En julio último y tras un largo confinamiento que en algunas comunas se extendió por más de tres meses, el Ejecutivo, con Enrique Paris recién asumido como titular del Minsal -en desmedro de Jaime Mañalich, quien dejaba la cartera en medio de un cuestionado manejo de la pandemia, cuyos pronósticos él mismo transparentó se le habían derrumbado "como castillo de naipes"-, lanzaban con cierto nivel de orgullo el "Plan Paso a Paso", una estrategia de salida de una pandemia que nos tiene ad portas de conmemorar un año en una crisis sanitaria sin precedentes para Chile y el mundo. En efecto, la puerta de salida terminó transformándose en un anhelo más en tiempos de una adversidad a la que tristemente nos tuvimos que habituar. Una suerte de "puerta giratoria" sanitaria.

La ansiada "leve mejoría" acuñada insistentemente desde el Ejecutivo, de hecho, no trascendió más que a un concepto que se buscó instalar sin que los números así lo evidenciaran.

Tal como lo detalla Rafael González, doctor en física, académico del Centro de Nanotecnología Aplicada de la Universidad Mayor e investigador del Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología - CEDENNA, en conversación con El Desconcierto, lo cierto es que las cifras que hoy puede exhibir el médico cirujano a cargo de la crisis, no son precisamente auspiciosas. 

"Algo de lo que se habla desde el principio de la pandemia en Chile y en muchos países del mundo, es la estrategia con la que un gobierno aborda la emergencia. Se habló en algún momento de enfermar progresivamente, lo dijo el ex ministro Mañalich, Paula Daza en una entrevista, mientras otros países han hablado de corte del contagio, como Nueva Zelanda, Australia, Vietnam y Tailandia, países exitosos. Algo de lo que no se habla es el objetivo. Y el objetivo que se nos ha transparentado más allá de cualquier estrategia, permanentemente, ha sido que las camas alcancen, que los ventiladores alcancen y que el país pueda seguir funcionando de alguna manera. Ese es el objetivo que uno puede descifrar de lo que dicen las autoridades y eso si uno lo mira con harto cuidado, en la práctica no ha cambiado", nos comenta quien se ha consolidado como un experto en estadísticas de la crisis del coronavirus en nuestro país. 

"El objetivo que se trazaron países exitosos como Nueva Zelanda o Australia es llegar a contagios cero, que nadie se contagie, eso es lo que deben buscar ahora los países, incluso con una vacuna, apoyarse en la vacuna para llegar al contagio cero que no lograron antes. Lograr erradicar la propagación de la enfermedad y si eso no se logra, contenerlo como cuando se contiene un incendio y se hacen cortafuegos eficientes para tenerlo contenido en una región, en una zona, en un área de la sociedad que sea identificable", detalla González en diálogo con esta redacción. 

"Si no se cambia el objetivo, el resto de los cambios va a ser cosmético"

"Entonces puedo cambiar la estrategia, puedo cambiar el 'Plan Paso a Paso', puedo cambiar la estrategia de la Búsqueda Activa de Casos (BAC), pero si no cambia el objetivo que persigue el gobierno y que sea evitar que las personas enfermen, evitar que las personas terminen en una UCI, evitar que el contagio se siga propagando, el resto de los cambios van a ser cosméticos", agrega.

[caption id="attachment_641215" align="alignnone" width="3867"] La cantidad de pacientes en UCI por toda causa es similar a la del 6 de junio, con más de un 60% pacientes COVID-19. La situación es muy grave en regiones si comparamos la mayor cantidad de pacientes con coronavirus en UCI que se tuvo el 2 de julio. Hoy Chile tiene 40% más de pacientes COVID-19 en UCI en regiones, lo que representa 57% del total nacional pese al récord de aeroevacuados de regiones a Santiago.[/caption]

Y a renglón seguido, el doctor en física continúa haciendo una triste cronología de la pandemia. "Otros puntos que son alarmantes, porque han estado presentes en toda la gestión del ministro Paris, es este asunto de la 'leve mejoría' o la leve baja de casos, porque usualmente el ministro habla de 'bajamos 5%,10%’, esta última semana creo que hablaba de 12% de baja, es que si esas bajas si no son sostenidas en el tiempo y no están acompañadas de un plan que implique cortar el contagio a cero, pasa lo que estamos viviendo, al tiempo vuelve a subir y al tiempo volvemos a tener las UCI llenas y muchas muertes evitables", advierte. 

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"Al inicio de la pandemia, se hablaba del crecimiento exponencial de las curvas. Esto se refería fundamentalmente a que en pocos días la cantidad de casos, luego de enfermos y de muertos diarios, se duplicaba. Esto ocurría en el transcurso de cuatro a siete días en los peores momentos. Cuando se logra control, estos aumentos se frenan y finalmente empezamos a tener menor cantidad de casos, enfermos y fallecidos a diario. El peak de fallecidos fue el 15 de junio, con 249 personas fallecidas por día (promedio semanal). En esos días, se observó una baja abrupta y en vez de duplicarse el número de personas fallecidas, vimos que en 30 días se redujo a cerca de la mitad: 122 al 15 de julio. Un mes después, se redujo nuevamente a casi la mitad, llegando a 69 personas fallecidas el 15 de agosto. De ahí en adelante la mejoría se frenó de golpe", detalla el profesional. 

Y así lo demuestra, apelando a una suerte de bitácora de la pandemia, que a estas alturas se nutre de decenas de estadísticas que van y vienen en un país abierto casi íntegramente, en medio de un funcionamiento forzado donde pareciera que el coronavirus no llegara. Lamentablemente, la evidencia no respalda esta aparente calma acompañada de días soleados y balnearios llenos que para algunos son una cruel demostración de la desidia de las autoridades y el hastío y rebeldía de una población que se niega a seguir haciendo su vida puertas adentro. "El 15 de septiembre sólo observamos una reducción del 7%, llegando a 64 muertes por día, el 15 de octubre otra baja modesta de 8% llegando a 59. Luego, el 15 de noviembre y 15 de diciembre, se observan 47 y 46 personas fallecidas y al 1 de febrero fallecen más de 100 personas promedio cada siete días, es decir, otra vez se duplicó", detalla Rafael González.

"La gestión de Paris es peor que la de Mañalich"

Lamentablemente para el actual secretario de Estado, y tal como lo confirma el experto, a estas alturas "la gestión de Paris es peor que la de Mañalich, porque con Mañalich ya tuvimos más 6.000 personas fallecidas en junio, se mostró el camino para reducir las cifras y no se aprendió. Se debe entender que reducciones de casos semanales de 5, 10 o 15% de manera esporádica son variaciones cosméticas y no dejan de ser leves, pero no alcanzan para mejoría, porque luego se vuelve otra vez a situaciones peores, como ha ocurrido en la regiones Coquimbo, Tarapacá, Magallanes y BioBío". 

En consecuencia, el escenario no es factible de analizar auspiciosamente. "Finalmente, una discusión es si ahora estamos en el peak de casos, enfermos y fallecidos o no de una segunda ola, eso no es tan relevante como que desaprovechamos el verano, nos tomamos vacaciones en vez de asumir la emergencia que estamos viviendo para controlar la epidemia en verano, momento en el que se podían evitar los lugares cerrados, las aglomeraciones, y vamos a llegar a marzo y al otoño en un muy mal pie con el contagio".