La subversiva descentralización
[caption id="attachment_60261" align="aligncenter" width="351"] Foto: Claudio Frías[/caption]
A mediados de la semana pasada se encendieron las alarmas entre quienes impulsan la descentralización del país. El miércoles 4 La Tercera titulaba “DC notifica rechazo a la elección popular de los intendentes”, incendiando la pradera política a solo días que dos importantes referentes de dicho partido, el presidente de la Comisión de Hacienda Andrés Zaldívar y el presidente del Senado y parlamentario por Aysén Patricio Walker, suscribieran junto a sus colegas Antonio Horvath (Somos Aysén), Víctor Pérez Varela (UDI) y José García Ruminot (RN) lo que llamaron la Declaración de Coyhaique.
En el documento los legisladores comprometieron su respaldo a “la elección de intendentes regionales, dotados de poder de gobierno y de administración regional”, cambiar la figura de “gobernador regional” por la de “delegado presidencial” y generar “un acuerdo político transversal para definir en la ley orgánica la modalidad de elección del intendente regional suficientemente representativa de la voluntad democrática de la respectiva ciudadanía regional”. El escenario: el seminario internacional “Descentralización: ¿Hacia dónde vamos” organizado en la capital de Aysén los días 29 y 30 de octubre por las fundaciones Chile Descentralizado (FChD) y Konrad Adenauer (KAS), el Centro de Extensión del Senado y la Academia Parlamentaria de la Cámara de Diputados.
El artículo de La Tercera no era un tema menor. Mal que mal, la KAS es el principal centro de pensamiento democratacristiano a nivel mundial y sus gestiones logradas en la austral ciudad quedaban en entredicho.
¿Qué había pasado?
Según se apuraron en aclarar en la DC, nada. El propio secretario general Gonzalo Duarte matizó sus palabras de la jornada previa señalando que “la DC apoya la elección directa de intendentes si el proyecto está bien hecho; si no, hay que aplazar”.
Por esos mismos días la Comisión de Gobierno Interior del Senado iniciaba la tramitación del proyecto de elección de intendentes, fusionando la iniciativa del Ejecutivo con la de un grupo de legisladores. Y en las últimas horas, la Presidenta Michelle Bachelet se habría allanado a retroceder en algunos de los temas que tergiversaban el espíritu de lo planteado por la Comisión Asesora Presidencial para la Descentralización y el Desarrollo Regional que presidieran Esteban Valenzuela y Heinrich von Baer. A muchos les volvió el alma al cuerpo.
Fue así que un simple titular mantuvo en vilo por un par de jornadas el avance de la descentralización. Todos pendientes del Congreso, el Ejecutivo y los partidos políticos. Si sumamos al empresariado, en alguna forma es la historia de un Chile bailando al ritmo de la elite, con algunas notables y memorables excepciones.
Tal fue el argumento del panel de cierre del seminario, propuesto por el Capítulo Aysén de la FChD, liderado por Carlos Irigoin y Daniela Rauld: “Participación social para la descentralización: aprendizajes y propuestas desde la Patagonia”. La idea, mostrar cómo se organiza la ciudadanía más allá de los estados de ánimo de quienes controlan el orden establecido.
Propuestas desde el territorio
La atención que generaron los senadores en el encuentro fue una muestra más del centralismo nacional. Ese que no es solo territorial, sino también esquema mental que anhela que otros materialicen lo que necesitamos. En el caso de la descentralización, el Congreso y la institucionalidad. Algunos satisfechos porque los parlamentarios y el subsecretario Ricardo Cifuentes asistieron, otros molestos porque Víctor Pérez, José García Ruminot, Patricio Walker y Andrés Zaldívar, no tuvieron la disposición de escuchar las presentaciones locales, al contrario de la situación del diputado David Sandoval y el senador Horvath quienes sí permanecieron en el Centro Cultural. Iván Fuentes, a pesar de estar en Coyhaique durante la jornada en que estaba programado que expusiera, se excusó de participar.
Sin embargo, las presentaciones de la tarde de ese viernes apuntaron precisamente a lo contrario. Mostraron, con la moderación de Miriam Chible y Carlos Irigoin, cómo desde la ciudadanía se va construyendo el camino trazado, sin pedir permiso. Empoderamiento le llaman a ello.
El ex presidente del Consejo de Desarrollo Local de Islas Huichas Hugo Formantel explicó cómo en esa aislada localidad se organizaron fuera de la vista del Estado. Entre los años 2002 y 2012 impulsaron la entrega de títulos de dominio, que se instalara como una prioridad el agua potable desde el continente, pavimentación, salud, educación, electricidad y conectividad en su amplia expresión (marítima, digital, terrestre). Y la principal, el establecimiento de una comuna.
En algunos temas se avanzó, en otros no. Y su principal cuestionamiento, el más político, que el Estado sigue hoy con la mirada puesta en el continente dando la espalda al mar. Y a su gente.
“Hicimos todo este trabajo y nos trajo muchos costos: económicos, familiares. Porque cuando uno se organiza como nos organizamos nosotros las autoridades parecieran que en vez de sentir que nosotros les estamos ayudando se ven atacadas” recordó.
Tras 33 años de insistir en ello, en 2007 los valdivianos lograban su objetivo. Nacía la región de Los Ríos. Sin embargo, la promulgación de la ley 20.174 no fue el fin del camino. Solo parte del trayecto que aún hoy siguen construyendo.
José Araya, del Movimiento “Valdivia Cómo Vamos”, reseñó que desde el cambio de la división político administrativa se han involucrado en el control social a través de ámbitos como la educación ciudadana, la evaluación de la calidad de vida mediante indicadores, la gestión territorial e iniciativas como el voto programático que busca que quienes aspiran a un cargo de elección popular asuman compromisos concretos que, de no cumplirse, permitirían sacarles al pizarrón.
“Una posibilidad cierta de descentralizar el país es que nosotros tengamos ciudadanos educados en descentralización. Si no es así, claramente vamos a tener educación descentralizada utilizada por la clase política en forma centralizada al interior de nuestros territorios, y el resto de la gente no tiene idea de qué están hablando” fueron sus palabras.
El centralismo es control, es falta de democracia, pero también es inequidad. Así lo apuntó Irina Morend, directora regional de la Fundación para la Superación de la Pobreza, para quien este fenómeno también se plasma en una estructura de oportunidades concentrada. En este sentido, la efectividad de una política pública debe basarse en la capacidad de hacer una adecuada lectura de la realidad local, comprendiendo los ritmos bio-sociales de los habitantes y se pregunte “¿por qué entonces contamos con políticas públicas con estándares nacionales, si Chile es un país diverso geográfica y culturalmente?”.
En su opinión “el proceso de reforma constitucional debiera asegurar el reconocimiento del banco completo de derechos económicos, sociales y culturales, en una Constitución revisada”.
Uno de los principales instrumentos de planificación de Aysén, aunque aún no vinculante, es la Estrategia de Desarrollo Regional. Un detallado informe sobre sus alcances expuso la encargada de Unidad de Planificación Regional y Borde Costero del Gobierno Regional de Aysén, Paula Cruces. Y cómo a través de la participación ciudadana se ha logrado ejercer control democrático sobre el avance del proceso de descentralización, poniendo como ejemplo las mesas consultivas del Plan Especial de Zonas Extremas (Pedze), el Consejo para el Desarrollo Energético de Aysén y la futura Política Regional de Participación Ciudadana. Además se ha trabajado en impulsar la descentralización intrarregional llevando, por ejemplo, médicos a localidades aisladas e iniciativas de fortalecimiento gremial del Pedze.
En este sentido, relevó que gran parte de lo que se hace con relación a Aysén son políticas de gobierno y no de Estado. “¿Qué necesitamos para que sea una política de Estado? Necesitamos que una ley nos reconozca como una zona extrema, que nos garantice que estos mismos recursos que se duplicaron en años anteriores los podamos tener duplicados para siempre” aventuró la profesional.
En mi caso y como presidente de la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén, la exposición apuntó al poder. Abordó la necesidad de entender que la descentralización no es más que una de las caras que adopta la democracia. La clásica y muy humana disputa sobre la distribución del poder, de quien toma las decisiones. Los sistemas electorales, la asamblea constituyente, el regionalismo son parte de la misma matriz. Esquema que es necesario subvertir para transformar Chile.
Mientras no se tenga claridad sobre esto, cambiarán las formas más no el orden. Entenderlo es el paso necesario para avanzar en un verdadero proceso de descentralización. El resto, siempre podrá ser visto como maquillaje.
Estos planteamientos fueron los expresados en un Decálogo de Compromisos Ciudadanos de la Región de Aysén. Un documento que da cuenta de lo que piensa una parte de la ciudadanía y que está disponible para todos quienes quieran revisarlo y suscribirlo solicitándolo al correo [email protected].