
Científicos chilenos se convierten en cineastas de realidad virtual para llevar el conocimiento del laboratorio a la gente
Tras la pandemia del Covid-19, la percepción de la gente sobre los virus, bacterias y microorganismos tomó un tinte negativo. Pero desde el laboratorio y núcleo milenio BioGEM, estaban estudiando bacterias nativas con el poder de degradar contaminantes y restaurar ecosistemas, y buscaban formas de revertir la mala fama y dar a conocer los poderes benéficos que pueden tener estos organismos.
Ahora, y tras meses de trabajo, presentan en el Festival Internacional de Cine (FIC) de Valdivia, la experiencia inmersiva BioGEM XR. En ella, y a través de unos lentes de realidad virtual, cualquier persona se puede “convertir” en una bacteria y biorremediar un ecosistema.
Para crear esta pieza audiovisual, sumaron al equipo un profesional alejado de los laboratorios: el cineasta Pepe Rovano, que generó reuniones creativas con los biólogos para traducir en sonido e imagen los saberes descubiertos en el centro de estudios.
En tiempos donde crecen discursos de negacionismo científico y recortes de presupuesto para la investigación en el mundo, laboratorios y centros de estudio están explorando nuevas formas de llevar la ciencia a las personas valiéndose de los nuevos medios audiovisuales.
Del laboratorio al cine inmersivo
BioGEM XR es solo una de las piezas chilenas e internacionales que están disponibles al público en la 32° versión del FIC Valdivia, como parte de la muestra Simbiosis Inmersiva, curada por el director Sylvain Grain.
Se trata de la segunda versión de la muestra, y contiene piezas de realidad virtual extranjeras y chilenas que permiten ver cómo crecen las raíces de las araucarias bajo tierra, viajar por dentro del cuerpo humano y recorrer la selva valdiviana. Este año, la muestra se centra en obras que muestren micro mundos, y en 2024 la muestra fue sobre agua y océanos.
“Chile tiene una gran riqueza en el mundo de las ciencias y la divulgación, y una trayectoria de creadores y científicos que han desarrollado experiencias con distintas tecnologías para hacer divulgación más atractiva e innovadora que se conecte con más público. Por eso gran parte de la muestra es de creadores nacionales”, explica Grain.
Durante el festival también se desarrolló una charla sobre la simbiosis entre ciencia y cine inmersivo, donde se compartió el proceso de BioGEM creando experiencias individuales, y también la otra forma de cine inmersivo que permite una experiencia colectiva en grandes lugares con pantallas full dome.
Es el caso del planetario de la Universidad de Santiago de Chile, que ha creado musicales audiovisuales en 360° combinando la enseñanza de la astronomía con la música de Los Jaivas o los cuadros de Van Gogh.
Obstáculos y oportunidades
Los creadores de estas piezas audiovisuales coinciden en que estas tienen un gran potencial educativo, al utilizar lenguajes propios de otras artes como el cine o los videojuegos para enseñar ciencia.
Pero una de las limitantes para llegar a las escuelas es que se necesitan lentes de realidad virtual, que suelen tener un costo por sobre los $400 mil. En ese contexto, están buscando formas de llegar con estas experiencias a la ciudadanía a través de eventos como el FIC Valdivia, o de giras por museos y de muestras itinerantes.
También se están generando encuentros para fomentar este tipo de creaciones. Desde simbiosis inmersiva se celebró este año en Valdivia el primer encuentro y laboratorio entre científicos y cineastas para co crear piezas de ciencia inmersiva. Se trabajó con tutores internacionales para crear duplas y grabrar prototipos además de aprender a usar las tecnologías disponibles.