Venezuela y Corea del Norte se suman al veto migratorio de Trump
El veto migratorio de Donald Trump se perfecciona cada vez más. El mandatario ha incluido a nuevos países a la lista e impuso una nueva escala de restricciones para los inmigrantes.
Los países que se verán más afectados por esta medida son Irán, Libia, Siria, Yemen, Somalia, Chad y Corea del Norte. En el caso de Venezuela la medida recaerá en funcionarios gubernamentales, aunque el resto de sus ciudadanos también se tendrán que someter a un escrutinio para ingresar al país.
Esta orden entrará en vigencia el 18 de octubre. La posibilidad de salir de la lista depende de la mejora de los “problemas detectados" por el gobierno estadounidense que realizará revisiones cada 100 días.
Los criterios para la selección de los países son: el riesgo para la seguridad nacional estadounidense, la fiabilidad de los pasaportes y documentos de identidad, y el intercambio de información sobre sospechas terroristas y antecedentes criminales.
Un cambio respecto a la primera orden radica en que cada país es tratado de manera diferente.
El ejemplo de esto es Venezuela. El veto se sostiene en la poca ayuda prestada por el país bolivariano en la identificación de riesgos para la seguridad nacional estadounidense. “Esto no impide, sin embargo, que se pueda verificar por fuentes alternativas la ciudadanía e identidad de los venezolanos. Por tanto, las restricciones impuestas en esta proclamación se centran en los funcionarios del Gobierno de Venezuela responsables de los fallos detectados”, señala la orden.
Más radical es la situación con Corea del Norte, país con el cual mantienen una relación militar bastante tensa en los últimos días. Washington ha señalado que no cumple ninguno de los criterios y, por tanto, prohíbe la entrada de sus ciudadanos, ya sean inmigrantes o no.
Cabe recordar que el primer veto fue emitido el pasado 27 de enero y generó una ola de manifestaciones debido a la amplitud de las restricciones y su sesgo islamófobo. El rechazo fue recogido por los jueces de primera instancia y generó una casi inmediata paralización del veto.
Sin embargo, la Casa Blanca ha presentado un cambio. El nuevo texto contiene una mayor elaboración. De todas formas, sigue teniendo un trato duro con los emigrantes de los países vetados, pero se da cuenta en él de un lenguaje más funcionarial. Las personas encargadas de su redacción consideran que con la inclusión de Venezuela y Corea del Norte ya no se le puede acusar de islamófoba a la iniciativa.