Durante el año pasado, el director de cine Roman Polanski sumó dos nuevas acusaciones por acoso y abuso sexual. Las denuncias lo obligaron a renunciar a su cargo como presidente del jurado de los premiso César, pero la justicia decidió liberarlo hoy de una de ellas.

Polanski fue denunciado en diciembre pasado por Marianne Barnard por haberla acosado cuando ella solo tenía 10 años, en 1975. Entonces participaba de una sesión fotográfica junto al realizador, pero la asistente del fiscal del condado se rehusó a acusar a Polanski, asegurando que el episodio ya había prescrito.

El caso se suma a otros tres que apuntan por abusos sexuales al director de "El Pianista", quien también fue denunciado en octubre del 2017 por una mujer identificada como Robin M., quien aseguró que el cineasta abusó de ella cuando tenía 15 años, en 1973.

Además, en 2010, Charlotte Lewis aseguró que Polanski la violó cuando tenía 16: "Sabía que yo tenía sólo 16 años cuando me conoció y me forzó en su apartamento de París. Se aprovechó de mí y he vivido con los efectos de su comportamiento desde que ocurrió".

Además, en 1977, Samantha Geimer lo acusó de drogarla y abusarla sexualmente en la casa del actor Jack Nicholson, mientras él se encontraba de viaje. El cineasta le hizo dos sesiones de fotos mientras tenía 14 años, forzándola a posar con el pecho al descubierto. En la segunda cita incluyó champaña y una droga llamada mecatualona, que incentiva la excitación sexual.

El mismo Polanski se declaró culpable del abuso, pero después de pasar 24 días y recibir su condena, el director se fugó a Europa e inició un período como prófugo que ha extendido por 40 años.

"No podemos permanecer en silencio y permitir que este hombre que agredió sexualmente a niñas pequeñas disfrute de fama, reconocimiento o un lugar honrado en la historia", sentenció Marianne Barnard, quien exigió que el director sea expulsado de la Academia de las Artes Cinematográficas, tal como ocurrió con el productor Harvey Weinstein.