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El árbitro venezolano Alexis Herrera fue el protagonista de un más que polémico partido donde sus groseros errores permitieron a Lanús vencer por 1-0 a Universidad de Chile y avanzar con injusticia a la final de la Copa Sudamericana 2025.
Se dice injusticia pues todos quienes vieron el duelo notaron la descalificadora patada que a los 5 minutos Agustín Cardozo le dio a Javier Altamirano en la mitad de cancha con planchazo que pudo haberlo fracturado. El VAR ni siquiera llamó.
Luego vinieron los dos goles anulados, uno para cada equipo, aunque esta vez fue correcta la decisión. Primero a los 11 cuando Marcelino Moreno venció a Gabriel Castellón, pero el VAR lo invalidó, tal como el golazo de Felipe Salomoni a los 51, donde hubo offside en el comienzo de la jugada.
La mano que el árbitro no quiso ver
Pero a los 61 llegó el que los hinchas azules consideran derechamente como un “robo”. En un córner a favor de la U, hubo una evidente mano de un jugador de Lanús que inició la jugada que culminó con el tanto de Rodrigo Castillo, totalmente viciado por el inicio de las acciones.
El venezolano Herrera fue al VAR, pero pese a ver la imagen, dio como válido el tanto y fue el que terminó eliminando a la U de una final que se merecía jugar, recordando lo ocurrido en las semifinales de Copa Libertadores 1996 ante River Plate.
Ahora, los laicos suman dos desazones pues se añade la derrota ante la UC en el Clásico Universitario que los dejó complicados en la tabla de posiciones.
Como era de esperarse, la impotencia azul se transformó en rabia al final del partido porque los jugadores de Lanús se burlaron de los chilenos, culminando todo en una batalla campal de futbolistas en la cancha.
 
                         
                                 
                         
                        