El retorno de Ricardo Lagos: El amor y los amores por Chile
Hace pocos días, a la salida de una reunión con el vice-presidente de la república Jorge Burgos, el ex presidente Lagos afirmó, “que ama a Chile y a su gente, mucho. Y lo que ocurre me preocupa mucho. Y por lo tanto, haré todo lo que esté a mi alcance para que Chile no se vuelva a frustrar”.
Expresar públicas declaraciones de amor, es una característica expandida en estos tiempos, sobre todo cuando se escucha en la locomoción colectiva fuertes “te amo”, para finalizar conversaciones telefónicas y con mayor abundancia en las llamadas redes sociales, sin embargo esas declaraciones están dirigidas a personas y son menos abstractas que aquellas como las de Lagos, referidas a la patria. Estas últimas, en general las asociamos con los héroes o heroínas de los albores de la independencia u otras batallas históricas; sin ir más lejos el 6 de Agosto de 1812 La Aurora de Chile publicaba:
“DEL PATRIOTISMO, ó DEL AMOR DE LA PATRIA”.
“En las grandes revoluciones, en las crisis violentas de los estados, cuando, ó los amenaza una ignominiosa servidumbre, ó los halaga la fortuna con la esperanza de la libertad, se descubre en todo su brillo el amor de la patria, y produce milagros de magnanimidad, y fortaleza…”
Esta publicación de más de dos siglos nos auxilia para entender de mejor manera este tipo de declaraciones de amor a la patria, como las formuladas recientemente por Lagos.
Lo primero que observamos que estos sentimientos se producen al calor de una crisis, que significa la existencia de un conflicto en un proceso que provoca inestabilidad. Esta crisis se verifica en los Estados, es decir en este ente que regula la vida y las acciones de los habitantes de una sociedad, institución que muchos entienden como una idealización ahistórica es decir como una cosa. Esta cosa que es el Estado es tomada por los capitalistas, precisamente como una cosa que está determinada por sus funciones. La cosificación del Estado es precisamente la mirada que debe estar en la actitud de Lagos.
Siguiendo, con la ignominia de la servidumbre, creemos que se refiere a quienes han faltado el respeto, constituidos prácticamente por los siervos de ese momento, que podrían estar hoy representados por los movimientos sociales que se encuentran manifestando el malestar que produce el modelo que viene a defender Lagos.
También es destacable el carácter magnánimo que al igual que en 1812, provocaba estas expresiones de amor a la patria, se encuentren en la forma que Lagos se dispone a corregir los destinos de país en un futuro no lejano.
Observemos con atención antecedentes existentes, para prever las intenciones de quién manifiesta este sentimiento de amor por nuestro país en forma tan enérgica. Estos datos exceden el espacio disponible, por lo que enumeraremos algunos y sus consecuencias más inmediatas que durante el gobierno de Lagos y en compañía de su flamante ministro de hacienda, el ex funcionario del F M I, Sr. Eyzaguirre se llevaron a cabo:
- Liberar de impuestos a la ganancia de capital sobre acciones con presencia bursátil.
- Se elimina el impuesto a la ganancia de capital por la enajenación de acciones en bolsa.
- Se crea el tipo de sociedad “Sociedades por acciones”, la cual recoge y une los beneficios de las sociedades de responsabilidad limitada con los de las sociedades anónimas.
- Se flexibiliza la normativa de los fondos de inversión, extendiendo los incentivos tributarios a los tenedores de cuotas de fondos de inversión.
- Se aumentó el I V A a un 19 %, lo que implicó pasar de una recaudación de 3.867 millones de pesos en el 2001 a 5.248 millones por concepto de este impuesto regresivo, según informa el Servicio de Impuestos Internos.
También vale la pena recordar que, con el discurso de crecer con equidad se neutralizó en compañía de conspicuos dirigentes sindicales, al movimiento sindical.
Las consecuencias más concretas de lo que ocurrió en los seis años en que Lagos condujo el país que declara amar, quedan expresadas con claridad cuando se constata que las remuneraciones que capturaban los chilenos en el año 1999 correspondían a un 41,5 % de la riqueza total que el país produce (P I B), y al término de su mandato en el año 2006 quedaron reducidas a un 34,8 %, lo que significó por otro lado un incremento de los excedentes o utilidades y en ningún caso de impuestos al capital.
Este último dato nos permite sospechar a quién ama Lagos cuando se refiere a Chile y ya sabemos que es un sentimiento que ha sido correspondido públicamente.