conductor de Uber y su nombre era Rodolfo Muñoz.

Se bajó del auto y le devolvió las maletas al pasajero, quien quería salir del lugar. Entonces vino la escena que todos conocen. Villarroel, el cabo de la 27° comisaría de Pudahuel, se pone frente al auto con su arma de servicio y apunta directo hacia el Uber.

"Saco nuevamente mi celular y comienzo la grabación pidiendo al carabinero que me dejara avanzar, el segundo carabinero que estaba en la fiscalización hacía presión en la ventanilla del conductor ejecutando golpes con su bastón al vidrio, mientras yo solicitaba al cabo Villarroel que me dejara avanzar. Cuando siento el segundo golpe de bastón en el vidrio por temor me inclino hacia mi derecha, siendo en ese mismo instante cuando el carabinero Villarroel que estaba frente al capot de mi auto, percuta dos tiros en mi contra a no más de un metro de distancia, uno de ellos, se aloja en mi brazo izquierdo, sin salida, el segundo disparo impacta en mi hombro izquierdo el cual causa herido, pero con salida del proyectil", dice Rodolfo Muñoz en la querella por homicidio frustrado ingresada en contra de Carabineros en el 1er Juzgado de Garantía de Santiago, patrocinada por Rodrigo Román de la ONG Defensoría Popular.

El conductor del Uber perdió el control del vehículo y lo estrelló contra otro auto estacionado. Abrió la puerta y cayó al suelo, siendo asistido por el mismo oficial que le disparó. Además de los disparos y de la bala alojada en su cuerpo, sus ojos quedaron dañados producto de las esquirlas de vidrios que saltaron del parabrisas reventado.

Muñoz fue formalizado por maltrato de obra a Carabineros y quedó con orden de arraigo. Su caso se volvió en tema nacional, con el propio Hermes Soto, general director de Carabineros, justificando al oficial que desenfundó su arma para disparar directamente hacia donde estaba el conductor.

El Uber argumenta que si no se hubiese inclinado hacia la derecha -producto de los golpes del segundo carabinero ante el vidrio- una de esas dos balas habrían terminado con su vida.

La circular N°1756 de Carabineros, de marzo de 2013, dice que "la fuerza solo debe aplicarse cuando sea estrictamente necesaria y en la medida requerida para el desempeño de las funciones policiales". Dicho documento, además, establece distintos niveles de cooperación o de resistencia y la respuesta que debiese tener un oficial en cada uno de ellos.

El arma de fuego, es el último recurso a utilizar.

[caption id="attachment_222335" align="alignnone" width="1024"] Protocolo uso de arma de fuego de Carabineros[/caption]

La querella presentada por Muñoz fue aceptada y ahora está en manos de la Fiscalía la investigación y la decisión de si hay que formalizar o no al cabo Villarroel.