Nelson Ávila: "Argentina debe preocuparnos. Nos va a repercutir directamente"
El paso sosegado pero jovial del exdiputado y exsenador Nelson Ávila (80) en tiempos de tantas tensiones demuestra que su tranquila vida en una parcela familiar de Rinconada de los Andes, su terruño natal, le hace bien. Alejado totalmente de la política contingente desde hace más de una década tras sortear indemne vinculaciones al caso Spiniak, un desafuero, querellas por injurias por denunciar coimas y conflictos de intereses en la ley de pesca, intentar crear el partido ChileVe y defender la legalización de la marihuana, Ávila dice que sólo sigue la política contingente "como diría un aficionado taurino: mirando los toros desde la barrera".
-¿No le entusiasma volver a la política con lo “entretenida” que está?
-No. Ya tengo decidido que hay que dejar que las nuevas generaciones asuman el rol que les corresponde en el mundo que vivimos. Esto no solo es válido para Chile sino que para todos los países que hoy se debaten en medio de la más completa incertidumbre.
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-Pero esta incertidumbre necesita de la experiencia después de un estallido social y dos intentos de Constitución. ¿Usted cree que no?
- Vivimos en un mundo muy difícil y Chile está golpeado por circunstancias que nadie imaginó que podrían sobrevenirnos. En primer lugar, la política se ha enredado más que nunca porque la desidiologización está surtiendo efectos nefastos en la ciudadanía. La gente no tiene derrotero, camina sin brújula, no tenemos noción, ni ideas a las que asirnos para caminar hacia el futuro, entonces, nos encontramos en medio de un torbellino con derroteros sin definir, poco claros. En un momento determinado se produce el estallido social y el país asume que esta es una señal de que hay que llevar a cabo cambios profundos. En esa sintonía, se elige una instancia constituyente que cree haber alcanzado la plenitud del poder y, por lo tanto, en sus manos está hacer lo que se le antoje y lo que le dé la gana, lo lleva a cabo con consecuencias absolutamente nefastas porque el péndulo se va hacia el otro extremo y, por lo tanto, se elige un Congreso que no tiene nada que ver con el gobierno que fue electo y eso termina de enredar la política, porque es como meterle un perno a los engranajes de una maquinaria que ya venía funcionando con dificultad pero, que ahora, se trancó por completo.
-¿Siente vivir en un país detenido?
-Desde todo punto de vista: el económico, el institucional, el legislativo.
-¿Cómo salimos de este embrollo?
- Ese es el gran desafío.
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-Usted que un estudioso de la política. Qué servirá más: ¿ver otros países?, ¿asumir nuestras capacidades?, ¿esperar que pase este gobierno joven que renegó del “viejo”?
-Las salidas son muy difíciles porque no solo están los temas que acabo de mencionar, sino que tenemos encima una amenaza superior que es el cambio climático, el cual está generando consecuencias muy complejas, muy difíciles de abordar y, más aún, para gobiernos que están tan complicados como el nuestro. Entonces, el clima mundial es tremendamente difícil. Estas dos guerras que repercuten pero directamente en la calidad de vida del resto del planeta, tal como está concebida, tal como está distribuida la producción mundial, con China como la gran factoría y el resto como suministrador de materias primas. Cuando irrumpe un problema de las dimensiones de la que tenemos entre manos queda todo como interrumpido en cuanto a un flujo normal de todos los aspectos. Nadie tiene una fórmula.
-¿Y qué le parece la salida que podría tener Argentina?
-Ahora mismo, Argentina un vecino importantísimo para nuestra propia vida, tiene ante sí tres alternativas: una, el salto al vacío; dos, el caos total y, tres, el desconcierto más completo. Entonces, qué va a pasar allá, en Argentina, es algo que debe preocuparnos porque nos va a repercutir directamente a nosotros.
-Y sobre elecciones en Chile: ¿José Antonio Kast o Evelyn Matthei?
-Ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario.
-¿Y entre Evelyn Matthei o Carolina Tohá?
-Entre Matthei y Tohá podríamos acercarnos a una competencia mínimamente razonable, es decir, regresar a presentarle a la ciudadanía opciones que pueden dar gobierno.
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-Porque son mujeres…
-No tanto porque son mujeres
-¡Pero no se la jugó por ninguna de las dos!
-Puesto en ese escenario, obviamente que Carolina Tohá, sin ningún género de duda.
-¿No sería una salida política a esta crisis estar sometidos a una alternativa femenina, cariñosa, de contención? Fuera política de la testosterona…
-No,no, no. No va por ese lado el tema sino que, tal vez, a lo que podemos aspirar en este minuto es a que el país regrese a un escenario político razonable, entendible, que permita tener posibilidades reales de salir de lo que estamos.
-Nueva Constitución: ¿A favor o en contra?
-Para el 17 de diciembre están haciendo muy difícil la posibilidad de que uno vote a favor si la extrema derecha, que hoy están dirigiendo el pandero, persiste en su obstinación.
-¿Qué opinión le genera el Presidente Gabriel Boric?
-Boric hace lo que humanamente puede, lo que políticamente le es posible y lo que realmente las circunstancias le puedan poner por delante.
-Lo siente como un gobierno entregado a las manos del Señor…
-Como un gobierno que está en este minuto atrapado en la gran incertidumbre que genera un clima político enrarecido y un mundo que avanza hacia ninguna parte.