Gobierno de Angela Merkel en la cuerda floja por insalvable tensión entre socialdemócratas y democratacristianos
Alemania está a la espera de tener un nuevo gobierno. A la espera porque, tras casi cinco meses de negociaciones y sin gobierno, la canciller Angela Merkel está sólo a un paso del cierre de su acuerdo de gobierno.
El acuerdo alcanzado la semana pasada por la Gran Coalición, que reúne a los democratacristianos de la Unión Cristianodemócrata (CDU), a los socialcristianos de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) y al Partido Socialdemócrata (SPD), se considera más una solución de emergencia que una salida política cada vez más insostenible. Eso, luego del intento fracasado de levantar la coalición de Jamaica, un gobierno a cuatro bandas entre conservadores, liberales y ecologistas.
Ahora la propuesta de la Gran Coalición tiene que ser aprobado por las bases socialdemócratas, compuestas por casi 500 mil afiliados, a través de una consulta que se celebrará el próximo 4 de marzo.
Las juventudes del SPD, conocidas como "Jusos" y lideradas por Kevin Kühnert, han organizado una agresiva campaña para impulsar la victoria del 'No' en la consulta. Lo que hace unas semanas parecía una victoria segura de la dirección socialdemócrata, ha llevado a la incertidumbre sobre el desenlace de la votación, lo que genera cierto nerviosismo en Berlín. Una eventual victoria del 'No' dejaría muchas preguntas abiertas: ¿provocaría una escisión de los socialdemócratas?, ¿cómo reaccionarían los diputados de su partido? ¿qué pasaría con el liderazgo de la canciller?
En los últimos días, Merkel ha sido criticado desde dentro de la propia CDU por algunas voces que consideran que la canciller en funciones ha hecho demasiadas concesiones a los socialdemócratas para mantener el poder. Eso provocó que resonaran ecos llamados de nuevos liderazgos. De hecho, después del éxito de la CDU en la región del Sarre en las elecciones del año pasado, Annegret Kramp-Karrenbauer, quien está al frente de este región desde 2011, es vista como la eventual carta de reemplazo para la canciller alemana.
Ante las críticas, Merkel defendió este domingo las concesiones "dolorosas" realizadas al SPD en las negociaciones de coalición, y en especial en cederles el Ministerio de Finanzas, sin las cuales no se hubiera podido formar Gobierno.
"La decisión fue dolorosa pero aceptable", dijo a la cadena de la televisión alemana ZDF. Y agregó: "la alternativa hubiera sido no formar gobierno. En ese sentido, la CDU ha pagado un alto precio por una nueva gran coalición". Su responsabilidad, dijo Merkel, era ante todo lograr que se formase gobierno.
Merkel insistió también en que su intención es gobernar la legislatura completa, en el caso de los militantes del SPD aprueben el acuerdo de coalición en la consulta. En caso de un rechazo y eventuales nuevas elecciones, Merkel no descartó volver a presentarse como candidata de su partido.