Gigantes agrícolas admiten lentitud en adoptar prácticas sustentables: ¿cómo avanza Chile?
PepsiCo, McDonald’s y Bayer son algunas de las empresas firmantes de un informe publicado la pasada semana, donde concluyen que la adopción de prácticas sustentables y regenerativas en la agricultura va muy lento, y debe triplicarse para el 2030 para que haya oportunidad de mantener las alzas de temperatura media del planeta por debajo de los 1,5 °C.
En Chile, aunque existen ejemplos de aplicación de prácticas sustentables en la agricultura, se trata de casos aislados que no han logrado extenderse a todo el rubro. “Hay algunos sectores que han avanzado más rápido que otros, como el de las viñas o el de la ganadería. Pero esto no ha logrado masificarse y estamos desarrollando distintas políticas públicas para que estas prácticas no queden en un nicho, ya que nuestros ecosistemas se encuentran bastante degradados”, proyecta María José Pizarro, coordinadora de la estrategia de sustentabilidad agroalimentaria en la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), del Ministerio de Agricultura.
Esa es precisamente una de las conclusiones del informe, elaborado por la red global de directores ejecutivos enfocada en asuntos climáticos; Iniciativa de Mercados Sustentables (SMI por sus siglas en inglés). En él señalan la necesidad de contar con políticas públicas que incentiven la adopción de prácticas sustentables en la agricultura y premien a los agricultores que se sometan a este cambio, además de enfrentar las brechas de conocimiento con respecto a estas prácticas. El informe se publicó a días de comenzar la cumbre del clima en Egipto (COP 27); instancia donde el equipo que lo elaboró presentará recomendaciones de políticas públicas.
Y aunque el informe viene del sector de la gran agroindustria, varias voces han criticado el rol que han tenido estas empresas en el calentamiento global y también en la disminución de la pequeña y mediana agricultura. “Es importante el trabajo con la agricultura familiar campesina ya que es donde existen mayores brechas de capacitación y transferencia de conocimientos. Las grandes empresas que exportan a veces están obligadas por los mercados de destino”, acota María José, quien afirma que desde el gobierno buscan incentivar a todos los actores en el tránsito hacia un sistema productivo más sustentable.
Incentivar la sustentabilidad
En Chile cada vez se suman más ejemplos de producción agrícola que contribuya a la regeneración de los suelos y ecosistemas donde se desarrolla. Hay proyectos de grandes empresas y de pequeños agricultores. Hay proyectos piloto en los municipios y cursos en las universidades. Pero aún sigue siendo un esfuerzo de nicho que el Gobierno busca escalar a través de diversas iniciativas.
La principal es la estrategia de sustentabilidad agroalimentaria, que tiene como objetivo el desarrollo sustentable del sector agroalimentario para el año 2030. A través de la estrategia se busca alinear todas las acciones que se hacen desde los distintos órganos públicos, coordinación con el sector privado, actualizar normativas y lograr que los instrumentos de fomento se adapten a criterios de sustentabilidad.
Uno de los instrumentos que se está actualizando ahora como parte de la estrategia, para que incluya criterios de agricultura regenerativa, es el Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S). Este busca recuperar el potencial productivo de los suelos agropecuarios y mantener lo que ya se ha mejorado. La propuesta de actualización se presentará el primer semestre del 2023 a trámite legislativo, según afirman desde el ministerio. “En Chile, 79% de los suelos tienen algún grado de degradación y casi la mitad se encuentra con algún grado de erosión. Las prácticas agrícolas no sustentables intensifican los procesos de degradación y erosión”, contextualiza María José Pizarro.