De hierbas medicinales a miel de palma: 19 "beneficios" del bosque chileno amenazados
El bosque y matorral esclerófilo es un ecosistema único en el mundo, formado por especies endémicas de Chile como el Quillay, el Peumo y el Litre. Por años fue considerado por distintos sectores de la sociedad como “maleza” sin ningún valor.
Pero la comunidad científica ha develado poco a poco el importante rol que cumple este tipo de bosque, que además tiene muy poca presencia dentro de las áreas protegidas del país, y se encuentra en la zona en que se concentra buena parte de la población, por lo que se enfrenta a múltiples amenazas que han deteriorado la salud de este ecosistema.
Un estudio desarrollado por investigadores y liderado por el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), identificó 19 tipos de servicios ecosistémicos clave para la vida humana que ofrece este amenazado bosque.
Los servicios se dividen en culturales, de regulación y de provisión.
Servicios de provisión
El peumo, boldo y espino suministran leña y carbón para grandes ciudades.
El fruto de la palma chilena se exporta a Estados Unidos, y la miel de palma se vende dentro y fuera de Chile.
La corteza de quillay se usa como detergente, ungüento y adyuvante para vacunas (entre ellas, la del COVID – 19). Es el producto no maderable más exportado en Chile.
Proveen comida y sombra para el ganado, y tierra de hoja para la jardinería.
Abastecen de semillas, bulbos y esquejes a viveros para la propagación de plantas.
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Servicios de regulación
La vegetación ribereña previene a la población de aluviones e inundaciones.
Purifican el aire al captar partículas contaminantes y secuestrar carbono a través del suelo.
Mantienen la calidad del suelo y sirven como control biológico de plagas y reguladores de insectos.
Sirven de hábitat para la flora y fauna.
Regulan el régimen de agua, infiltrando agua al suelo para recargar acuíferos.
Servicios culturales
Se trata de los servicios más subvalorados de los ecosistemas, aunque la ciencia ha demostrado cada vez más la importancia que tiene la naturaleza en la salud mental y cultural de las comunidades.
Belleza escénica.
Servicios de recreación.
Valor y significado religioso, simbólico y espiritual.
Llamado a la acción
Según el estudio, el bosque y matorral esclerófilo chileno vive un declive por la expansión de tierras agrícolas, la urbanización y los incendios, además del impacto del cambio climático y la mega sequía que se vive en la zona. Esto ha aumentado la mortalidad de estos árboles, poniendo en peligro los servicios que provee el bosque.
El académico de la Universidad de Chile, Dr. Juan Ovalle, uno de los coautores del estudio, ejemplifica que “la pérdida del bosque esclerófilo en ciudades altamente pobladas de zonas precordilleranas (como Santiago) la deforestación puede afectar la calidad del aire y del agua, aumentando el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra”.
Ovalle también explica que la pérdida de servicios ecosistémicos dentro del bosque esclerófilo puede tener un impacto económico significativo en las comunidades locales que dependen de los recursos naturales para su sustento.
“En la zona central de Chile, los viveros de especies nativas dependen de la provisión de semillas de los árboles y arbustos de áreas silvestres (colectan en cerros, quebradas, valles, etc)”, pone como ejemplo.
“Ya hemos cosechado en demasía por generaciones, y ahora es tiempo de devolver, de restaurar para nuestro propio beneficio. Esto es fundamental, ya que el bosque esclerófilo está al borde del colapso y por ende, la mayoría de sus servicios”, concluye Cecilia Smith, investigadora principal del IEB.