2018 partió negro para los trabajadores argentinos de las comunicaciones. Y es que el pasado 2 de enero continuaron los despidos en medios públicos. Esta vez fue el turno de 16 trabajadores de Radio Nacional -los cuales llevaban entre 7 y 8 años trabajando allí- sin previo aviso.

Al día siguiente, en tanto, más de 34 desvinculaciones sumadas a 90 retiros voluntarios se dieron en los canales estatales Encuentro (medio de cultura, ciencia y DDHH), Paka Paka (el primer canal infantil público y educativo del Ministerio de Educación) y DeporTV (un canal público deportivo). Con dichas destituciones los tres canales quedaron con un mínimo de personal y algunas áreas esenciales vacías.

Siguiendo con la ola de despidos, este 19 de enero y sumándose a los otros, 45 periodistas del diario Hoy fueron expulsados de sus puestos de trabajo sin justificación alguna.

Más tarde, 15 periodistas que trabajaban en la emblemática Revista El Gráfico, un ícono del periodismo deportivo argentino que estaba por cumplir 100 años de vida, fueron desvinculados debido al cierre de la misma.

Pero el panorama del mundo de las comunicaciones no es reciente, ya que desde la entrada del presidente Mauricio Macri se comenzaron a desatar una serie de cambios, que partió con modificaciones a la Ley de Medios 26.522 a través de un DNU (decreto de necesidad y urgencia sancionada por el Poder Ejecutivo) lo que incentivó la monopolización y adecuó la ley a la estructura y necesidades de los grandes medios, desplazando al periodismo alternativo, popular y comunitario.

Entre 2016 y 2017 se registraron más de 2 mil 500 despidos en distintos medios de comunicación del país, esto según la Mesa Nacional de Trabajadores de Prensa. En el primer año mencionado uno de los conflictos más importantes fue la venta del Grupo Veintitrés y el posterior vaciamiento de este que dejó a más de cien trabajadores en la calle, entre ellos periodistas del reconocido Tiempo Argentino.

Asimismo, en 2017, tres grandes cerraron sus puertas; Buenos Aires Herald (cuya editorial promovía el pluralismo informativo y los DDHH), La Razón (uno de los pocos medios gratuitos del país), DyN (una agencia de más de 35 años) y La Mañana (diario cordobés que nació en 1997).  

Nadie tiene su lugar asegurado. El año pasado, dos de los periodistas más reconocidos a nivel popular fueron desvinculados de sus lugares de trabajo; Roberto Navarro y Victor Hugo Morales, ambos de C5N y opositores del gobierno.

Pero los despidos no son la única política gubernamental que afecta a las comunicaciones. Desde el Sipreba denunciaron vaciamiento y ajuste de medios públicos, disminución de libertades y diversidad de voces en la prensa, despidos injustificados, precarización y flexibilización laboral.

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Debido a esto miles de periodistas y camarógrafos se han nucleado para llevar a cabo movilizaciones en rechazo al cierre de medios, los maltratos a los periodistas (como la agresión contra el delegado de Radio El Mundo), las detenciones arbitrarias (como de la periodista y activista LGBT+ Estefanía Cámera) por parte de la policía y la disminución o no pago de sueldos (como en Radio del Plata, América y El Mundo).

La última manifestación fue contra el apagón informativo de la TV Pública. Esta se llevó a cabo a través de YouTube, el 3 de febrero desde las 18:10 donde los mismos trabajadores hicieron el noticiario; fueron tendencia en Twitter y lograron alta sintonía.