Encuesta de La Rebelión del Cuerpo indica que un 84% de las mujeres no está conforme con su imagen corporal
Con llegada de la primavera y el paso de las Fiestas Patrias, aparecen las populares campañas “por un verano sin polera” u “operación verano”. Como respuesta a la contingencia en redes sociales, La Rebelión del Cuerpo (LRC) lanzó los resultados de su séptima encuesta en línea. Esta vez dedicada a la percepción de imagen corporal en mujeres.
Entre los principales resultados, a nivel general, destaca que el 84% de las encuestadas reportó que su silueta no corresponde a la que les gustaría tener; entre quienes el 80% señaló que le gustaría tener una silueta más delgada a la que consideran que tienen. Analizando dichas tendencias según edad, se observa una tendencia al alza en relación al porcentaje de mujeres que les gustaría ser mas delgadas: mientras al 71% de las entrevistadas le gustaría serlo, la cifra sube hasta el 84% y 85% entre las encuestadas mayores de 40 años (ver Figura 1).
Respecto de la imagen corporal, se utilizó la escala de Stunkard, Sørensen, & Schulsinger (1983), la cual presenta 9 tipos de siluetas femeninas, y se les pidió a las entrevistadas que identificasen la silueta que le gustaría tener y, también, la silueta con la que se siente identificadas. Respecto a la que le gustaría parecerse, el 49% de las encuestadas señaló la silueta 4, seguida por un 23% que optó por la silueta 3.
Sin embargo, a nivel general, las entrevistadas tendieron a identificarse con siluetas más gruesas, en su mayoría con las siluetas 5 (31%) y 6 (23%) (ver Figura 2).
Nota: En amarillo están las siluetas que las entrevistadas señalaron que les gustaría tener. En negro están las siluetas que con las que ellas se sintieron identificadas.
Con el objetivo de ahondar en la relación con la imagen corporal, la encuesta también incluyó la siguiente pregunta abierta: "¿Cómo te has sentido con tu cuerpo en el último mes?". Las respuestas, principalmente, recabaron sentimientos de asco, odio y vergüenza hacia el propio cuerpo, asociándose a expresiones como: “me siento asquerosa y gorda”, “todos los días pienso en que debería tener otro cuerpo” o “incómoda, intento no mirarlo”.
Los niveles de insatisfacción e incomodad son tales que el cuerpo, inclusive, se considera un impedimento u obstáculo para vivir una vida normal y desarrollar el proyecto de vida. De esta manera, actividades como comer, salir, o elegir la vestimenta diaria son consideradas una lucha constante: "Siempre me siento avergonzada y eso me impide vivir mi vida, porque estoy todo el día pensando en ello", “siempre estoy con culpa al comer”.
Al respecto, llama la atención el rol que tienen las redes sociales – principalmente Instagram – respecto a la agudización de la insatisfacción corporal: “A veces ando muy bien pero cuando veo Instagram me pongo ansiosa y dudo de mí”. Finalmente, los elementos considerados más relevantes para evaluar la propia apariencia son el peso y la gordura.
La directora de Investigación de LRC, Javiera Menchaca, destaca que “llama la atención que sea tan alto el porcentaje de mujeres que no se siente conforme – o siquiera en paz – con su silueta. Esto nos llama generar conciencia que es algo que como sociedad tenemos que hacernos cargo y que no es un tema que termine en lo personal”.
Al respecto, la directora de Contenidos de LRC, Camila Mella, destaca el discurso gordofóbico que subyace a los resultados generales. En este sentido, sostiene, que “el que las entrevistadas señalen como deseadas unas siluetas más delgadas que las siluetas con las que se identifican no es azaroso, y denota la violencia – simbólica y física – que siguen sufriendo los cuerpos gordos como sinónimo de ‘indeseables’, ‘flojos’, ‘poco saludables’. Esta fobia, por supuesto, se ha incrementado con el uso irresponsable de las redes sociales”.