El arbitrario procedimiento de Carabineros que terminó con una madre lanzada a un canal
Aún no puede dormir tranquila, dice la psicóloga y especialista en primeros auxilios Elvira Espinoza, después de haber sufrido una violenta agresión durante un anómalo control de Carabineros de Chile en Comalle, provincia de Curicó. Dos investigaciones paralelas, una judicial en manos del Ministerio Público y otra administrativa manejada por la policía uniformada, contienen las distintas versiones de un caso que llamó la atención del Instituto Nacional de Derechos Humanos y de la Defensoría de la Niñez. La mujer espera que, con su relato, finalmente “se haga justicia”.
En conversación con El Desconcierto, Elvira afirma que no entiende cómo se desencadenaron los hechos que comenzaron con ella y su familia disfrutando de un viaje familiar, y terminaron con sus gritos ahogados en el barro del canal que acompaña uno de los caminos rurales en Comalle. “Parece ser que cuando está Carabineros metido mejor no hay que meterse. A mí me queda esa sensación, pero la verdad es que si no se denuncia, esto sigue”, reflexiona.
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Eran cerca de las 20:30 horas del lunes 20 de septiembre cuando Elvira Espinoza iba junto a su familia camino a Curicó, tras haber salido de un hotel en el sector de Comalle, sin imaginarse lo que pasaría después de ser interceptados por un oficial de Carabineros de Chile, que pese a encontrarse fuera de servicio, procedió a detener sin fundamentos el vehículo en el que viajaban Elvira, Víctor, y su hijo de tres años.
“No ubicábamos la zona, y no sabíamos cómo llegar a Curicó, entonces empezamos a bajar la marcha del auto”, relata Elvira. “Íbamos como a unos 50 km/hr y se instala un auto atrás de nosotros, haciéndonos señas, tocando la bocina. Dado que pasaba eso, decidimos orillarnos para dejarle el paso libre, y en vez de pasar, el auto nos bloqueó la pasada y se baja un hombre que, al acercarse, nos damos cuenta que era un carabinero”, explica.
La mujer asegura que el oficial manejaba un auto particular y vestía una polera de manga corta institucional, y que luego se “abalanzó” sobre ellos, “gritando todo tipo de groserías ordinarias”, y obligando a su pareja a descender del automóvil. Elvira detalla que el policía, quien se identificó inmediatamente como un oficial de Carabineros de Chile, se rehusó a revelar su nombre, cargo, o comisaría a la cual pertenecía, pese a las quejas de la pareja de Elvira, pidiéndole que revelara su identidad.
“A ti no te importa quién soy yo, huev… Yo soy paco, yo hago la huev… que quiero”, fue la respuesta que recibió de parte del sujeto, cuya pertenencia a Carabineros de Chile fue confirmada por los funcionarios de la comisaría que trabaja en la zona de Comalle, quienes, además, certificaron que el hombre estaba “de franco” mientras realizaba el control.
Así se lo dijeron a Elvira cuando llegaron al lugar de los hechos, después de que ella le solicitara al carabinero que pidiera la intervención de otros uniformados. “Yo le dije ‘bueno, como este procedimiento es tan irregular, yo te pido por favor que llames a una patrulla’, a lo que respondió también con groserías, diciendo que aunque llamáramos a la patrulla, él iba a hacer lo que quisiera porque para eso era un carabinero”, relata la mujer.
La copiloto
Finalmente el policía hizo caso a la petición de la psicóloga y llamó a sus colegas, con quienes mantuvo una “conversación coloquial”, describe Elvira. “El dijo ‘estoy aquí, con unos huev… y quiero llevarlos pa’ allá’, y cuando eso ocurre, se baja una mujer del auto, como copiloto, y esa mujer empieza a gritarle a mi marido ‘erí' un huev… por huev… te van a cag… porque vení’ manejando mal’, no se qué… nosotros nunca manejamos mal, de hecho nunca nos sacaron ni parte por infracción a la ley de tránsito, solo que veníamos a menor velocidad que ellos, y ellos quizás querían manejar más rápido”, cuenta.
Las agresiones verbales de la copiloto que acompañaba al oficial, posteriormente identificada como su pareja, provocaron que Elvira decidiera grabar la situación, para tener un registro audiovisual de la patente del oficial y de todo lo que estaba ocurriendo, en un video que convirtió en la principal evidencia del caso que está ahora en manos del Ministerio Público.
“Me bajo del auto y empiezo a grabar”, dice Elvira, detallando que “esa mujer estaba parada afuera de su auto gritando, cuando me ve, se queda callada, y hace un gesto como de que se quiere volver al auto, pero me mira, se devuelve y me pega un puño, no me acuerdo bien, y después me empuja y me tira dentro de un canal de regadío”.
“Mi hijo a esa altura gritaba, lloraba, desesperado, porque él vio todo lo que pasó. Después de eso el carabinero se me queda mirando con los brazos cruzados, y mi marido le dice ‘mira lo que hiciste’, porque él no me pudo proteger porque el carabinero tenía acorralado a mi marido, entre el auto y él. Entonces, cuando ve esto, el carabinero se quedó mirando, y ahí mi marido logró zafarse de él y ahí me sacó del canal, pero ellos me miraban no más. Mi marido le dice ‘viste lo que lograste, mira lo que hicieron con mi mujer’ y el tipo le dice ‘bueno, ella se lo buscó’”, continúa.
Dos versiones de los hechos
La pesadilla de Elvira no terminaría ahí. Al rato llegaron dos oficiales de Carabineros al lugar de los hechos a adoptar el procedimiento, y trasladar al uniformado al Retén Comalle. Elvira y Víctor siguieron al vehículo a bordo de una patrulla distinta, sólo para arribar a la mencionada comisaría y que los oficiales no le permitieran denunciar los hechos ni constatar lesiones.
“Los agresores estaban dentro del Retén cuando nosotros llegamos. A mí nunca me dejaron entrar al Retén, no me dejaron declarar, no me dejaron constatar lesiones”, asegura Elvira, quien agrega que “lo único que me decían era ‘vaya a bañarse, cámbiese de ropa, y después hacemos todo el procedimiento’. Yo les decía ‘no, yo lo voy a hacer así, porque tengo que tener pruebas de que esto me pasó’. Me dijeron ‘bueno, si quiere vaya a otra parte a hacer la denuncia’”.
Esta situación está consignada en la denuncia formal que la mujer logró realizar ante la Policía de Investigaciones (PDI), la cual había conseguido ser acogida por la Fiscalía, antes de desaparecer del registro, según constató Elvira junto a su abogado, dos semanas después del hecho. Paralelamente, Carabineros ingresó un parte recogiendo su versión de lo sucedido, el cual sigue vigente; según los oficiales, Elvira habría sido la que agredió a la copiloto, y después no habría querido hacer la denuncia en el Retén Comalle, o constatar lesiones, argumentando que habría decidido ir a realizarla en la PDI solo porque tendría “familiares” en la policía.
“La denuncia es totalmente opuesta al video. Carabineros descaradamente mintió, tapó lo que habían hecho, el mal procedimiento, el apremio ilegítimo, la violencia, todo eso lo taparon. En la denuncia que ellos hicieron dijeron que yo había agredido a la mujer, y que ella para defenderse me pegó, cosa que no es real, porque el video es súper claro”, dice la mujer.
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Gonzalo Ramírez, abogado defensor de Elvira, confirmó el contenido del parte a El Desconcierto, tal como lo hicieron desde Carabineros. Consultados por la presente edición, la institución policial señaló que “la recurrente se negó a hacer la denuncia y a constatar lesiones”. Asimismo indicaron que se inició “una investigación administrativa, con el propósito de esclarecer lo acontecido”.
Para Ramírez, todo el procedimiento efectuado por los uniformados fue “ irregular”. El representante de la mujer cuestiona que, primero, frente a la llegada de Elvira al Retén, tras ser víctima de una agresión y encontrándose “mojada, llena de barro y suciedad por el canal”, Carabineros la dejara en las afueras de la comisaría, “sin permitirle en momento alguno lavarse o ver cómo cambiarse de ropa o algo”.
Según el abogado, es en ese contexto donde Carabineros, a su modo de ver, “toma mal la denuncia o no hace bien el procedimiento”. Esto, ya que los oficiales de la policía uniformada redactaron “una especie de parte, y la hacen firmar un documento sobre que, supuestamente, ella se retiraría del lugar sin hacer una denuncia”, relata.
Inicialmente, la Fiscalía del Maule había determinado no perseverar con la denuncia realizada en contra de Elvira, porque no habrían mayores antecedentes, pero cuando se ingresó la denuncia realizada por la mujer en la PDI, de acuerdo con Ramírez, el Ministerio Público decidió reabrir la causa. Sin embargo, Elvira se percató de una “irregularidad no menor”, en sus palabras, al revisar el estado de la denuncia; la acción que presentaron ante la Policía de Investigaciones ya no aparece en el sitio oficial de la Fiscalía.
En su lugar, sólo está presente el parte que contiene la versión de Carabineros, que se refiere al enfrentamiento entre Elvira y la copiloto, el cual sindica a la acompañante del carabinero como la víctima, actuando en legítima defensa contra la mujer al empujarla al canal. De esta forma, la denuncia que abordaba el violento control de identidad que gatilló la agresión, y el irregular procedimiento posterior realizado en el Retén Comalle, no será considerada.
“Busco que se haga justicia”
Tras los hechos, el INDH se contactó con la mujer para brindarle apoyo y señalar que ellos estarán tomando conocimiento de la situación. Así también, se le puso en conocimiento la situación a la Defensoría de la Niñez, que estaría, según el abogado, recabando antecedentes del caso, por la exposición del hijo de tres años de Elvira y Victor a la agresión.
Hasta el cierre de esta nota, Elvira Espinoza y su abogado siguen a la espera de poder concertar una reunión con la fiscal Danahe Arellano, encargada del caso, para averiguar cuáles serían las motivaciones detrás de no considerar la denuncia que Elvira realizó ante la PDI, misma instancia en donde pudo constatar lesiones, después de que los oficiales del Retén Comalle no se lo permitieran.
“Parece ser que cuando está Carabineros metido mejor no hay que meterse. A mí me queda esa sensación, pero la verdad es que si no se denuncia, esto sigue. Hace días ocurrió con otra persona, que por ser pública el carabinero está dado de baja. Yo no busco eso, yo busco que se haga justicia con lo que está pasando”, expresa Elvira a este medio.
La mujer agrega “yo no soy víctima de una vulneración el lunes 20. Yo soy víctima de una vulneración desde el lunes 20 hasta que se haga justicia, porque no puedo salir a la calle con tranquilidad, no me puedo acercar a las ventanas porque creo que hay un paco mirándome, que puede hacer cualquier cosa. Es así de doloroso y es así de terrible ser vulnerada, porque una se siente una pulga”.