Ejecutivo anuncia "Plan segunda ola" COVID-19: Expertos cuestionan estrategia y anticipan crítico escenario
"Con casi 20 mil fallecidos entre sospechosos y confirmados de acuerdo al DEIS, uno de cada mil chilenos ha muerto con un diagnóstico de COVID-19, el gobierno considera su estrategia en este noveno mes, exitosa. Y en ese sentido, un programa de segunda ola es simplemente la confirmación de una estrategia que ellos tienen desde un principio y el anuncio de la segunda ola es que ellos aceptan que va a aumentar el contagio porque todavía no hemos aplastado la primera ola y la estrategia es la misma de siempre", asegura el salubrista Gonzalo Bacigalupe cuando le consultamos por las declaraciones de este martes emanadas del Ministerio de Salud.
Específicamente, las palabras del sicólogo, investigador y académico se generan en respuesta a la subsecretaria de Salud, Paula Daza, quien en diálogo con Cooperativa confirmó que ya está en elaboración un plan denominado "Segunda Ola", con el propósito de evitar los impactos de un eventual rebrote de COVID-19.
En este sentido, Bacigalupe tiene claro el escenario que se plantea el Ejecutivo y así lo expresa. "Es una estrategia hospitalocéntrica", ilustra. Y sobre ella explicita sus alcances, tendientes a "aumentar la cantidad de camas críticas. No hay ningún intento en prevenir el aumento de contagios y en prevenir una segunda ola si es que llegáramos a bajar el contagio que tenemos en este momento".
Bacigalupe: "Hablar de segunda ola es aceptar que continúe la meseta de contagios y muertos y arriesgar la vida de miles de personas"
Para el profesional, de hecho, "aceptar una segunda ola resulta extremadamente irresponsable, porque lo que vemos en Europa es que los contagios pueden ser más altos que la primera ola y, a pesar de que sabemos mejor cómo tratar a los pacientes y en ese sentido la letalidad va a ser menor, igual un gran número de contagios acarrea muchas muertes y un impacto muy grande a nivel político, social, económico", dice.
Paralelamente, plantea que la estrategia debiera tener otro enfoque. "Uno debiera prepararse para prevenir una segunda ola, no simplemente aceptar su existencia. Eso es lo que uno hace cuando utiliza el principio precautorio en salud pública, cuando usa una estrategia de prevención, pero el gobierno no tiene una estrategia (en este sentido), está más interesado en tratar a aquellos que están enfermos graves con las consecuencias (de ello), que es tener una de las mortalidades acumuladas más grandes del mundo", cuestiona.
Y en un ejercicio de brutal honestidad, el experto trasparenta que "hablar de una segunda ola, es simplemente aceptar que continúe esta meseta de contagios y muertos y arriesgar la vida de miles de personas".
En la misma línea argumental, Bacigalupe cita incluso a una de las caras más visibles del Minsal. "La misma doctora Daza dijo que la idea era generar un contagio progresivo. E intentan hacerlo de esa manera a nivel de promedio, pero colapsando las regiones que están más impactadas con la pandemia. Por ejemplo en la zona sur, donde incluso las medidas que han tomado no han servido necesariamente para disminuir de modo significativo el nivel de contagios. Nuevamente el gobierno juega con una estrategia que es de mucho riesgo y que pone en peligro muchas vidas. De hecho, la estrategia comunicacional hasta el momento ha sido naturalizar esta cantidad de fallecidos. Tener 300-350 fallecidos a la semana, aparece como algo natural y normal", dice evidenciando su decepción frente a las decisiones adoptadas.
El salubrista analiza el panorama sanitario actual para proyectar la pandemia. "Hoy martes tuvimos alrededor de 1.000 contagios, pero tuvimos una positividad más alta porque se disminuyó la cantidad de test disponibles, 22.000. Eso significa que seguimos con un promedio diario de contagio casi alrededor de 2.000 y esto no ha bajado. No ha habido una baja real desde la famosa 'leve mejoría'", dice de manera concluyente nuestro entrevistado.
Doctor Kong: "No se puede hablar de rebrote porque tenemos casos nuevos todos los días"
Por su parte, el emergenciólogo Ramón Kong, entrega su visión respecto del anuncio del Ejecutivo, en una línea no particularmente optimista, sino más bien sobre la base de lo experimentado en terreno en una pandemia de larga data en Chile y en consideración de los criterios de abordaje de la crisis sanitaria de las autoridades a cargo.
"Estamos pasada la primera ola, que la definen los puntos de inflexión positivos, donde se genera un aumento de casos significativos, luego viene un descenso y (posteriormente), llegamos a una línea base. Esa es una oleada. Estamos en una línea base alta, en una meseta alta con más de 1.500 casos al día, por lo tanto, nunca llegamos a fojas cero, que es lo que han logrado los países que sí abordaron bien la pandemia como Nueva Zelanda, que tiene casos cero. Y al primer caso, cierran todo. Ellos pueden hablar de rebrote o de nuevo brote, porque tienen cero", dice el especialista contextualizando su análisis.
"Chile no puede hablar de rebrote porque tenemos casos nuevos todos los días. Es como decir que tenemos cientos de brotes todos los días. Rebrote es una mala terminología y una expresión equivocada. Lo que sí vamos a tener, efectivamente, es una nueva oleada", dice antes de ilustrar respecto del escenario en el que nos encontraremos en las próximas semanas.
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En este sentido, Kong detalla que "basta mirar lo que está sucediendo en Europa, que entrando a la época estival fría, empezaron con un aumento de casos de manera explosiva. Nosotros esperamos que, si el verano nos da una manito, esto sea replicable a lo que pasó (en un comienzo), que tiene más relación con marzo. Eso sería una fecha estimativa, lógicamente esto puede acelerarse de acuerdo a la conducta que tengamos como comunidad. Si relajamos las medidas como personas, como individuos, si relajamos las medidas de las mascarillas, del distanciamiento social, la higiene de nuestras manos y lo que manipulamos, podemos acelerar esto y generar brotes locales, agrupaciones o clusters que vayan aumentando la viremia", advierte.
Y nos sitúa en un eventual y complejo escenario, no descartando que con el paso de las semanas, "vayamos aumentando los contagios dentro de nuestras propias casas y que esto se vaya multiplicando".
Respecto del anuncio del Ejecutivo, Kong es más bien cauto e incluso escéptico en el momento del análisis. "Espero que no sea como la primera (ola), porque recuerdo cuando el Presidente y el ex ministro (Mañalich) planteaban que veníamos preparados desde enero y cuando nos llegaron los primeros casos Covid, tuvimos un colapso superior al 97% de la ocupación de camas críticas y respuesta para pacientes graves. Eso es un colapso", enfatiza.
En este sentido, el facultativo hace hincapié en lo que significa esta compleja adversidad en tiempos de pandemia. "Se han escudado en esto de 'la última cama', pero un colapso es cuando tienes el total de tus camas ocupadas, no tienes capacidad de respuesta, tienes pacientes críticos en unidades que no están diseñadas para eso y tuviste que sacar pacientes de una ciudad a otra porque ya no te cabían más, eso es colapso y no tiene otra manera de ser nombrada, así que esperemos que no sea como lo plantearon (en un inicio de la pandemia)", dice enfáticamente.
"Tenemos equipos muy desgastados"
Paralelamente, Kong aterriza el adverso escenario profesional en el que se desarrollaría esta fase de la crisis sanitaria en nuestro país. "Tenemos equipos muy desgastados, donde hubo licencias por Covid, ahora hay licencias por enfermedad y por ansiedad, trastornos del ánimo por todo lo que significa haber llevado sobre nuestras espaldas una pandemia", detalla.
Kong releva, además, el ámbito de la salud mental. "Tenemos hoy casos aumentadísimos de necesidad de consultas siquiátricas, producto del trastorno del ánimo, entre otras cosas, el estrés provocado post estrés y cuánta cosa. Equipos golpeados donde fallecieron familiares, gente de aseo enferma", dice introduciendo un nuevo elemento de análisis.
Adicionalmente, apunta a una petición efectuada a las autoridades de salud que no se acogió. "Todo esto, lógicamente no aparece en ninguna parte, pero tenemos equipos totalmente desgastados. Se le solicitó al ministerio, en un momento, que nos hiciera el favor de dar descansos compensatorios para los equipos de salud, lo que no fue otorgado", cuestiona.
"Por último que ayudaran, si los sueldos son paupérrimos para nuestros equipos, porque hoy están en boga los médicos, pero hablemos de los equipos de salud, tenemos gente de aseo que gana menos que el mínimo, paramédicos que ganan $400.000 y que están exponiendo sus vidas y se preparan para una nueva oleada con toda esta carga emocional, con estrés a cuesta, haber afectado a su familia y no se les agrega un valor al trabajo de ellos. No se les ha entregado ningún bono, como dijo el ministro (Enrique Paris) y tampoco se les ha compensado en su descanso", agrega.
Para el especialista, esta circunstancia no resulta menor. "Van e enfrentar esta segunda pandemia no de la mejor manera, personal ni colectivamente porque ya no es lo mismo y esto ya genera ansiedad y trastornos de estrés anticipatorios", es su lapidario y desalentador diagnóstico.
De hecho, su conclusión no otorga dudas. "El escenario se ve muy malo, ya que no hemos visto una ayuda real desde los equipos de trabajo".
"Ahora la guerra va a ser por la vacuna" anti COVID-19
El doctor Kong visualiza una nueva complejidad ad portas. "Por último, ahora la guerra no va a ser por los ventiladores, ya tenemos y aparentemente podrían dar una solvencia para una nueva oleada, si fuera lo mismo (que ya vivimos), que esperemos que no sea como en Europa. La guerra va a ser por la vacuna. Y va a ser un asunto muy difícil de lograr, porque pese a que Chile pueda tener un preacuerdo para traer vacunas, el asunto es con qué laboratorio lo haces. Si lo haces con un laboratorio como Pfizer que quiere que sus vacunas estén a -80 grados, van a tener que tener una logística de enfriamiento de las vacunas en todo Chile y no la tenemos. O sea, van a tener que empezar a comprar refrigeradores, congeladores", ilustra.
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"Distinto es si lo tienes con otro laboratorio, como los que salieron ahora, que sus vacunas se pueden mantener hasta 30 días entre 3 y 8 grados, eso te daría una logística para poder implementarlo", anticipa.
E insiste sobre el tema. "Sabemos que estos preacuerdos no manejan estas variables, por lo tanto, pueden ser no muy útiles al momento de llegar a aplicar una vacuna y mientras no tengamos la vacuna, la pandemia no acabará, así que tenemos todo esto por delante".
Por último, Kong aclara que su análisis se circunscribe al escenario nacional. "Le hemos quitado el ojo a nivel regional, la región de Magallanes está viviendo su segunda oleada hace semanas con más casos en números y más casos críticos que en la primera oleada y se está manifestando distinto de acuerdo a las regiones. Magallanes está con temperaturas más frías lógicamente y mayor hacinamiento, por lo tanto se reproduce más rápido el fenómeno. La región de La Araucanía, también está teniendo un mayor aumento de números. Es súper importante entender el fenómeno regional y no sólo escudarnos en lo nacional, si no estaríamos viendo el caso de Rapa Nui donde se ha controlado de manera excelente la pandemia y ahora prácticamente tienen una vida normal", concluye.