Dominga: Tribunal Ambiental acoge reclamación a favor del polémico proyecto
Este viernes 16 de abril, el Primer Tribunal Ambiental, con sede en Antofagasta, anunció que acogió de forma unánime la reclamación en favor del controvertido proyecto minero Dominga, de propiedad de Andes Iron, que considera la construcción de una mina de hierro en la comuna de La Higuera, en la Región de Coquimbo.
Esto implica, según el fallo, que la Comisión de Evaluación Ambiental (Coeva) de Coquimbo deberá realizar una nueva votación, esta vez ajustada a derecho. Ello, luego que en 2017 tanto la Coeva como el Comité de Ministros rechazaran la iniciativa, lo que provocó en un largo conflicto.
“Se ordena retrotraer el procedimiento de evaluación ambiental a la etapa posterior al Informe Consolidado de Evaluación Ambiental, de manera tal que se proceda a una nueva votación – esta vez ajustada a derecho- de parte de la Coeva, de la Región de Coquimbo”, indica la sentencia que deja con vida al polémico proyecto.
Al respecto, desde Alianza Humboldt, organización conformada por diversas agrupaciones ambientales y regionales, calificaron la sentencia como un “grave retroceso en materia ambiental y un revés para las comunidades locales, la ciencia y la institucionalidad” y anunciaron que que acudirán a la Corte Suprema para revertir fallo.
En este sentido, Matías Asun, Director de Greenpeace en Chile manifestó que lo que ha ocurrido pone de manifiesto un problema estructural, pues un proyecto rechazado dos veces por ser técnica y ambientalmente nefasto siga a flote, luego de una campaña millonaria de presión y lavado de imagen. Pone, además, al gobierno de Sebastián Piñera a decidir sobre el proyecto de un conocido cercano al Presidente para optar si quieren preservar o destruir la riqueza ambiental y social de esas costas”.
Por su parte, la Directora Ejecutiva de Oceana, Liesbeth van der Meer, afirmó que “no podemos dejar que el desarrollo del país siga cimentándose en el corto plazo, a costa del medio ambiente, es algo contraproducente cuyos efectos ya hemos visto en las zonas de sacrificio a lo largo del país, donde el perjuicio es irreversible y ha causado la pérdida de empleos derivados de actividades como la pesca, el turismo y ha dañado a la salud humana producto de la contaminación generada por la industrialización de áreas que fueron altamente productivas. Hipotecar el futuro de algunas comunidades para privilegiar a otras no es la opción”.