Ciencia ciudadana, estudios e incidencia política: Los avances contra la extinción del abejorro chileno
En Chile hay cientos de especies polinizadoras nativas, muchas de ellas que solo existen en el país, y que han evolucionado durante años ajustándose a las características de la flora nativa. Estas especies enfrentan desde 1997 una amenaza: las especies exóticas de abejorros que se importan para la producción de algunos cultivos en invierno, y que han favorecido la reducción de población de varias especies nativas, siendo la del abejorro chileno, bombus dahlbomii, la más cercana a la extinción.
Cada año aumenta la evidencia científica sobre los impactos de esta introducción en la biodiversidad no solo de Chile sino de Argentina, y la amenaza para las especies polinizadoras de toda la región. Desde el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), aunque reconocen el riesgo y han aumentado los requerimientos para la ingresar esta especie, hasta ahora se niegan a la solicitud de terminar con la importación del abejorro europeo.
Desde el mundo científico continúa la recopilación de evidencia, se potencian proyectos de ciencia ciudadana, y se trabaja en incidencia política con un proyecto de ley de protección a los polinizadores nativos. También hacen un llamado a la ciudadanía a investigar los productores que compran abejorro europeo, respetar la estacionalidad de las frutas y verduras que se consumen, plantar especies que tengan néctar y observar y reportar las especies en el entorno.
Protegiendo al abejorro chileno
“El abejorro europeo, bombus terrestris, es una plaga. Se reproduce mucho más rápido que el nativo y una de las enfermedades que transmite produce la infertilidad de la reina de la especie nativa. Es necesario controlar las colonias mediante algún producto, como se ha hecho exitosamente en Japón. Pero el primer paso para todo esto es frenar su ingreso al país, como lo han hecho muchos otros países incluida Argentina, que también depende de las decisiones de Chile ya que la especie se extiende por el continente”, explica Cecilia Smith, doctora del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), quien ha estudiado por años la interacción entre estas especies.
Además de investigar, Cecilia Smith ha liderado esfuerzos para presionar al SAG en sus decisiones solicitando estudios de riesgo y también trabaja junto al equipo de la senadora por Aysén, Ximena Órdenes, con quienes está desarrollando un proyecto de ley para la protección de los polinizadores nativos. “El argumento del SAG para importar el abejorro europeo es por su servicio de polinización. En Chile tenemos cientos de especies de polinizadores nativos que además están adaptados para la flora nativa”, agrega.
Estudiar y potenciar el uso de polinizadores nativos es una de las metas para quienes buscan contrarrestar la importación del abejorro europeo. La organización Ayciencia de Aysén, que también trabaja con Ximena Órdenes en el proyecto de ley, está ideando un proyecto piloto para evaluar la acción de polinizadores nativos colocando ciertas especies florales para atraerlos a los invernaderos, que es donde más se utilizan las especies exóticas. Ayciencia y otras organizaciones de Aysén crearon este año junto a la senadora una mesa de protección del abejorro nativo, donde trabajan distintas iniciativas.
La preocupación sobre esta especie es mayor en Aysén, debido a que el abejorro nativo, bombus dahlbomii, es de los pocos polinizadores que trabajan bajo las condiciones climáticas de la región. “Hace poco nos enteramos de un proyecto del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) donde se introducían colonias de abejorros europeos para la pequeña producción de frutillas. Nos reunimos con Seremi de Agricultura y se mostraron abiertos a buscar alternativas pero dejaron claro que el abejorro europeo se seguirá utilizando en la medida en que es legal y que los productores lo soliciten”, recuerda Francisca Bahamondes, cofundadora de Ayciencia.
Poder ciudadano
Además de incursionar en la incidencia política, Ayciencia comenzó su trabajo en la región trabajando en educación ambiental y difusión del valor de las especies nativas en la población. Han realizado registros de especies con participación ciudadana y este verano están ideando un proyecto de ciencia ciudadana para armar grupos y realizar censos de abejorros y así levantar información.
Un esfuerzo similar es el que hace el biólogo chileno José Montalva, que creó una iniciativa de ciencia ciudadana llamada “Salvemos nuestro abejorro”, donde cualquier persona puede subir una foto registrando el avistamiento de abejorros exóticos o nativos siguiendo instrucciones básicas. Así, se suman formas simples en que la ciudadanía puede aportar a proteger esta especie nativa.
“En el caso de encontrar un nido o una reina de abejorro europeo, yo recomendaría eliminarla. Plantar plantas que tengan néctar también puede ser beneficioso, ya que como hay tantos abejorros europeos, vacían las fuentes de néctar. Por otro lado es importante averiguar si los productos que se consumen como el arándano o el tomate vienen de lugares donde se haya comprado el abejorro comercial, buscando los pedidos de compra de abejorro europeo que se realizan”, recomienda Cecilia Smith.
“El incentivo de traer esta especie a Chile surgió por la alta demanda de tomates u otras frutas en invierno. Al consumir, debemos tomar conciencia que esa decisión influye en alguna parte de la cadena, y tiene un costo en la biodiversidad. Consumir los alimentos respetando su estacionalidad es más beneficioso tanto nutricionalmente como para el medio ambiente”, agrega Francisca Bahamondes.
La amenaza del abejorro europeo
Además de empujar ciertas especies nativas hacia una situación crítica, el abejorro europeo tiene impactos negativos sobre la reproducción de habas y porotos, y en la reproducción de especies nativas como el chilco, o fuchsia magallánica. “Cuando hay años de superabundancia del abejorro comercial, también tiene impactos negativos en el cultivo de frambuesa, tanto en Chile como en Argentina”, recuenta Smith.
La amenaza no solo se limita a la biodiversidad chilena, sino que el abejorro europeo está avanzando desde la patagonia hacia el norte por Argentina, donde tienen 7 especies de abejorro nativo que podrían sufrir este impacto. También se espera que llegue a Uruguay y Brasil en algún momento. “Si llegara a la amazonía sería un desastre por la mega diversidad que tiene”, alerta la investigadora.