Habla pareja lésbica que abandonó su casa por agresiones homofóbicas:

Habla pareja lésbica que abandonó su casa por agresiones homofóbicas: "¿Tendré que irme del país para vivir tranquila?"

Por: Meritxell Freixas | 30.08.2017
En entrevista con El Desconcierto, Dominique Moreau explica cómo fueron los ataques que sufrieron por parte de sus vecinos y aseguran que en su nuevo hogar la comunidad vuelve a señalarlas por su orientación sexual.

Dominique Moreau y Melannie León llevaban un año de relación cuando decidieron cambiar de hogar. Por fin, después de tanto buscar, podían vivir en una casa. La ilusión de ambas por fin se cumplía.

Pasaron tres años en esta casa "bonita, acogedora y con buenos vecinos". La disfrutaron tanto como pudieron hasta que este fin de semana pasado la pareja tuvo que abandonarla precipitadamente por las amenazas de muerte perpetradas presuntamente por Jorge Arco Bautista, su esposa y su madre, una familia del vecindario que les puso el dedo en el ojo. Según ellas, por ser lesbianas.

Dominique, de 28 años y chef de un restaurant de Vitacura, ofrece el relato de los hechos a El Desconcierto. Habla del miedo que sintió de regresar a su propia casa, de la pena de verse echada de su hogar y de lo que para ella fue una mala actuación de Carabineros.

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¿Cómo ocurrieron los hechos este fin de semana?

El día viernes, a las dos de la tarde, tuve un cruce de palabras con una de las mujeres que luego me agredería. Ella me insultó porque soy lesbiana, me acusó de alcohólica y cochina. Después del episodio, me fui a trabajar y a las 6 de la tarde otros vecinos me enviaron una fotografía y un video del antejardín de mi casa totalmente destruido. Esa noche tenía turno de noche y salía a la una. Por precaución, pedí retirarme antes de mi trabajo e ir a la comisaría. Un vecino que los vio actuando desde la ventana me dijo que los escucharon diciendo que nos iban a estar esperando para golpearnos y matarnos.

¿Cómo reaccionó Carabineros?

Era la Cuarta Comisaría de Santiago donde denuncié. Me preocupé de que Carabineros escribieran que se trataba de una agresión por mi orientación sexual. Creo que sintieron un poco de morbo respecto a esto. Después le pedí al agente que enviara una patrulla a la casa porque tenía temor de andar sola por las amenazas de muerte. Me acompañaron a las 2 de la mañana a la casa y cuando la policía se fue, salieron las dos mujeres vecinas de mi casa y me empezaron a golpear. Eran madre e hija y luego llegó el yerno. Él me amenazó de ir a buscar la pistola y matarme.

¿Qué hiciste entonces?

Salí corriendo hacia la Comisaría, nuevamente. Expliqué a los agentes lo ocurrido y Carabineros accedió a prestarme ayuda con otra patrulla. Llegamos a mi casa y apenas entramos al pasaje, esta gente empezó a insultarme con palabras homófobas, decían que hacíamos bacanales a la casa, que éramos sucias…

La casa estaba llena de pintura roja, mancharon a mis animales, los muebles, la ropa, etc. Estando Carabineros presente, ellos seguían amenazándome a mí y a mi mujer. Decían que no podíamos volver al pasaje, que estábamos funadas, que nos iban a pillar solas y nos iban a matar.

Carabineros negó que ustedes recibieran amenazas en su presencia. 

Eso no es verdad. Afirmo mi versión y que pese a que vieron las condiciones en las que estaba mi casa, no se llevaron a los agresores ni siquiera para registrar su identidad. Sólo los hacían callar y gesticulaban con las manos para que se tranquilizaran. Todo el rato trataron de bajarle el perfil y le prestaron oído a mis agresores.

Yo no quería que los Carabineros me dejaran ahí sola, pero ellos me dijeron que no se podían quedar ahí toda la noche porque tenían otros procedimientos. Entré a la casa, saqué una chaqueta y mis documentos y me fui. Los agentes me dejaron a un par de cuadras de la casa para que mi familia me fuera a buscar.

¿Cuando pudieron regresar a su casa?

El día domingo me contacté con el Movilh y Rolando Jiménez me acompañó a la comisaría porque necesitaba sacar mis cosas de la casa. Tenía súper claro que no podía volver a vivir ahí. A parte del choque de lo que había pasado, estaba todo destruido.

Fui de nuevo a pedir protección a Carabineros. Pese a que al principio no querían, al final reaccionaron y nos apoyaron con un móvil que nos acompañó a la casa para poder embalar y salir de la casa.

¿Quién las apoyó, además del Movilh?

Llegaron unas 30 personas que nos ayudaron a embalar todo y en dos horas lo hicimos. Fue muy doloroso ver como todas tus cosas las meten en bolsos, sin darte cuenta de nada. Estábamos absolutamente choqueadas, viendo como pasaba todo. Delante de Carabineros, nuestros agresores, como no había ni una medida cautelar, seguían haciendo su vida normal y burlándose de nosotras. Mientras nosotras estábamos desarmando nuestro hogar.

¿Dónde están ahora?

Conseguimos otra casa en la misma comuna a un precio desorbitante, pero fue lo único que encontramos rápido porque no teníamos donde estar. Pero como yo hice este caso público, los vecinos de donde estamos ahora también reclamaron. Llamaron a la dueña de la casa para decirle que no querían desfiles de gente gay, ni de drogadictos ni de alcohólicos. Es decir, encontramos la misma actitud de nuevo, indolencia y cero empatía con lo que nos pasó. Eso vuelve a ser de nuevo muy doloroso. ¿Me voy a tener que ir a vivir al desierto? ¿O fuera del país, para vivir tranquila? Yo ya no tengo una vida normal.

¿Tienen pensado llevar a cabo alguna actuación?

Vamos a presentar una querella con el Movilh contra los agresores y queremos también incluir las malas prácticas de Carabineros.

¿Habías sufrido ataques homófobos en alguna otra ocasión?

Desde que a  los 16 que empecé a salir con chicas, a veces nos esperaban neonazis en la discoteca. Otra vez me escupieron. Pero esa es la vez que ha sido más fuerte. Eso de que la sociedad chilena abre su mente no es verdad, no hay ninguna aceptación. Yo vivo en Santiago Centro, que representa que es una comuna abierta, con mucha gente… pero no es así. Tuve que irme de mi casa, pedir resguardo policial, ir a la fiscalía, buscar ayuda de un psiquiatra… todo he tenido que hacerlo yo. He tenido que armarme de valor y seguir con esto.

Entonces, ¿crees que momentos como el de este lunes, en que se aprobó el Proyecto de Ley de Matrimonio Igualitario, no reflejan la mirada de la sociedad chilena sobre la diversidad sexual?

Me alegra que políticamente se hagan este tipo de avances, pero creo que no se dan sobre la protección contra la discriminación. No sólo de homosexuales, también con los inmigrantes, los gordos... la ley sólo protege si recibes golpes, pero no por injurias. ¿Qué confianza tengo yo para tener un hijo y que al día de mañana no lo discriminen porque tiene dos mamás? Nuestra seguridad sigue en peligro.