
Experto habla sobre la relación de terremotos y erupción de volcanes tras lo sucedido en Kamchatka, Rusia
Esta semana, casi 2.000.000 de personas fueron evacuadas desde el borde costero de Chile tras el peligro de tsunami por el terremoto de magnitud 8,8 que sacudió a Kamchatka en Rusia.
Pero los efectos en el Océano Pacífico no fueron los únicos, pues momentos después del potente movimiento telúrico, la lava ardiente por la ladera occidental del volcán Kliuchevskói tras el reavivó la idea de que grandes terremotos y erupciones volcánicas pueden estar emparejadas.
Terremotos y volcanes
No es el único ejemplo, pues tras el terremoto de Valdivia en 1960, ocurrido en el mes de mayo, 38 horas después vino una erupción muy cerca del epicentro, en el Cordón Caulle, Región de Los Ríos.
De acuerdo al académico Jorge Romero, “el terremoto de 1960 tuvo su epicentro cerca de Arauco y abarcó toda la zona costera de Valdivia hasta Chiloé, incluso. Fue tan grande que generó que la corteza se relajara y esta relajación favoreció la erupción en el Cordón Caulle, producto de la posición que tiene este complejo volcánico que está orientado en una dirección en la cual la corteza se relaja después del terremoto y permite el ascenso de la roca fundida a la superficie”.
“Se produjo una reactivación y podríamos pensar que el Calbuco -probablemente- estaba preparando una erupción y solo necesitó este empujón final para producir la actividad en superficie”, añadió el experto.
Entonces, explica Romero, en 1961 el volcán Calbuco emitió un par de flujos de lava y posteriormente una erupción explosiva que tuvo unas pocas horas de duración.
“Más recientemente, el volcán Planchón Peteroa -que hoy está en alerta amarilla producto de su actividad- en 2010 ya tenía un cierto flujo de calor anómalo y posteriormente ocurrió el terremoto del 27 de febrero y eso es muy probable que haya generado también caminos más expeditos para que los fluidos llegaran a la superficie y produjeran una erupción que emitió bastante ceniza entre 2010 y 2011”, analizó.
Para cerrar, Romero dijo que “terremotos y volcanes surgen, en general, del mismo tipo de procesos: La geodinámica terrestre. En el caso chileno, del roce entre las placas tectónicas, que conocemos como subducción o hundimiento de una placa bajo otra, que producen asperezas que luego terminan rompiéndose como terremotos, y también producen la fusión del material de las profundidades de la Tierra, que abastece la actividad de los volcanes en superficie”.
“Existe una relación entre grandes terremotos, aquellos de magnitud superior a 8, y la reactivación o el incremento en la actividad volcánica. Es algo que se ha venido estudiando en los últimos 20 o 30 años, ya que desde que existen registros de mega terremotos, se ha notado un incremento relativo en la actividad volcánica cercana a esos epicentros. El primero en documentarlo fue Charles Darwin, durante su visita a Chile en 1835”, culminó.