Este invierno y primavera fueron de las más lluviosas en décadas para la zona centro y sur del país, y aunque en muchas zonas se revirtió el déficit de lluvias por primera vez desde que comenzó la megasequía, hay lugares del país que siguen luchando contra la falta de agua.

La región de Coquimbo es la que ha acaparado mayor atención, dado el preocupante nivel de déficit hídrico que presenta, donde ha acumulado al menos 80% menos de agua que en un año normal.

Por ello, el Gobierno ha presentado medidas como un decreto de escasez hídrica que permite extraer agua aunque no se cuente con los derechos de aprovechamiento, la construcción de pozos para riego y una ley corta para que faculta al Ministerio de Obras Públicas a construir plantas desaladoras para consumo humano, saneamiento y riego.

Más al sur, en la provincia de Petorca este año se vio correr agua por ríos que permanecían secos hacía años por la sequía. Sin embargo, esto no fue suficiente para dejar reservas de cara al verano, en que cientos de campesinos y floricultores denuncian la falta de agua.

Por ello, diputados del oficialismo solicitaron en noviembre que se decrete zona de emergencia agrícola en la provincia, para que pueda llegar forraje y recursos para los crianceros.

Otra región afectada es la de Atacama, principalmente en la cuenca del Río Copiapó, donde en los últimos días se ha dado a conocer que tanto el embalse Lautaro como la laguna Nantoco se quedaron sin agua.

La situación ha generado acusaciones cruzadas entre la Dirección General de Aguas (DGA), que investiga y denuncia a la Junta de Vigilancia del Río Copiapó por robo de agua, y los regantes de la junta que apuntan a la falta de lluvias y problemas en la infraestructura del embalse.

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