
Cinco lugares para degustar la comida peruana
HIJO DEL SOL
Desde su aparición a mediados de 2009, este restaurant ubicado en Avenida Francisco Bilbao ha buscado diferenciarse de sus símiles peruanos buscando agregar particularidades a sus platos junto a una presentación que busca salir del casillero de la sencillez.
Ampliado hace un par de años a la casa contigua, Hijo del Sol tiene buena sazón y la camaradería típica del servicio peruano. En sus entradas, apuesta a jugar con productos típicos de su país. La causa acevichada, por ejemplo, es la clásica causa de papa amarilla y palta, con una porción de ceviche al lado. Es una comunión perfecta, donde la frescura se mezcla muy bien con el sabor. En los fondos, el risotto a la huancaína con lomo saltado también es una variación a su versión tradicional. El caldo de la carne unido a la suavidad del risotto es un complemento ideal: tan sustancioso como gozoso al paladar. En la misma línea, el atún en salsa de camarones, que es un filete de atún a la plancha, bañado de una salsa de camarones y arroz también es uno de los sobresalientes. Aquí se come rico y se va a la segura.
Francisco Bilbao 2747, Providencia. @hijodelsol.santiago

EL GRAN AJI SECO
La cadena Ají Seco se hizo famosa el año pasado tras el escándalo del ex subsecretario Monsalve en uno de sus restaurantes. Una de sus direcciones, en calle San Pablo, es un comedor popular, donde el público peruano se mezcla con el chileno y existen en la carta los tradicionales pollos a las brasas con ensaladas y papas fritas. Tal vez, uno de los platos más reconocibles de la gastronomía de ese país.
En este local, las porciones son abundantes. Prácticamente cada plato, desde las entradas hasta los fondos, están hechos perfectamente para compartir. Un pulpo al olivo, por ejemplo, es contundente en sabor y espesura. Pero no solo de preparaciones populares se compone El Gran Ají Seco. El congrio al pisco, bañado en salsa de ese destilado y con incrustaciones de centolla y jaiba y una base de risotto, le dan envergadura a un restaurant que cumple con uno de los pedidos del cliente promedio: comer bien y en cantidades cuantiosas. Un detalle: las copas de vino siempre deben servirse frente al cliente.
San Pablo 2399, Santiago Centro. @gran_ajiseco

LA MAR CEBICHERIA
Dice Carlos Labrín, el chef de La Mar, que existe una regla similar en cada sucursal del restaurant para las preparaciones de los platos. En el caso del ceviche, el producto estrella siempre es el pescado y, al probarlo, lo primero que un comensal debe sentir es el sabor y las texturas propias de lo que se está comiendo.
La Mar, fundada por Gastón Acurio en Lima, es uno de los grandes restaurantes peruanos en Chile. Cada producto es tratado con respeto y rigor y sus preparaciones siempre están al borde de la magnificencia. Lo mismo que sus tragos y destilados. Las entradas son de nivel superior y algunas permanecen de acuerdo a la época del año. Una de las ideas matrices de este local es tener los pescados y mariscos lo más frescos posibles. Así, un cebiche de erizos del día -traídos desde Caldera- y mezclados con cortes de almejas es sublime. Tanto como el tiradito de palometa en leche de tigre de ostiones. Lo mismo que una cabrilla en dos preparaciones: una en versión parihuela y otra, en chicharrón Nikkei. La Mar Cebichería es una experiencia gastronómica. De lo mejor en Santiago.
Nueva Costanera 4076, Vitacura. @lamarcebicheriasantiago

SON PERU
A pocos meses de su inauguración -en el primer semestre del año-, Son Perú se ha transformado en uno de los imperdibles de la gastronomía peruana en un barrio como Príncipe de Gales, donde la competencia es abundante y de calidad. Acá, la principal diferencia con respecto a otros restaurantes es que, además de los platos tradicionales peruanos, se ofrece una cena de siete tiempos que incluye una variación en el precio dependiendo del consumo de bebestibles. La idea de este tipo de cena es rescatar la tradición culinaria de la amazonia de ese país y, por ello, la carta se modifica cada mes.
Entre lo más interesante de agosto, un anticucho de lengua marinado en anticuchera sobre puré de plátano y los cortes de pescado macerados en leche de piure sobresalieron por conjugar creatividad y sazón. También, por supuesto, para los que van por los platos más típicos, Son Perú sobresale por sus entradas frías. Es un buen restaurant, de calidad garantizada y que busca que el comensal disfrute la comida y, también, conozca otro tipo de gastronomía made in Perú. Quizás el único punto negro es que un comedor de nivel no puede tener un televisor en el salón. Eso queda para las fuentes de soda.
Salvador Izquierdo 1800, La Reina. @sonperurest

MISTURA DEL PERU
Rody González fue parte de la primera oleada de chefs peruanos que arribó a Chile a comienzos de los 90, cuando la fama de la comida de su país era absolutamente desconocida para el público chileno.
Aunque venía por pocos meses, se fue acostumbrando y ganando terreno como uno de los cocineros con mayores habilidades en el rubro. De esa manera, su salto a la independencia era un paso natural. Mistura del Perú, un local con unas cuantas sucursales en Santiago, se mantiene fiel al recetario tradicional de su país. En este local no hay experimentaciones ni platos demasiado rimbombantes, pero se concentran en una cualidad: una sazón sobresaliente. Los platos calientes son un fuerte que no se destaca mucho entre la clientela chilena -que es el 80% de los comensales promedio-. Entre ellos, uno que destaca es el chupe de camarones. Compuesto por un concentrado de pescado, camarones ecuatorianos, tinta de langosta, papas picada finísima y un huevo frito, es una verdadera delicia. Ideal para levantar a un muerto e imperdible para el invierno. El ceviche apaltado, con salsa y trozos de palta, rocoto y choclo peruano también cumple con creces en el ítem sabor. Para los fanáticos de la culinaria clásica peruana, este es un lugar que no falla.
Santa Isabel 0496, Providencia. @restaurantmisturadelperu
