Fuego amigo: La cocina y mesa del Frente Amplio

Fuego amigo: La cocina y mesa del Frente Amplio

Por: | 19.04.2017
¿Qué otras cosas se discuten y se zanjan en la llamada “Mesa Nacional” del Frente Amplio, que veta o impide el pronunciamiento inmediato o posterior de sus bases? Siguiendo la metáfora culinaria de la “Cocina de Zaldivar” ¿Será la “Mesa Nacional” aquella donde se preparan y sirven las recetas del Frente Amplio? ¿Serán los militantes de base del Frente Amplio, los que emplean su tiempo y esfuerzo en sus discusiones programáticas sólo los comensales de las sobras del banquete?

“Usted ha conocido, señor Director, perfectamente, mi genio. Soy de los que creen que los gobiernos republicanos deben cambiarse cada seis meses, o cada año a lo más, para de ese modo probarnos todos, si es posible, y es tan arraigada esta idea en mí, que si fuese Director y no encontrase quien me hiciera la revolución, me la haría yo mismo. ¿No sabe que también se la traté de hacer a mis amigos los Carrera?
-Manuel Rodríguez Erdoíza

“En estas cosas no todo el mundo puede estar en la cocina, ahí muchas veces está el cocinero con algunos ayudantes, pero no están todos, no pueden estar todos”
-Andrés Zaldívar Larraín

 Esta semana ha salido en la prensa las declaraciones de Mariano Rendón, candidato presidencial proclamado por el “Partido Pirata", criticando la forma en que la Mesa Nacional del Frente Amplio había decidido no dar curso a su precandidatura presidencial a través del bloque, y criticando el modo de proceder y la naturaleza antidemocrática de la decisión. En efecto, la opción de precandidatura de Rendón fue desecha al no lograr el voto de 2/3 de las colectividades integrantes de esta instancia (Mesa Nacional), frustrando las aspiraciones del candidato del autodenominado Partido Pirata, miembro hasta ese entonces del Frente Amplio. Pero, ¿qué es lo que criticó Rendón de esta decisión?

Mariano Rendón argumenta que esta decisión fue tomada en una instancia cupular- la Mesa Nacional del Frente Amplio-, donde participan representantes de las colectividades integrantes, y en donde la posibilidad de su precandidatura fue decidida a través de una votación donde siendo una organización era equivalente a  un voto. Rendón criticó que la decisión se haya tomado de esta manera y que se impida los “militantes” o las bases del Frente Amplio decidir sobre una candidatura más, añadiendo que, no obstante lo anterior, tuvo el apoyo de la mitad de los miembros de la mesa, no alcanzando los 2/3 de los votos necesarios para su aprobación.

La situación anterior, desde mi punto de vista, adquiere relevancia política ya que el Frente Amplio ha propugnado ser una instancia de transformación no sólo del contenido de las políticas desarrolladas en los últimos años por la Nueva Mayoría, la otrora Concertación y la Derecha, sino también porque ha puesto un fuerte énfasis en transformar la manera de hacer política, la vieja política de los consensos, de espaldas a los ciudadanos, o mejor dicho, como se le ha acuñado en el último tiempo, la política de “la cocina”.

El término “la cocina” se acuña en alusión a las reuniones sostenidas el año 2014 entre un número reducido de personeros de gobierno, empresarios, senadores de Chile Vamos y del oficialismo para zanjar las diferencias en torno a la Reforma Tributaria mientras estaba en trámite parlamentario. El nombre se refiere a uno de los lugares donde se habían mantenido estas tratativas: “la cocina” de la casa del senador DC Andrés Zaldívar. El proyecto termina siendo modificado en una instancia no parlamentaria, pese a la votación previa de la cámara de diputados, y aprobado posteriormente en el senado con las modificaciones ya acordadas. Así, el término “la cocina” pasa a ser una nueva forma de referirse a esta manera de hacer política a espaldas de los ciudadanos.

Entonces, atendiendo a los argumentos de Rendón y a este antecedente de la historia política (institucional o culinaria) reciente: ¿No es legítimo preguntarse si en el Frente Amplio no hay algo parecido a una “cocina de Zaldivar”? Creo que es una pregunta legítima dada la forma como se tomó esta decisión, y las contradicciones en las que cae el discurso del Frente Amplio.

[caption id="attachment_132766" align="alignnone" width="432"]frente amplio -pirata / Partido Pirata[/caption]

En primer lugar, porque el Frente Amplio se ha planteado como instancia de convergencia política para superar la actual hegemonía de los bloques dominantes (Nueva Mayoría, Chile Vamos) a través de instancias cuyas convocatorias son abiertas, y va más allá de los militantes de las respectivas organizaciones representadas en su Mesa Nacional.

En segundo lugar, porque la toma de decisiones ante una precandidatura presidencial (algo no menor) en una instancia como la Mesa Nacional, no es representativa del universo total de quienes integran el Frente Amplio, y puede que también que ni siquiera de la propia militancia de los movimientos y los partidos políticos que la conforman. Además, respecto del quórum de 2/3 para aprobar una precandidatura, desde mi punto de vista no resiste análisis.

En tercer lugar, y es el argumento central, el Frente Amplio cae en una contradicción porque la retórica y gran parte de su accionar (no a la que me refiero en esta columna) ha sido constituir un espacio ampliamente abierto y participativo, marcando un sello, y esperemos que no sea sólo retórico, sino de cómo se hace política con los ciudadanos. Así se han planteado los encuentros territoriales y así se ha planteado la construcción programática de su candidatura presidencial (por definir), promoviendo discusiones locales entre sus participantes para construir un programa nacional que sea el reflejo de lo discutido por los ciudadanos en tales encuentros programáticos locales, y no los contenidos discutidos en la “cocina” política.

Así planteadas las cosas: ¿No se hace evidente la contradicción? ¿Qué otras cosas se discuten y se zanjan en la llamada “Mesa Nacional” del Frente Amplio, que veta o impide el pronunciamiento inmediato o posterior de sus bases? Siguiendo la metáfora culinaria de la “Cocina de Zaldivar” ¿Será la “Mesa Nacional” aquella donde se preparan y sirven las recetas del Frente Amplio? ¿Serán los militantes de base del Frente Amplio, los que emplean su tiempo y esfuerzo en sus discusiones programáticas sólo los comensales de las sobras del banquete?

Esta columna es un llamado a reflexionar sobre nuestras prácticas y contradicciones. Un llamado a los militantes y participantes del Frente Amplio a que en los primeros que debemos confiar haciendo política es en nosotros mismos, en cada espacio, dando cada batalla, dentro o fuera de la organización. Si no abrimos la posibilidad a la crítica y somos autocomplacientes seremos capaces de soñarnos ni de ser mejores.