Australia endurecerá su Ley de Armas tras atentado terrorista del domingo: Vincula al Estado Islámico
Las autoridades australianas vincularon este martes al Estado Islámico (EI) con el atentado contra la comunidad judía en Sídney del domingo, que deja 15 víctimas fatales, además de un supuesto autor, y afirmaron que impulsarán el endurecimiento de las leyes sobre armas de fuego para mejorar los sistemas de control de licencias.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, confirmó que el ataque en la zona de Bondi, durante un acto de la comunidad judía por la festividad de Janucá, estuvo motivado por la ideología del EI y fue llevado a cabo, según las investigaciones preliminares, por un padre y su hijo que en principio actuaron de manera independiente.
Investigación previa
Albanese explicó en una entrevista con la cadena pública ABC que la agencia de inteligencia australiana (ASIO) había investigado en 2019 a uno de los presuntos autores, identificado como Naveed Akram, así como a su padre, Sajid Akram, abatido por la Policía durante el ataque.
En aquella ocasión, el organismo entrevistó a varios miembros de la familia y a personas del entorno, sin detectar indicios de radicalización.
"Hubo una investigación y se amplió el análisis para identificar posibles riesgos, pero se concluyó que no había pruebas de radicalización", subrayó el jefe del Ejecutivo, quien añadió que si se produjo una radicalización posterior, esta forma parte ahora de las líneas abiertas de investigación.
Endurecimiento de las leyes de armas
En respuesta al atentado, Albanese anunció que su Gobierno impulsará un endurecimiento de las leyes sobre armas de fuego, con el objetivo de reforzar el sistema de control de licencias.
Entre las medidas figuran la aceleración del Registro Nacional de Armas, un mayor uso de inteligencia criminal en la concesión de permisos, la posible limitación del número de armas por persona y la revisión de los tipos de armas permitidas.
Sajid Akram contaba con licencia de armas desde hacía una década y tenía al menos seis armas registradas, un hecho que ha intensificado el debate nacional sobre la seguridad y el control del armamento tras la tragedia.