Vacunas y vacunación COVID-19: Tiempos y datos récord para enfrentar la pandemia
Los datos y los tiempos que la ciencia ha reportado desde que comenzó la pandemia del COVID-19 hasta conseguir varias vacunas que están a punto de superar todos los ensayos han sido de récord, y los planes que los gobiernos diseñan ya para administrarlas apuntan marcas también insólitas.
El gobierno español, de hecho, aprobó este martes en el Consejo de Ministros el Plan de Vacunación contra el COVID-19, un plan que se acometerá previsiblemente a lo largo del primer semestre de 2021, con una estrategia única en todo el país y que establece las prioridades entre los grupos de población y los profesionales y los lugares (unos 13.000) donde se administrarán las vacunas.
Las farmacéuticas van a poner a disposición de la comunidad internacional vacunas “eficaces y seguras“, y ahora es el momento, según la catedrática de Epidemiología Patricia Guillem, de que los gobiernos, y entre ellos el español, den ejemplo de “solidez y unidad“ a la hora de aplicar protocolos de vacunación.
Esas vacunas contarán con el aval de las principales agencias de evaluación de los medicamentos del mundo (entre ellas de la Agencia Europea del Medicamento, la FDA estadounidense o la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) que acreditarán su eficacia y su seguridad.
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Pero llegarán, previsiblemente, cuando la curva que muestra las reticencias de los españoles hacia esas vacunas esté en la parte más alta, ya que el último barómetro del CIS reveló que sigue aumentando el número de personas en España (un país en general proclive a las vacunas y donde no existen un movimiento “anti“ muy robusto) que no se vacunaría.
El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas relevó el hecho de que el porcentaje de personas que no se vacunaría inmediatamente contra este coronavirus, ha pasado del 43,8 en octubre al 47% en noviembre.
Hoy son 260 los proyectos que continúan activos en el mundo para encontrar una vacuna contra el SARS-CoV-2 responsable del COVID-19, pero diez “vacunas“ aparecen ya como firmes candidatas al estar superando los últimos episodios de la tercera fase de los ensayos, previa a su autorización, fabricación y administración.
Son las de la estadounidense Pfizer y la alemana Biontech, “Gam-COVID-Vac“ (o “Sputnik V“) elaborada por el Centro de Epidemiología y Microbiología Gamaleya (aprobada ya en ese país) y la de AstraZeneca con la Universidad de Oxford. A ellas se suman la china Sinovac con el Instituto Butantan de Brasil; el fármaco de Sinopharm con el Instituto de Wuham (China); la de Sinopharm con el Instituto de Pekín; el antídoto de Moderna (Estados Unidos) y la de CanSino Biologics (China), además de la de Janssen Pharma con Johnson&Johnson y la de Novavax (Estados Unidos).
Catedrática apunta a la reticencia de un segmento de la población frente a la vacuna
Patricia Guillem, catedrática de Epidemiología, Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Europea, ha apuntado que la reticencia hacia las vacunas “podría estar infundada por múltiples causas“, y apunta a las prisa para su rápida comercialización y las posibles dudas que pueden surgir respecto de su seguridad y eficacia.
A su juicio, plantea, la autorización por las principales agencias reguladoras del mundo avala la seguridad de esos productos. “Aunque las etapas del proceso de producción se han acelerado, consideró que si cada una de las diferentes líneas de investigación que hemos visto más avanzadas llega a la fase IV, es porque cada producto generado cumple con las suficientes garantías, seguridad y efectividad“.
En declaraciones a EFE, la catedrática destacó que las vacunas “candidatas“ usan tecnologías muy diferentes e insistió en que la evaluación de cualquier medicamento continúa tras su comercialización para detectar cualquier efecto adverso no deseado.
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Ante el inicio de los procesos de vacunación masivos en muchos países, la epidemióloga ha apelado a los gobiernos para que den ejemplo “de solidez y unidad“ y para que no haya diferencias entre comunidades autónomas.
“El éxito conjunto no se logrará si no se traza un plan de salud adecuado, que sea real y alcanzable para todos y que permita designar el qué, quién y cómo con exactitud y precisión, ya que sólo una buena gestión del proceso asegurará que el ritmo de vacunación de la población sea el correcto y que en pocos meses se llegue al nivel de inmunidad poblacional deseado“, aseveró.
Tras la primera oleada de vacunaciones, y ante la hipótesis de que las segundas y sucesivas generaciones de vacunas sean mejores que la primera, Guillem subrayó la importancia de hacer un seguimiento posterior para conocer los anticuerpos que se han generado y determinar si es preciso administrar dosis “de recuerdo“.
Aunque “altamente recomendada“ la vacuna no debe ser a su juicio obligatoria. Adicionalmente, la catedrática asegura que la inmunidad “de rebaño“ se conseguirá gracias a los que han pasado la enfermedad y generaron anticuerpos y a quienes se vacunen, pero es pronto para saber “si conseguiremos eliminarlo totalmente o si conviviremos con él como lo hacemos con otros virus estacionales“.
Por último transparentó su certeza de que la profilaxis de una vacuna ayudará mucho al control de la enfermedad y a la disminución de las llamadas “cadenas silenciosas“ de contagios “que tantas dificultades nos han ocasionado“.