Cristina Fernández presionó a Bachelet para destrabar Pascua Lama
En su visita a Argentina, la presidenta Cristina Fernández reiteró la importancia de avanzar en discusiones ante la paralización del primer proyecto minero binacional, Pascua Lama. Esto se suma a las repetidas declaraciones del ministro de Minería argentino, Jorge Mayoral, sobre las expectativas que tiene ante el nuevo gobierno chileno y su gestión para aprobar el cuestionado megaproyecto.
En paralelo las insistencias trasandinas, se desarrolla la campaña “República Glaciar” de GreenPeace. Esta acción tiene el fin de que el Gobierno se comprometa a crear una ley que proteja a los glaciares chilenos, dentro de los cuales están los glaciares Toro 1, Toro 2 y Esperanza, que se verían afectados por las obras de Pascua Lama.
El proyecto de la minera canadiense Barrick Gold fue multado por la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) por $8 mil millones (US$16,4 millones) y permanece paralizado desde mayo de 2013 por incumplimientos en normas respecto al manejo de aguas, definidas por la Resolución de Calificación Ambiental (RCA).
Matías Asun, director de GreenPeace Chile, señaló a El Desconcierto que “Por mucho que haya presión en Argentina, el proyecto depende de su realización en el lado chileno. La única posibilidad es que se retiren los permisos ambientales y el proyecto se acabe, aquí no hay terceras oportunidades, han cometido suficientes fechorías, ilegalidades y crímenes como para que en cualquier país del mundo se persiga judicialmente a los responsables.”
En una declaración conjunta realizada por ambas mandatarias, la presidenta Bachelet recalcó que “en Chile tenemos una institucionalidad ambiental y judicial que respetamos plenamente, así que tendrá que seguir el cauce que corresponda".
El proyecto fue iniciado durante el gobierno de Eduardo Frei, pero fue aprobado en gran parte durante el periodo anterior del mandato de la presidenta. Sobre su postura actual, declaró que “la minería per se no es mala ni buena, sino que en realidad lo que hay que arbitrar es que todas las inspecciones y todas las políticas se desarrollen en un respeto total al medio ambiente, pero por lo pronto si no hubiera minería habría muchos aspectos de la vida diaria que no serían posibles”.
Asun aseguró que el gobierno tiene disposición a conversar sobre el tema, pero ellos esperan "que la Presidenta dé un paso significativo, no sólo monitoreando los glaciares y midiendo como se destruyen, sino derechamente para evitar que eso ocurra con un compromiso decidido de parte del Estado de Chile”.
Los ambientalistas esperarán a que la Presidenta se pronuncie en la cuenta pública del 21 de mayo y esperan que así “rompa el silencio histórico del ejecutivo”, hasta entonces permanecerán en protesta y realizando acciones, en medio de las presiones trasandinas por apurar el proceso de aprobación.