Venezuela bolivariana: Democracia ejemplar
Este domingo 16 de julio en Venezuela bulló la democracia; y de un modo tan intenso, dinámico, plural y participativo que cualquier observador mínimamente informado queda en estado de profunda sorpresa.
Millones de venezolanos y venezolanas salieron este domingo a participar de un ejercicio electoral, convocados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) . Todo ello en un contexto en el cual se elegirá el próximo 30 de julio a los candidatos para la Asamblea Nacional Constituyente, que deberán proceder a discutir y elaborar una propuesta constitucional que posteriormente será refrendada en consulta popular.
Para que dicha elección del 30 de julio marche lo mejor posible, el CNE – que en Venezuela es uno de los cinco Poderes Público- organizó este domingo un “ensayo electoral”. El objetivo fue que los electores conocieran antes del 30 de julio lo mejor posible la dinámica de votación para la Asamblea Constituyente (sus sedes de votación, tipos de papeletas, nóminas, etc).
Para este ensayo se habilitaron en todos los municipios capitales del país 496 centros de votación, 55 funcionaron como centros pilotos, con la herradura de votación completa (un sistema que garantiza la seguridad completa del voto en 5 pasos) para que los electores y las electoras conocieran las formas de votar en los comicios para la Asamblea Constituyente. Se probaron todos los aspectos de coordinación logística. Fueron activadas un mil 942 mesas electorales, con igual número de operadores y operadoras, 496 coordinadores de centros de votación, 345 coordinadores municipales, así como el centro nacional de soporte y los centros de atención regional.
Fue tanta la gente que concurrió que el CNE anunció que hasta el 27 de julio permanecerán habilitadas 600 máquinas en las Ferias Electorales para los votantes que no pudieron participar en el ensayo de este domingo.
En paralelo, la derecha venezolana (que hasta hace poco exigía al gobierno la convocatoria a una Asamblea Constituyente), decidió desconocer el llamado a votar por una AC y organizó este mismo domingo un plebiscito nacional. Fue sui generis pues por definición un plebiscito hace una pregunta que se responde con un Sí o un No. En esta ocasión las preguntas fueron tres.
-¿Rechaza y desconoce la realización de una Constituyente propuesta sin la aprobación previa del pueblo de Venezuela?
-¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional?
-Aprueba la renovación de los poderes públicos así como la realización de elecciones libres y la conformación de un gobierno de unión nacional?
Según la derecha 7.186.170 personas participaron en su consulta. Al estilo norcoreano, el 98% se inclinó por el Sí. Y si bien después se demostró que esa cifra era matemáticamente imposible de lograr en un día, de acuerdo al número de mesas que la misma derecha señaló que tenía distribuida en sus centros de votación, y se comprobó también que esa cifra representa no la cantidad de votantes, sino el total de respuestas recibidas (o sea, hay que dividirlo por tres), lo fundamental es otra cosa.
El domingo Venezuela demostró la tremenda calidad de su democracia. En un mismo día millones de personas salieron a la calle a ejercer su derecho de sufragio. Unos acudieron al llamado el CNE, otros al de la derecha.
Y esa misma derecha que acusa una dictadura en el país, tuvo la más plena libertad para organizar su propio e inconstitucional acto electoral. Además del apoyo de la OEA, de la Iglesia Católica y por supuesto de EE.UU, cinco ex presidentes latinoamericanos, algunos de tan dudosa reputación como Jorge “Tuto” Quiroga o Vicente Fox, acompañaron la consulta con apariciones públicas y conferencias de prensa llenas de declaraciones injerencistas y ofensivas. En la noche las máximas autoridades encargadas de dar garantías a este acto de la derecha – cinco rectores de universidades públicas y privadas- dieron una conferencia antes decenas de periodistas anunciando los resultados (y debiendo reconocer que una misma persona pudo votar 15 veces).
Es decir, la derecha venezolana puso hacer un plebiscito nacional, con el apoyo de organismo y ex presidentes extranjeros, a lo largo del país, hacer un recuento de votos y luego anunciarlo al mundo entero sin el más mínimo problema…vaya dictadura.
Mientras la derecha hacia eso, en paralelo venezolanos y venezolanas acudían al llamado del gobierno y del CNE y, para sorpresa del propio chavismo, lo hacía por millones.
El domingo se radicalizó aun más la democracia venezolana. Una democracia radical y ejemplar para los países de América, una democracia que moviliza al pueblo y que asusta a las oligarquías criollas y al imperialismo. Tanto los asusta que el Trump, este mismo lunes, amenazó: “Si el régimen de Maduro impone su Asamblea Constituyente el 30 de julio, Estados Unidos tomará rápidas y fuerte medidas económicas", afirmó el presidente estadounidense, sin dar detalles acerca de qué implicarían esas medidas.
Como siempre la derecha imperial cuando no puede con los pueblos que se politizan y resisten, resuelve mediante la violencia. Ese esa es la marca de EE.UU, país al que algunos llaman, la Mayor Democracia del Mundo…