Organizaciones de trabajadores del Minvu y del Ministerio de Bienes Nacionales se oponen a “improvisada” unión de ambas reparticiones
Las organizaciones de trabajadores del Serviu y del Ministerio de Bienes Nacionales expresaron su rechazo a las dos reformas que el gobierno pretende para sus reparticiones.
La primera de ellas es el “proyecto de integración social y urbana”, que se votará mañana miércoles 7 de agosto en la sala de la Cámara baja, y que supone una planificación nacional desde el ministerio, en la forma de las Zonas de Integración Urbana, instrumento que se supondría “a la planificación comunal e intercomunal, y donde la División de Desarrollo Urbano (DDU) podría imponer sin contrapeso sus criterios sobre los instrumentos de planificación territorial. Ignorándose, de esta forma, el rol de los Gobernadores Regionales y de los municipios como expresión de la voluntad ciudadana a nivel regional y local”, según explican desde la Asociacion Funcionarios Serviu-Metropolitano.
La organización de los funcionarios de ambos ministerios, reúne a unos siete mil trabajadores, que expresaron sus preocupaciones enviando una carta a todos los parlamentarios, ante la inminente votación del proyecto mencionado este miércoles.
El segundo de los proyectos del gobierno a los que la asociación de funcionarios del Serviu se opone, tiene estrecha relación con el anuncio hecho por el Presidente de la República en su última cuenta pública donde señaló la creación del nuevo Ministerio de Ciudad, Vivienda y Territorio, a partir de la integración de los actuales Ministerios de Vivienda y Urbanismo, y Bienes Nacionales.
Sobre este punto desde la Asociación, afirmaron que “consideramos necesario discutir la conveniencia de este proyecto, incluso antes sea presentado formalmente por el Ejecutivo, para debatir sobre los riesgos de dicha integración sin que hasta ahora se perciba un mayor valor agregado sobre los instrumentos de coordinación interministeriales ya existentes”.
“Siendo evidente la relación entre los instrumentos jurídicos y administrativos con las estructuras orgánicas destinados a aplicarlos, es que ambos proyectos (integración social y urbana y creación del nuevo ministerio) no pueden considerarse por separado en la discusión”, recalcaron los funcionarios.
Los funcionarios además expresaron que dichos proyectos generan más dudas que certezas y que “además de ser inconvenientes, están siendo tramitados en forma apresurada, lo que finalmente terminará malogrando la intención del legislador”.
Cambio de nombre al Minvu
El artículo primero del proyecto que se votará mañana propone el cambio del nombre al “Ministerio de la Vivienda y Urbanismo”, por “Ministerio de Ciudad y Vivienda”. De votarse a favor de este proyecto entonces, “ya se habrá materializado el anuncio presidencial, sin conocer los alcances e implicancias que un proyecto de unificar facultades sectoriales tan importantes para la política pública en el manejo del territorio fiscal, la planificación urbana y la vivienda social sean conocidas”, advierten los funcionarios.
Por esto, los trabajadores y trabajadoras de los Ministerios de Vivienda y Urbanismo y Bienes Nacionales llamaron a los parlamentarios a "rechazar el proyecto de ley que modifica diversos cuerpos normativos en materia de integración social y urbana”.
Especialmente el artículo primero, que propone cambiar el nombre del Minvu, “porque, entre otras cosas, no tiene sentido cambiarle el nombre dos veces consecutivas a una repartición pública en tan corto periodo de tiempo, señal de la improvisación con que el ejecutivo ha tratado el tema”, según los funcionarios de ambas reparticiones.