Familiares del niño asesinado por la policía en Argentina denuncian que el caso es un montaje

Familiares del niño asesinado por la policía en Argentina denuncian que el caso es un montaje

Por: El Desconcierto | 14.03.2018
Facundo Ferreira fue ingresado al hospital Padilla de Tucumán como si hubiese sufrido un accidente de tránsito. Los familiares critican que cuando llegaron al centro de salud, el niño estaba “en una habitación, enchufado a unas máquinas, como si le hubiesen hecho una tratamiento", sin embargo, llevaba más de cuatro horas muerto.

El asesinato la semana pasada de Facundo Ferreira, un niño de 12 años que murió por los disparos de la policía, sigue ocupando los titulares de la prensa argentina. Desde el principio, las versiones de las fuerzas de seguridad y de la familia se contradijeron. De acuerdo con el parte policial, todo comenzó con una persecución iniciada por dos uniformados a seis jóvenes que se desplazaban en moto supuestamente armados.

Esta semana, los abogados de la familia apuntaron que hay muchos puntos que no calzan en la versión de la policía, que mantiene que los agentes dispararon contra el niño para defenderse de una agresión. “Facundo fue acribillado. Está totalmente confirmado que su cuerpo presentaba una cantidad enorme de impacto de postas de goma en la espalda y el balazo de 9 milímetros que le entró por la nuca y le salió por la frente”, señaló a Página/12 Matías Pisarello, coordinador en derechos humanos de Andhes (Asociación de Abogados del Noroeste Argentino).

“Facundo fue asesinado a la una de la mañana. Lo llevaron al hospital Padilla y recién a las cuatro y media avisaron a la familia. No sabemos lo que pasó, porque fue ingresado al hospital como si hubiese sufrido un accidente de tránsito, así lo recibió la guardia del hospital, luego de que fuera llevado en una ambulancia del 107, que es un servicio público. ¿Cómo puede ser que un chico fallecido, que tenía la cabeza prácticamente explotada, como se ve en las fotos, haya sido trasladado por un ambulancia del 107 e ingresado como si hubiese tenido un accidente de tránsito?”, se preguntó Pisarello.

Además, reveló que en el hospital, a sus familiares le mostraron al niño “en una habitación, enchufado a unas máquinas, como si le hubiesen hecho una tratamiento, cuando estaba muerto desde la una de la mañana. Es decir que estamos hablando de una puesta en escena posterior”.

"Él nunca jamás en la vida usó un arma"

Esta lunes la fiscal Adriana Giannoni informó a los padres de que el dermotest, que determina si el niño manipuló y utilizó arma de fuego, había dado positivo en una de las manos de Facundo y en las dos manos del adolescente de 14 años que manejaba la moto. Sin embargo, el abogado solicitó que el test se realice nuevamente porque se desconocen las condiciones en que se hicieron las pruebas.

Los abogados no descartan que pueda haber habido un tiroteo, como argumenta la policía, pero aseguran que la familia de Facundo jura que el chico nunca manejó armas. "Cuando llegamos a la fiscalía nos dijeron que el estudio salió negativo, después nos enteramos que en algunos medios salió positivo. Él nunca jamás en la vida usó un arma, a él le apasionaba el fútbol", señaló al respecto la tía de Facundo, Rita Ferreyra.

El cuestionado resultado del dermotest sirvió al ministro de Seguridad tucumano, Claudio Maley, para justificar la actuación de la policía: “Hubo una agresión con arma de fuego, y el personal policial respondió a la distancia”, dijo. Además, culpabilizó a la familia del niño al preguntar “qué hacía esa criatura de 11 años afuera de la casa" y "dónde están los padres".

Otro punto de desacuerdo de la familia con la investigación son los videos que se recopilaron sobre los hechos. En el trayecto por el que pasó la moto con los dos chicos hay una estación de servicio, y también cámaras a lo largo de la avenida. “La fiscal dijo que hay imágenes del momento del hecho pero que todavía no tuvo la oportunidad de verlas”.

Facundo fue criado por su abuela porque su madre vive desde hace años en Santa Fe, donde se trasladó para trabajar porque en Tucumán no conseguía empleo. Apenas se enteró de la noticia, llegó a Tucumán, donde se quedará hasta que se haga justicia.

La madrugada del pasado jueves, Facundo iba de acompañante en la moto de Juan, un adolescente de 15, a ver las picadas de motos en el Parque 9 de Julio. Según la versión que el adolescente entregó a la fiscal, el par de jóvenes salieron de ahí y aceleraron cuando dos policías en moto comenzaron a perseguir a otras dos motos que iban más adelante. Juan también aceleró hasta que sintió que Facundo caía de la moto. Los dos policías, que quedaron libres, aunque no declararon, dicen que hubo un tiroteo, pero ninguno de ellos quedó herido.