
¿Qué le propuso el SNA a las candidaturas presidenciales?
La Sociedad Nacional de Agricultura ha hecho llegar a cada uno de los candidatos presidenciales un documento que contiene 75 propuestas referidas a diferentes tópicos de la producción y/o a la institucionalidad agraria del país.
La gran mayoría de las proposiciones que contiene dicen relación con la continuidad y el fortalecimiento de las exportaciones agro-frutícolas del país y no aborda mucho la realidad y los problemas de otros sectores agrícolas tales como pequeña y mediana empresa que produce para el mercado interno, ni sobre la agricultura familiar campesina, ni sobre los asalariados del campo, ni sobre la seguridad alimentaria del país, ni sobre la condiciones sociales que imperan en el sector agrícola nacional, donde se presentan los peores indicadores de pobreza, y de acceso a la salud y a la educación.
Pero como nadie en este país está interesado en limitar el desarrollo agroexportador, ni mucho menos en hacerlo disminuir, sino que todo el sector político y económico ve con realismo que Chile debe continuar ligado, en la forma más extensa e intensa posible, a los mercados externos, entonces escuchar o leer las ideas y preocupaciones del sector agroexportador es una tarea que merece realizarse.
Antes de entrar a analizar –o quizás solo a mencionar las principales proposiciones de la SNA- es importante destacar que dicho gremio empresarial, a diferencia de sus colegas industriales y financieros, no entra en el manido e ideologizado argumento de que hay que reducir los tributos para aumentar las ganancias y por esa vía incentivar las futuras inversiones, ni mucho menos en el argumento de que hay que reducir el tamaño y las funciones del Estado. Tampoco ha asumido –como otros gremios y empresarios del país- una identificación militante con alguno de los candidatos presidenciales.
Veamos algunas de las preocupaciones, sugerencias e inquietudes del empresariado agrícola afiliado a la SNA. Se necesita, a juicio de ellos, más y mejores estadísticas tanto sobre el sector agrícola nacional como sobre el mercado internacional, reconociendo con ello que la información adecuada y oportuna es fundamental para tomar buenas decisiones y para aprovechar las buenas oportunidades que los mercados puedan ofrecer.
Se necesita fortalecer las funciones del Ministerio de Agricultura y de sus instituciones dependientes, tales como Odepa, SAG o INIA para que el sector agrícola participe en mayor medida en la toma de decisiones sobre las metas a lograr en materia de conquista de nuevos mercados.
Se necesita igualmente que el SAG incremente sus funciones legales, incorporando en ellas el desarrollo agrícola, y que este organismo asuma también mayores responsabilidades en el campo de la diplomacia sanitaria.
Respecto al INIA se plantea ampliar el alcance de ese instituto de investigación, y de otros de la misma naturaleza, de modo de llegar hasta la etapa de validación de nuevas tecnologías. Otro punto que se menciona en las proposiciones de la SNA es la necesidad de generar en la costa chilena nuevos puntos de embarque de productos silvoagropecuarios.
Algunas cosas menos consensuales que plantea la SNA, y que exigen estudios y análisis más detenidos son la necesidad de flexibilizar las jornadas de trabajo en el sector agrícola, ampliar la capacidad de contar con un mayor acceso a trabajadores extranjeros, que ingresen con permisos transitorios en períodos de alta demanda de mano de obra, y la inconveniencia de hacer posible la negociación por rama con el sector trabajador.
Un asunto, finalmente, sobre el cual no se dice ni una palabra, es la necesidad de contar con un sector empresarial agroexportador que cumpla y respete escrupulosamente las leyes salariales, previsionales, laborales, tributarias y medio ambientales, y con un Estado que haga cumplir todas aquellas normativas.