VIDEO | Minidocumental local muestra el proyecto de comunidades indígenas para administrar y proteger los mares de Chaitén e Islas Desertores
A la hora de pensar en un desarrollo sustentable, las experiencias de pueblos originarios son claros ejemplos de cómo valerse de un ecosistema para el sustento, sin dañarlo irreversiblemente.
La costa de Chaitén e Isla Desertores, es una zona amenazada por la salmonicultura, la sobreexplotación de recursos y la contaminación marina. Pero de forma histórica, el territorio ha sido utilizado para marisqueo, pesca y recolección; usos ancestrales que buscan establecerse nuevamente como los predominantes en el sector.
“Históricamente, estas costas han sido ocupadas por pueblos canoeros, llamados Chonos, quienes dejaron un vasto registro arqueológico en las costas. Conchales, corrales de pesca, cavernas costeras, varaderos de canoas y senderos de bajo mar”, explica el video.
Demostrar el uso ancestral del lugar, es uno de los requisitos para que se les otorgue la administración marítima a las comunidades, con el instrumento de Espacios Costeros Marinos para Pueblos Originarios (ECMPO). Otro, es establecer un plan de manejo que contemple la protección de la biodiversidad.
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En los mares de Chaitén e Isla Desertores, existen ballenas azules, francas y jorobadas, delfines chilenos y astrales (ambas especies con problemas de conservación) y bosques de algas, fundamentales para sustentar la biodiversidad de la zona. También hay humedales costeros que sirven como zona de descanso, alimentación y reproducción para aves migratorias que viajan grandes distancias.
El instrumento solo es aprobado cuando ya existe el plan de manejo, lo que es una novedad si se lo compara con otras áreas protegidas que muchas veces llevan años sin un plan verificado. Los ECMPO otorgados son evaluados cada dos años. Si se constata que ha habido alguna afectación a la biodiversidad, las comunidades pueden perder la administración.
Para que se aceptara la solicitud para este ECMPO, las comunidades mapuche huilliche, chona y pescadores artesanales trabajaron en conjunto durante 5 años, generando alianzas y planes de ordenamiento de los espacios comunes del maritorio. La solicitud fue acogida a trámite en enero de este año, en un proceso que puede demorar hasta un año en otorgarse.
Existen hoy en día una decena de ECMPOS ejecutándose, y otra decena en trámites avanzados a lo largo del país. En ojos de comunidades y ONGs, el instrumento se posiciona como una oportunidad de conservación.