Ex carabinero que disparó a Fabiola Campillai queda en prisión preventiva: Omitió que llevaba cámara
Luego de más de un año y medio del traumático episodio, el Juzgado de Garantía de San Bernardo decidió decretar la prisión preventiva para Patricio Maturana, ex oficial de Carabineros de Chile que disparó al rostro de Fabiola Campillai.
En noviembre del 2019, y en pleno estallido social, el policía lanzó una bomba lacrimógena, a pocos metros de distancia, a la joven madre que estando lejos de una manifestación, esperaba locomoción para ir a su trabajo. Casi perdió la vida, quedó completamente ciega y con serias secuelas psicológicas y neurológicas.
Debido a esto, Maturana estaba con cautelar de arresto domiciliario mientras se desarrollaba la investigación, la cual llegó a su fin este miércoles, por decisión de la fiscal Metropolitana Occidente, Paola Zárate.
“Algo pasó aquí en una investigación que estuvo bastante desformalizada. Teniendo en consideración esto, indudablemente la libertad del imputado constituye un peligro para la sociedad y, también, hay informes de incumplimiento y eso resulta de mucha gravedad”, comenzó diciendo la jueza Magdalena Casanova.
“Existe la plausibilidad de que se afecten elementos probatorios de esta investigación, así que se deja sin efecto el arresto domiciliario y se decreta la prisión preventiva en Santiago 1, disponiéndose medidas de seguridad, trasladándose a la sección de Alta Seguridad”, añadió.
Dentro del juicio llevado en su contra, el Ministerio Público acusó que Patricio Maturana no informó que portaba su cámara GoPro la noche que disparó a Fabiola Campillai, lo que confirma la obstrucción a la justicia en todo este tiempo.
[Te puede interesar]: Fabiola Campillai confirma precandidatura senatorial con La Lista del Pueblo: «La gente común y corriente como nosotros podemos ocupar cargos»
Finalmente, Magdalena Casanova decretó el término de la investigación, por lo que se comenzará de lleno a preparar el juicio en su contra, donde conocerá la pena de cárcel que deberá cumplir por dejar ciega a una mujer, en pleno estallido social.