Octopus es un proyecto desarrollado por un consorcio de cuatro empresas: las norteamericanas Australis Power y Cheniere Energy y las chilenas Andes Minergy y Gasoducto Innergy.

Esta central aportaría al Sistema Interconectado Central (desde Taltal a Chiloé) una potencia instalada de 1.140 MW. Estaría operativa el año 2017.

Siempre con la excusa de falta de energía, este mega proyecto no considera enormes impactos ambientales que se generarán por la extracción del combustible que utilizará, ya que ello ocurrirá fuera de nuestras fronteras.

Se trata de gas natural (suena bien) del tipo Shale gas que se extraerá en Estados Unidos con un sistema llamado Fracturación Hidráulica (fracking) que consiste en inyectar a presión al suelo agua con componentes radioactivos que rompen o fracturan las capas de suelo hasta llegar a los depósitos de este gas que luego extraen, dejando esta agua contaminada inyectada en el suelo, generando paralelamente inestabilidad del terreno.

Este gas será transportado congelado en barco desde Estados Unidos al puerto de Penco. Ahí es traspasado a un barco (unidad flotante de almacenamiento y regasificación) que lo procesará. Para descongelarlo usará agua del mar que devolverá con mayor temperatura.

Pero como la empresa se preocupa que sus máquinas no se dañen y no se formen algas dentro de sus instalaciones, a esta agua le agregarán cloro para hacerla pasar luego por sus cañerías y descongelar el gas. Obviamente no tienen pensado preocuparse de lo que pasará en la bahía de Penco con las toneladas de cloro que estarán depositando en el mar.

La comunidad de Penco y Lirquen están preocupadas por los riesgos del ducto, que altransportar un combustible altamente inflamable y volátil, el ducto es una insfraestrutura extremadamente peligrosa. Existirá un alto riesgo de accidentes como incendios y explosiones.

Además afectará la Pesca Artesanal, tanto como fuente laboral y como parte de la cultura de gran parte de las familiar de la zona.

Paralelamente destruirá el valor turístico de la zona y disminuirá el valor de las propiedades habitacionales ubicadas en las inmediaciones de las instalaciones.

El gas, una vez descongelado, será enviado mediante una cañería submarina de dos kilómetros y medio al ducto que ya está construido llegando hasta la comuna de Bulnes, donde construirían la Termoeléctrica.

Dicho ducto se usó a fines de los años 90 para traer gas desde Argentina, planificado con una duración de 20 años. Ahora, se pretende usar el mismo ducto, pero esos 20 años mágicamente ahora no son impedimento para seguir usando el mismo ducto.

Para la instalación de las Termoeléctricas, la empresa ya adquirió un terreno de 54 hectáreas en el sector del camino a Los Tilos, muy cerca de la Ruta 5 y colindante con el río Diguillín, Comuna de Bulnes.

Éstas serán dos central de ciclo combinado que operarán en base a gas. Y para que no se diga que la empresa respeta a sus vecinos, en una serie de reuniones que realizaron le preguntaron a la gente qué nombre le quieren colocar a las mega centrales. Por ello, ahora esta etapa del proyecto energético se conoce como “Central El Campesino”.

Irónicamente, lo menos que harán será cuidar a los campesinos y sus cultivos, ya que para el funcionamiento de las termoeléctricas usarán agua (se estima unos 500 litros por segundo) de la cuenca del Río Diguillín, lo que sin duda puede afectar la disponibilidad de agua para consumo humano e incluso, generar escenarios de escasez hídrica, para el riego. Además se expulsarán al aire sustancias contaminantes que no son compatibles con cultivos agrícolas sanos y menos orgánicos.

Una estrategia de las empresas es presentar su mega proyecto por etapas al Sistema de Calificación Ambiental. Por ello, con fecha 22 de Abril de 2013 fue presentado a calificación ambiental el proyecto "Terminal Marítimo Octopus LNG, Bahía de Concepción, VIII Región" actuando como Titular: OCTOPUS LNG S.p.A.

El Servicio de Evaluación Ambiental del Bío Bío extendió hasta el 14 de mayo de 2014 el plazo para contestar las observaciones contenidas en el Informe Consolidado de Aclaraciones, Rectificaciones y Ampliaciones del proyecto terminal marítimo Octopus. Dicha resolución se adoptó luego que el 30 de octubre el representante legal de Octopus LNG, Alfonso Ardizzoni, ingresara una petición en tal sentido dirigida al director regional del SEA, Bolívar Ruiz.

En el documento, Ardizzoni pide la extensión del plazo hasta el 30 de mayo de 2014, con el fin de “tener mayor tiempo para profundizar en los estudios de especialidad asociados al Estudio de Impacto Ambiental y dar respuesta a las observaciones presentadas por la comunidad”.

Hace unos días al empresa Australis Power retiró de la tramitación su Estudio de Impacto Ambiental, según indicó, con la idea de “profundizar ciertos aspectos”.

Sin duda todo este proyecto se basa en la supuesta falta de energía, discurso que solo intenta esconder la realidad: con la aplicación de eficiencia energética, recuperamos el 70% de la energía producida hoy en Chile, la que se pierde por enormes deficiencias de nuestro sistema.

Tanto en Bulnes, como en Penco y Lirquen la gente se ha organizado. El Bulnes contra las termoeléctricas y en la costa contra el terminal marítimo y el ducto. Para potenciar el trabajo ciudadano, se creó una coordinadora inter comunal que es la fuerza social que hace frente a este mega proyecto con organización, manifestaciones y reuniones informativas en donde se deja claro que la fuerza de los pobladores, de los pescadores y de los campesinos no se detendrá frente a esta gran amenaza, que solo busca generar dinero y enormes costos socio ambientales a costa del discurso de falta de energía.

Fuente: chillanactivo.cl

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