El proyecto de ley de Guillier que afectaría los millonarios fondos públicos para los diarios de Agustín Edwards
En continuidad con el presupuesto de este año, para el próximo 2017 la Secretaría de Comunicaciones, dependiente del ministerio Secretaría General de Gobierno (Segegob) tendrá un monto asignado de $1.032.415 millones de pesos. A menos de que se modifiquen los términos de compra pública de avisaje estatal, es probable que también se repita la tendencia de la última década: un 70% de concentración de este avisaje irá a los medios escritos de Agustín Edwards y Alvaro Saieh, de acuerdo a un estudio de Fucatel citado por el Senado.
Fue precisamente para tratar este tema que en agosto de 2015 los senadores Alejandro Guillier (IND-PRSD), Lily Pérez (Amplitud) y Antonio Horvath (IND) presentaron un proyecto de ley para establecer normas de equidad y control del gasto en avisaje estatal. Inmediatamente el proyecto fue declarado inadmisible, ya que es una materia de exclusiva iniciativa presidencial. “Junto con el senador Guillier nos reunimos con el ministro Marcelo Díaz y le presentamos el proyecto. Le propusimos mejorarlo juntos y él planteó que necesitaba más apoyo en el Senado, para lo que sugirió un proyecto de acuerdo”, relata Javiera Olivares, presidenta del Colegio de Periodistas, que ha trabajado el tema con el hoy precandidato presidencial.
Luego de la sugerencia del ministro Marcelo Díaz, los senadores volvieron a la carga el 23 de marzo pasado sumando a otros veinte de sus pares a un proyecto de acuerdo donde se solicitaba a la presidenta Bachelet que tome la iniciativa e ingrese el proyecto. Según confirmaron a El Desconcierto fuentes de la Secretaría General de Gobierno, no hay nada en carpeta.
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FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE / AGENCIAUNO[/caption]
Los millonarios fondos para Agustín Edwards
De acuerdo a las estimaciones del proyecto de ley, el monto anual de avisaje estatal en medios se cifra en 70 millones de dólares, de los que, según el Observatorio Fucatel, al menos un 29% se destinan a medios impresos. Sin embargo, no hay cifras exactas sobre cuánto es lo que el Estado chileno destina a estos medios, ya que una es la cifra que entrega la Secretaría General de Gobierno para la publicidad estatal y otra cosa es la publicidad que compran efectivamente las distintas reparticiones del estado.
Tampoco están transparentados los criterios bajo los que se asignan estos avisajes estatales: en Chile no hay una medida veraz de lectoría, y públicamente se conocen más las cifras de impresión que un real cálculo de los lectores efectivos de los diarios impresos. Sin embargo, según información del sitio de datos abiertos del sistema de compras públicas analizada por El Desconcierto, se han pagado mil 743 millones de pesos en lo que va de este año a las sociedades de prensa de Agustín Edwards a través del convenio marco “Avisaje Y Suscripción En Medios De Comunicación Social Escritos Y Online (nº2239-lp-13)”.
La cifra sobrepasa en 700 millones lo que la Secretaría de Comunicaciones tenía asignada vía presupuesto 2016, así como también supera en 100 millones de pesos la asignación para los costosos convenios de transmisiones oficiales del Estado. Esto incluye tanto El Mercurio y sus ediciones regionales, la red SoyChile.cl (con sus 20 sitios regionales asociados) la red de diarios de Sociedad Periodística El Norte S.A. (La Estrella de Arica, Iquique, Tocopilla, Norte, Loa, Huasco, El Mercurio de Antofagasta y Calama y el Diario de Atacama) y la Sociedad Periodística Araucanía S.A., con las versiones de El Austral desde Temuco a Llanquihue y La Estrella de Chiloé, todas de propiedad de Agustín Edwards.
¿Cómo afectaría el proyecto de ley impulsado por Guillier a los medios de Edwards?
[caption id="attachment_109784" align="alignnone" width="800"] 03 de DICIEMBRE de 2015 /VALPARAISO
El Mercurio de Valparaiso realizo la edición de un diario que mide 3,6 metros de alto por 2,56 metros por ancho, convirtiéndose en el diario mas grande del mundo donde se exhibe en la Plaza Soto Mayor de Valparaiso.
FOTO : PABLO OVALLE ISASMENDI / AGENCIAUNO[/caption]
Para Chiara Sáez, académica del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile e investigadora en políticas públicas del área, el efecto sería “bastante interesante y potente, en especial el acápite respecto al 10% máximo en la distribución del avisaje para una misma empresa y el resguardo de que incluya medios que tienen filiales en regiones, como El Mercurio”, señala.
Sin embargo, Sáez es escéptica de las posibilidades del proyecto de avanzar en el Senado. “Habrá que ver el lobby que haga el duopolio, que de acuerdo al propio proyecto recibe el 70% del avisaje”, señala, para luego hacer un paralelo con otras leyes que afectan el sistema de medios, como la de televisión digital o radios comunitarias: “conociendo el desarrollo que han tenido los proyectos relativos a medios de comunicación un proyecto así se tramitaría muy lento”, explica, para añadir que espera estar equivocada.
La presidenta del Colegio de Periodistas considera que es improbable que esta iniciativa avance. “Antes de abandonar la Secretaría General de Gobierno, el ministro Álvaro Elizalde anunció una comisión para estudiar el área de las comunicaciones y dejó preparado un proyecto de ley que tocaba el tema del avisaje estatal. Ese proyecto está en el escritorio del ministro Marcelo Díaz, pero no hemos visto que tenga alguna voluntad al respecto. El pidió un proyecto de acuerdo y lo conseguimos, pero no hay voluntad”, lamenta Javiera Olivares.
Al mirar la historia de los últimos treinta años podría estar la clave de la mantención de este “subsidio encubierto”, como lo señala Olivares, para el duopolio de la prensa escrita. Según explica la académica Chiara Sáez, la situación actual tiene que ver con decisiones concretas de los gobiernos de la Concertación, en los que se consagró la “doctrina Tironi” al respecto: "La mejor política comunicacional es no tener política comunicacional".
En el análisis de Sáez, si bien durante la dictadura Copesa y El Mercurio fueron apoyados proactivamente con millonarios recursos por los militares, “había al mismo tiempo un circuito importante de prensa escrita alternativa de oposición, y ese fue el que la Concertación dejó morir. En primer lugar, anunciando a la cooperación internacional que ya no se necesitaban los aportes de los que vivían estos proyectos, y paralelamente por la propia dinámica política de la Concertación en la época de la transición, que evitaba el conflicto a toda costa. Estos medios podrían haber cubierto temas como las violaciones a los derechos humanos de otra forma. Se actuó de forma positiva y también por omisión, y quienes ganaron fueron estos medios, porque supieron acomodarse al estilo de democracia que se estaba construyendo. Al mismo tiempo, la Concertación, hoy Nueva Mayoría, se acomodó a esa forma de ejercicio periodístico”.