Más de 170 organizaciones llaman a aprobar Ley de Protección de Turberas
En la Patagonia chilena existe un tipo particular de humedales denominados “turberas”. Estos ecosistemas tienen capacidades particulares de retención, filtración y purificación de aguas, además de cumplir un relevante rol en la prevención de inundaciones.
Como explica Flavia Liberona, de Fundación Terram, estos ecosistemas tienen capacidades particulares de retención, filtración y purificación de aguas, además de cumplir un relevante rol en la prevención de inundaciones. Las turberas son capaces de retener cinco veces su peso en agua, es decir, funcionan como verdaderas esponjas y se considera que representan una de las reservas de agua más efectivas del planeta, y son también un importante reservorio de carbono.
[Te puede interesar]: El rol de las turberas ante el cambio climático
Desafortunadamente, en nuestro país cada vez se está extrayendo más turba y también se ha intensificado la extracción del musgo Sphagnum o pompón. Esto se debe a sus características absorbentes y a los usos comerciales que se le puede dar en este sentido.
Según una reciente publicación con foco en la región de Aysén, en el año 2019 nuestro país exportó 4.615 toneladas de musgo pompón, en su mayoría a mercados asiáticos como Taiwán, Japón y China. En la región de Aysén, como en Los Lagos -Chiloé- y Magallanes la cosecha de Sphagnum es una actividad artesanal no regulada o con escasa fiscalización, que se ha incrementado ostensiblemente con el pasar de los años y que hoy lidera la lista de los llamados productos no madereros exportados.
La regulación vigente no reconoce la importancia de este tipo de humedales, la turba está reconocida y regulada como sustancia mineral en el Código de Minería y para efectos ambientales se autoriza su extracción en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Adicionalmente, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), a través del Decreto Supremo N° 25 que entró en vigencia en febrero de 2020, dispone de medidas para la protección del musgo Sphagnum magellanicum, pero, a juicio de Liberona, lo que en realidad hace este decreto es regular el vacío legal existente sobre la cosecha de musgo Sphagnum, también conocido como pompón.
Ante esta situación, más de 170 organizaciones de carácter regional y nacional hicieron un llamado a diputadas y diputados para aprobar el proyecto de ley sobre protección ambiental de las turberas el cual será votado próximamente en el Congreso Nacional.
[Te puede interesar]: Plan sequía: “omite medidas para sectores de mayor consumo como el agrícola y el forestal”
Su aprobación permitiría limitar la explotación desregulada e indiscriminada de musgo Sphagnum o pompón y la destrucción de miles de toneladas de turberas en el país. Desde Aysén, el Comité Nacional por la Defensa de la Fauna y Flora (Codeff), la Agrupación Aisén Reserva de Vida; Ecosistemas, la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén (Codesa) y Modatima Aysén, buscan impedir la creciente explotación de las turberas y pompón - musgo Sphagnum-, con el fin de conservar sus funciones ecosistémicas, entre ellas el almacenamiento de CO2 y de agua dulce, la regulación del clima y la preservación de la biodiversidad.
Las organizaciones mencionadas sostienen que la aprobación de la Ley sobre protección ambiental de las turberas es urgente para el país y para el mundo. Esto porque a pesar de que las turberas ocupan sólo el 3% de la superficie terrestre, son capaces de fijar el 20% del carbono presente en los suelos del planeta, siendo los ecosistemas de mayor eficiencia para la amortiguación del cambio climático y de sus severos efectos, como la desertificación, derretimiento de los glaciares, acidificación de los océanos y aumento del nivel del mar, entre otros eventos impredecibles y cada vez más frecuentes.
“En Aysén abogamos por la aprobación de esta ley. Hemos informado a los diputados Miguel Ángel Calisto y René Alinco de la importancia de la preservación de estos ecosistemas frágiles cuyo musgo crece solo un milímetro al año, señaló a El Divisadero, Peter Hartmann, de la Agrupación ARV. “No queremos que se repita lo sucedido en Chiloé donde las turberas han sido intervenidas casi irreversiblemente, producto de la actividad extractiva del musgo Sphagnum, impidiendo con ello su función de reserva de agua y de relleno de las napas freáticas, dejando a muchas comunidades sin agua”, agregó el activista ambiental.