
Jaime Bassa alista su regreso: Busca ser diputado asegurando estar "mejor aspectado" que todos
A tres años de la propuesta de nueva Constitución, que fue rechazada en el plebiscito de 2022, el abogado constitucionalista Jaime Bassa (FA) busca regresar a la primera línea política. Y es que el exvicepresidente de la Convención Constitucional ahora irá tras un escaño en la Cámara de Diputados por el distrito 7 de la Región de Valparaíso: el mismo territorio que lo llevó al órgano constituyente con más de 43 mil votos en 2021.
Pero la candidatura de Bassa se enmarca en un momento actual complejo para el Frente Amplio, que atraviesa un proceso de reflexión interna tras la dura derrota de Gonzalo Winter en las primarias presidenciales del 29 de junio, donde obtuvo apenas 9% de los votos frente al arrollador 60% de Jeannette Jara, carta del Partido Comunista (PC).
En ese sentido, las filtraciones desproporcionadas a la prensa, los cuestionamientos a la estrategia de campaña de Winter, y los debates sobre el rumbo del partido han marcado las últimas semanas a la tienda que encabeza el gobierno de Gabriel Boric.
Así, en entrevista con El Desconcierto, el precandidato reflexionó sobre su proyección electoral, los aprendizajes del proceso constituyente fallido, y los desafíos que enfrenta la izquierda chilena de cara a las elecciones parlamentarias y presidenciales del 16 de noviembre de este año.
El retorno a la arena política
- ¿En qué anda por estos días?
(Estuvimos) participando en una nueva versión del Congreso de Derecho y Cambio Social que se organiza por distintas universidades: la Universidad de Valparaíso, la Austral de Valdivia, y en la Universidad de Tarapacá, en Arica, debatiendo sobre derechos constitucionales, derechos fundamentales.
Estoy instalado en Valparaíso y Viña del Mar, allá vivo y trabajo regularmente.
- Comentaba que está de precandidato, ¿no?
Así es. Esa es la figura que se maneja dentro del Frente Amplio para plantear los posibles candidatos que van a presentarse en la carrera a diputado. Mientras las candidaturas no estén formalizadas, todos somos precandidatos.
Hemos mostrado la disposición de participar de las elecciones representando al partido, pero mientras las candidaturas no se activen, eso va a ocurrir en agosto, estamos todos en esta condición más bien previa de estar a disposición del partido.
- ¿Qué es lo que lo motiva a seguir estando muy activo en la vida pública, a participar de esta discusión política?
Primero, estoy convencido de que los cambios sociales no son lineales. Tienen momentos de flujo y reflujo, de ida y vuelta, de triunfos y derrotas que se van alternando.
En algún sentido, creo que la experiencia acumulada, sobre todo durante el proceso 2019-2022, el estallido, la Convención Constitucional, constituye un aprendizaje que no es personal mío, es colectivo, de las formas en las cuales el pueblo se va organizando para mejorar sus condiciones de reivindicación de sus derechos, de reconocimiento y protección de sus derechos.
Creo que esa es una experiencia histórica, política, que no se puede perder. Y creo que yo puedo hacer un buen aporte en la discusión nacional, recuperando esa experiencia, no pensando en el contenido de la propuesta de la Constitución de la Convención, sino de lo que significó la experiencia de organización política y social que nos llevó a vivir ese momento bien importante para nuestro país.
Aprendizajes del proceso constituyente
-¿Cuáles son las principales conclusiones o los aprendizajes que usted saca del proceso de la primera Convención?
Creo que hay aprendizajes importantes. Probablemente, nos hemos enfocado mucho en el resultado del plebiscito del 4 de septiembre de 2022, donde gana el Rechazo, pero hemos dejado un poco de lado la observación y el aprendizaje del proceso en su conjunto.
Desde el estallido, o incluso desde el mayo feminista del 2018 hasta el plebiscito del 2022, o incluso el plebiscito que termina con el proceso constitucional de diciembre del 2023. Porque ese proceso muestra la capacidad de organización y de movilización de un pueblo que se articula en torno a demandas sociales concretas, a inquietudes que son colectivas, a dolores, pero también a esperanzas que son colectivas.
Y que puede llevar adelante esa articulación, no solamente en la explosión de la movilización social en la calle, sino que también llevarla dentro de la institucionalidad, organizar debates, levantar una Convención Constitucional en condiciones políticas muy adversas durante el gobierno de Piñera, y acordar un texto de una extensión histórica inédita en la historia de Chile. Insisto, más allá del resultado del 4 de septiembre.
Entonces creo que ese aprendizaje es muy importante, que no podemos simplemente descartarlo sólo porque perdimos el plebiscito, porque van a venir, en la historia lo demuestra, los 200 años de historia ya lo demuestran, van a venir nuevas oportunidades de acumulación popular, por ponerlo en términos políticos, y vamos a necesitar el aprendizaje de lo que fue el ciclo 2018-2022.
- ¿Qué cree usted que se debería haber hecho mejor, o qué cosas no debieron hacerse?, ¿qué reflexión tiene sobre eso?
Creo que algo que faltó fue un diseño más estratégico del ciclo político. Siento, y esto es algo que hemos conversado en distintos espacios, que quienes empujamos los procesos de cambio social fuimos enfrentando las distintas etapas de este ciclo a medida que la etapa se va presentando, pero sin una lectura más macro de lo que podría ser el ciclo completo.
Lo digo de la siguiente manera: concurrimos, por ejemplo, al plebiscito de entrada de octubre del 2020 sin tener plena claridad de cómo iba a ser el plebiscito de salida o de cuál iba a ser nuestro diseño estratégico para el plebiscito de salida de dos años después, en septiembre de 2022.
Y creo que la derecha sí tenía esa planificación estratégica. Esto está muy estudiado a propósito de otras formas de reacción conservadora y autoritaria frente a momentos de crisis social. La derecha, el sector conservador, tenía una planificación, y los sectores que buscamos el cambio social no la tuvimos.
Creo que ahí hay una autocrítica que es bien estructural respecto de algo que nosotros pudimos haber hecho y no hicimos, y que si un nuevo ciclo de cambio social se vuelve a vivir en el futuro, deberemos enfrentarlo con ese conocimiento sobre la mesa. Deberíamos haber tenido una planificación estratégica más acabada desde el principio.
La competencia en el Distrito 7
- En el distrito 7 está bien disputado el panorama, hay varias personas que quieren ir y otros que, obviamente, van a subir a la senatorial. ¿Usted cree que será una ardua competencia?
Efectivamente en el distrito 7, en la Región de Valparaíso, tenemos un problema muy bueno, que es el hecho de tener muy buenas cartas. Tenemos distintas alternativas, y todas esas alternativas tienen posibilidades de elegibilidad.
Yo afortunadamente me siento muy honrado de formar parte de ese elenco, de ese pool de alternativas. Tengo la impresión de que en este momento soy el candidato mejor aspectado del distrito, no solamente del Frente Amplio, sino que de todos los candidatos que han salido a la luz pública.
Las encuestas lo avalan. Estoy saliendo primero en todas las encuestas y en todos los pronósticos y proyecciones electorales que se han publicado en los últimos meses.
Eso creo que demuestra la consolidación de una forma de trabajo político que he llevado adelante, que es un trabajo político quizás poco tradicional, de menos show, de menos escándalo, de menos espectáculo, sino que un trabajo probablemente más serio, más lento, más pausado, más de largo plazo y que va sedimentando, quizás reproduciendo algunas dinámicas propias de la academia.
Efectivamente hay un escenario bien competitivo, pero yo me siento bien seguro como candidato del Frente Amplio para poder mantener los dos escaños que ya tenemos en la Cámara de Diputados.
El estado del Frente Amplio
- ¿Cómo ve la situación del Frente Amplio también de cara al futuro? Porque ha trascendido en los medios que hay varios roces internos, las autocríticas van y vienen, algunos responsabilizaban a otros...
El Frente Amplio está desde hace tiempo enfrentando pronósticos de pronta defunción, y esos pronósticos siempre terminan siendo refutados. Nos han dado por muertos varias veces en la última década, pensando en los inicios de Revolución Democrática. Y aquí estamos, todavía con la bancada más grande del oficialismo en la Cámara de Diputados, por ejemplo.
No quiero desconocer que el resultado de la primaria del oficialismo fue una dura derrota para el partido. Nosotros efectivamente teníamos otras expectativas, pero tampoco es una derrota estrictamente política, no es que nuestras ideas hayan sido derrotadas.
Creo que se consiguió una representación importante. Nuestro candidato tuvo un resultado bajo, es cierto, pero las ideas que nosotros representamos dentro de la coalición salieron bastante fortalecidas. Si pensamos que la candidata del Partido Comunista sacó 60% de los votos, el 10% que sacó Gonzalo Winter da un respaldo de más del 70% a una agenda de transformaciones sociales profundas.
Y eso efectivamente genera condiciones de deliberación al interior del partido que han sido bien intensas en las últimas semanas, creo que positivamente intensas. Creo que están bien las críticas y autocríticas cuando los resultados no nos acompañan, pero sin perder de vista que esto no puede transformarse en una guerra fratricida, sino que tiene que sacar lo mejor posible de lo que fue la campaña y de lo que han sido las decisiones políticas que antecedieron a la campaña.
Las filtraciones internas
- Se habla últimamente de las filtraciones a la prensa. ¿Qué evaluación usted hace de eso?, ¿cree que puede atornillar para el otro lado?
Creo que es bien complejo el escenario de las filtraciones, porque efectivamente se han divulgado transcripciones literales de cosas que se han dicho al interior del Comité Central. Una cosa es que alguien comente a la prensa un comentario respecto de algo que se dijo, o cuente que tal persona se peleó con tal otra, creo que eso forma parte de la política normal, no es algo que a mí en principio me preocuparía.
Pero sí me parece que es muy preocupante que se filtren transcripciones, porque eso significa que hay un cierto grado de concierto previo, como de acuerdo previo, entre quien filtra y quien encarga la filtración. Y ahí creo que hay un problema más profundo, que habla no solamente de una débil lealtad al interior de la militancia, sino que también debilita las propias posibilidades de debate político al interior del Comité Central.
Si los integrantes del Comité Central sabemos que parte de lo que digamos puede ser filtrado, a lo mejor no vamos a hablar con toda la franqueza que debiéramos, no porque no quisiéramos que lo que digamos se conozca, sino que muchas veces en estas instancias se debaten estrategias políticas que, para que surtan sus efectos, tienen que ser reservadas.
Un adversario conoce esa estrategia, (y)deja de ser una estrategia, deja de surtir el potencial transformador que tiene. Creo que el principal problema es ese, que limita las condiciones de deliberación política al interior del partido, específicamente en un año donde la definición estratégica es fundamental.
Desafíos hacia el futuro
- ¿Cuál cree usted que es el principal desafío que debiese enfrentar el partido para encarar todo lo que viene, las elecciones y el próximo gobierno que algunos auguran que puede ser de oposición?
Si uno mira el ciclo histórico largo, no solamente la primaria, y pone el resultado sobre la mesa, creo que uno de los aprendizajes que debiéramos sacar es que uno no puede bajar sus banderas como resultado de una derrota electoral.
Las derrotas electorales son eso, uno pierde una fotografía electoral, pero no son necesariamente derrotas políticas. Uno ajusta los diseños, ajusta la táctica, ajusta la estrategia, lo que sea necesario, pero no traiciona sus propias banderas.
Creo que ahí hay un aprendizaje importante. Debiéramos enfrentar, no solamente los próximos meses de cara a las elecciones, sino que sobre todo el próximo período presidencial de 2026-2030, levantando nuestras banderas con fuerza y con orgullo. Creo que es importante mantener la identidad política de quienes estamos empujando el proceso de cambio social.
Por otro lado, el otro mensaje que me parece importante dice relación con la honestidad en la comunicación política.
Creo que el ejemplo de Jeannette Jara es fundamental. Jeannette Jara es una fiel representante de la clase media chilena, no solo porque viene de donde viene, ni porque vive en condiciones normales, no suntuosas, no lujosas, sino que especialmente porque participó y ha participado históricamente de las deliberaciones políticas, de los debates, con generosidad, con cariño, sin descalificaciones, sin agresividad, sin show, sin espectáculo.
Sino que, sobre todo, respetando, no solamente a la persona que tiene al frente, no solamente a la persona con la cual debate, sino especialmente respetando al pueblo, respetando a la persona que nos escucha.
Y ese aprendizaje creo que deberíamos tomarlo todos los sectores políticos, no solamente los de centroizquierda, porque el mundo está atravesando por un momento de mucha agresividad política y la forma de enfrentar eso no es con más agresividad, sino que es con una forma de acción política, comunicativa, generosa, honesta, empática, cariñosa.
Creo que el ejemplo de Jara debiera marcar un poco lo que deberá ser nuestra forma de acción política de los próximos años.
Propuestas legislativas
- ¿Qué tipo de proyecto o iniciativas le gustaría impulsar si efectivamente gana un escaño en el Congreso?
Primero, es clave pensar los espacios de representación popular como el Congreso desde una perspectiva que permita redistribuir poder, que permita generar mecanismos de fortalecimiento a las organizaciones sociales de base, a las juntas de vecinos, a los colegios profesionales, a los sindicatos, de modo tal que efectivamente el pueblo, sin que ese poder político en distintas instancias de organización colectiva, pero también en distintas formas de vida individual, pueda ir fortaleciendo sus propias posiciones.
Lo importante es que no seamos los políticos quienes nos instalemos en espacios de poder, sino que esos espacios de poder que transitoriamente nosotros utilizamos estén destinados a transferir ese poder y a fortalecer el poder político del titular de la soberanía que es el pueblo.
Ahí tengo algunas propuestas que podré trabajar, espero, con detalle cuando llegue al Congreso. Creo que van en la línea correcta, porque cuando el poder se concentra mucho, quedamos a merced de la mayor o menor racionalidad o irracionalidad del líder, del presidente. Lo estamos viendo con Milei y con Trump.
Pero cuando el poder no se concentra y se distribuye equitativamente en la sociedad, la sociedad tiene la capacidad de resistir a estos liderazgos absurdos, irresponsables, precisamente porque el poder lo ejerce el soberano y no solo su representante. Creo que ahí hay una agenda política, y no solo legislativa, que a mí me gustaría empujar.