"En la Universidad Católica estudian y se titulan violadores y abusadores sexuales. Esa es una realidad, no es un desconocido que te contraste en un callejón, son tus compañeros que ves todos los días".

La frase corresponde a la estudiante de Arte Francisca Montecinos, quien relató hoy en Radio ADN el dramático caso de abuso e intento de violación que sufrió de parte de un compañero de carrera.

Si bien la toma feminista de la Casa Central de la PUC ya finalizó, las estudiantes continúan movilizadas y el problema de la violencia de género al interior de la casa de estudios está todavía lejos de terminarse.

Prueba de eso son los registros de casos de acoso y abuso sexual que se viven al interior de la PUC. Según la Secretaría de Género -instancia creada por estudiantes para responder a la problemática- el año pasado recopilaron un total de 37 denuncias. Y este 2018 va para peor: En solo cinco meses, ya se contabilizan 38 casos.

Uno de esos es el de Francisca Montecinos. Después de una fiesta del fin de un curso, en la casa de uno de sus compañeros, se fue a dormir a una pieza. Entonces llegó un hombre, amigo de ella, quien se acostó a su lado y empezó a manosearla.

Tras el constante rechazo de Francisca, él se masturbó al lado de ella. "Si yo no me hubiese resistido, él me hubiera violado. Y eso lo digo así tajantemente", afirmó.

"Al final, él me dice una frase que nunca voy a olvidar. Me dijo, literalmente: 'Si no hubieses sido mi mejor amiga yo te hubiese metido el pico a la fuerza'".

"Yo quiero ser clara en señalar que si no fuera por un grupo de compañeras que se movilizó durante el 2016 y creó la Secretaría de Género y Sexualidades, yo no estaría aquí", afirmó Montecinos, haciendo referencia a cómo la universidad enfrenta este tipo de casos.

La PUC tiene un protocolo en casos de denuncias de abuso sexual, las que si son admitidas, se realiza una investigación. El problema, dicen las estudiantes, es que solo acepta casos que ocurren dentro de la misma universidad. Es decir, la institución rechaza casos como el de Francisca Montecinos.

La universidad ha acogido a investigación e iniciado medidas cautelares en solo cuatro casos de abuso, todos se encuentran abiertos hasta el día de hoy.

La misma ADN entrevistó a Ignacio Sánchez, rector de la PUC. "Nosotros hacemos autocrítica en el hecho de que efectivamente algunos procesos se han demorado más de lo que deberían demorarse", reconoció la autoridad universitaria.

Eso sí, fue crítico con las denunciantes y con el movimiento feminista, afirmando que "las denuncias tienen que hacerse en los canales donde las denuncias tienen que seguirse. No sacamos nada con denunciar en una secretaría de género de estudiantes. Y que esa denuncia se quede ahí".

"Algunas de estas organizaciones estudiantiles hay 40 casos, lo han dicho, 40 casos, y no más de 7 u 8 están en secretaría general, qué pasa con los otros 30, dónde quedan", agregó Sánchez.

"Yo celebro que estas organizaciones estudiantiles acojan a los estudiantes para darles un apoyo, para escucharlos, pero ellos por favor que sean responsables en canalizar esto y ahí tienen mi compromiso de que esto se va a hacer con la mayor rigurosidad y prontitud", continuó el rector, asegurando que, junto a las estudiantes que se tomaron la Casa Central, trabajarán en la modificación del protocolo.

Eso sí, advirtió que no aceptarían incluir casos fuera de las dependencias universitarias sin antes tener claros los aspectos legales.

La Secretaría de Género de la PUC ha respondido a los dichos del rector en las últimas semanas a través de una serie de infografías, en las que denuncian la "indolencia" de la universidad ante el tema.